Recibo la atención médica pertinente. Aunque pienso que es una exageración demasiado grande, solamente porque tropecé y caí de las escaleras, me dejo atender porque ya causé suficientes problemas al bajar tan apresuradamente de un helicóptero.— Su esposa se encuentra muy bien, señor Castagnoli. Aunque es cierto que debe tener mucho cuidado y no correr en las escaleras. Después de todo, hoy solamente fue un susto, pero más adelante podría ser algo peor.— Lo entiendo, doctor y gracias por recordármelo. Me aseguraré de recordarle eso siempre a mi esposa. — Dice mi jefe acariciando levemente mi mano.Sabía perfectamente que no lo hacía con la intención de demostrar amor hacia mí. Pero, no podía evitar sentirme tan bien cuando estaba siendo tocada por él, de una manera cariñosa e íntima.— Doctor, ¿puede darme algún medicamento para dormirme ahora?— ¿Sufres de insomnio? — pregunta el doctor con una expresión de confusión.— Han pasado muchas cosas que me han llevado a no dormir, pero, a
Es evidente que debía controlar mi emoción por mi conexión cercana con mi jefe, para poder mantenerme con la mente fría y mi corazón calmado al momento de tomar alguna decisión.— Dijiste que ibas a confesarme todo. Es tu momento.— Vengo de una familia problemática. Fui producto del amor que mi papá le tuvo a mi madre, pero esta mujer no era aceptada por la familia Castagnoli, ya que mi madre Era hija del mayordomo de la familia.— ¿No aceptan que ustedes tengan mujeres que no sean de su mismo estrato social? — Pregunto preocupada porque lógicamente yo no estoy en el mismo nivel de mi jefe.— No lo aceptaban. Mi abuelo era una persona demasiado rígida que no aceptaba compromisos que no estuvieran aprobados por él. Por lo que, el amor entre mi madre y mi padre fue a escondidas.>> Eso tuvo muchas repercusiones y mi madre al final termin&oac
Estábamos teniendo un encuentro íntimo y no me refiero a sexo, si no, a este tipo de cercanía que en otras parejas costaría meses o años llegar. Porque estábamos acercándonos de una manera no física que me agradaba.— Por eso te escogí. Porque si necesitas soltar, lo harás y lo que no te parece correcto, por mucho que te presiones, no lo vas a realizar, porque decidiste ser buena y lucharas por eso.— Aunque tenga un esposo que será parte de la mafia.— Tendré mi negocio relacionado con la mafia, pero, solos, cuando estemos solos, seré Danell. El Danell que conoces, el que vez ahora. Porque no tengo pensado llevar los negocios a nuestro hogar. — dice mi jefe y yo asiento.— Sería muy bueno que nunca te viera matar a alguien. Yo… sería demasiado para mí. — digo bajando la mirada y él me toma del men
Sabía lo que he dicho, pero, apenas acepté que lo iba a hacer, pude sentir como mi sangre se drenó y pude sentir como mi temperatura disminuía tanto que parecía un cadáver. Sin embargo, me negué a darme por vencida. Había dicho que podía lograrlo.— Está bien, voy a levantar mi trasero de la silla y tú bajaras mis pantalones. — dice mi jefe y yo trago duro.Cuando acepté ser su esposa, no me imaginé que haríamos esto esta noche. No estoy preparada para eso. Por lo que, lógicamente, estaba muy nerviosa para poder bajar sus pantalones. Por eso, respiré profundo y me mentalizo de que no le estaba bajando los pantalones a mi jefe.Sin embargo, la calma que me cuesta tener, desaparece cuando escucho el sonido que produce su cremallera al ser bajada. Es un sonido característico y parecía que sus pantalones son tan exclusivos, que aunque n
La vergüenza me recorre completamente y no sé qué hacer. El deseo de gritar me invade. Pero, Danell se anticipa a eso y con rapidez, cubre mi boca mientras yo intento retroceder, para distanciarnos.Sin embargo, la tina es demasiado estrecha, por lo que, aunque mi espalda toca el extremo de la tina, sigo demasiado cerca de él. Ahora si quería cubrir mis ojos, pero, sabia donde estuvo mi mano y no podía hacerlo. sentía mucha vergüenza.— Cálmate un poco, Dove. Voy a alejar mi mano de tu boca, pero, necesito que no grites, por favor. — dice mi jefe y yo quiero llorar.‘¡¿Cómo es posible que haya sucedido esto?! ¡Estaba siendo cuidadosa para que esto no pasara y sucedió!’ me digo mentalmente— ¿Entiendes que no puedes gritar? Somos esposos, pero, si mi gente escucha un grito, vendrá y…— Señor, ¿se en
Cuando ya he contado hasta cinco segundos, alejo mis labios de los suyos, abriendo los ojos para observar la mirada del hombre que no sé cómo describir. No sabía si me veía como una persona atrevida, pero, no me atrevería a quedarme a descubrirlo.Por lo que, de inmediato, me levanto y salgo de la tina, sin importarme que pueda ver mi ropa interior por lo traslucida de mi ropa al estar mojada. Él no dice algo y yo no hablo tampoco, por lo que, solo se escucha el ruido de mis pasos en el baño.Cuando estoy por abrir la puerta del baño, me recuerdo que debo dejarle una toalla cerca. Por lo que, tomo una toalla limpia y la coloco encima de su silla de ruedas, para después correr hacia la puerta y después de cerrarla, recordar como respirar.Con horror, me alejo de la puerta y mi piel se eriza al comprender cuan peligroso es el baño. Ya que, allí fui atrevida de todas las formas existentes
Todo queda en silencio. El ruido fuerte del disparo, desaparece. La angustia de no sobrevivir a esto, se disipa y con estos marchándose, solo puedo ver el desastre en que quedó el baño.Ruinas por todos lados, es lo que hay con muestra del ataque que nos había lanzado el hermano de Danell. Aun no me habían presentado a su familia y ya estábamos recibiendo su ‘cariño’.— ¿Estas bien? — pregunta mi jefe y yo no sé qué decir.Lo quiero. Quiero mucho al hombre que esta frente a mí. Quiero al hombre que es como jefe: una persona servicial, respetuoso y atento. Respetaba mucho al hombre que nunca me faltó al respeto, ni siquiera ahora como esposos.Pero, esto es mucho que procesar. En menos de dos horas, han pasado muchas cosas que en su mayoría, nunca imaginé vivir y eso, asusta. Lo quiero, pero, ¿es saludable aferrarme a una persona que no
Narra DanellDove, se desploma en mis brazos y el enojo me invade al saber que la causa de esto es que ella ha sido herida por una bala. Molesto, miro a todos lados y la impotencia me invade al no poder levantarme de la silla de ruedas y llevarla yo mismo a un auto para ir al hospital.Pero, mi realidad es otra y como tengo mis dos manos ocupadas con ella, no puedo presionar los botones o la palanca de mi silla de ruedas. Por lo que, con impotencia, llamo a Louis.— ¡Louis! — grito enojado.— Dígame, señor. — dice Louis.— Llévame al ascensor.— Pero, señor, esta desnudo y…— ¡Me importa poco lo que suceda conmigo! Necesito que llevemos rápido a Dove a un hospital. Esta derramando mucha sangre. — digo con molestia.Louis desaparece de mi vista y yo maldigo el momento en que le pedí a mi asistente que fuera mi esposa. Sin embargo, no pue