Leonardo sí que es ostentoso, no le preocupa para nada que lo denuncien por sus andanzas en el bajo mundo.Como Leonardo estaba de visita, no podía acercarme en ese momento, pero tampoco quería volver a la habitación de Mariana, así que fui al pequeño jardín del hospital.—Señorita, ¿juega conmigo a la pelota?— Tan pronto me senté en una banca, una niña de unos tres años se acercó corriendo, mirándome con ojos llenos de ilusión. La verdad es que no quería jugar, pero no pude rechazarla con esa tierna mirada. —Claro que sí.Pensé que solo jugaría un rato con la niña para despacharla, pero al empezar a jugar, recordé con nostalgia mi infancia, cuando mis padres jugaban a la pelota conmigo.—Señorita, ¡usted es un poco torpe!—Señorita, ¡la he vuelto a golpear!—Señorita…¡Me tocaba jugar y encima me criticaban! Increíble, pero la verdad es que me divertí bastante.—¡Nanu!Con ese grito, la niña fue llamada.Al levantar la vista, vi a una mujer hermosa con un top corto y pantalón largo.
No pude evitar responder, pero lo que dije fue peor que no haber respondido: "Ahora no, no significa que en el futuro no lo sea".—Ja, ja— Leonardo se rio, y Nanu, en sus brazos, también se rio un poquito.—Papi, esta señorita es buena, ella jugó conmigo.La pequeña me estaba halagando.Pero la madre de Nanu puso mala cara, incluso me miró con cierto recelo, tal vez pensó que yo era otra mujer que Leonardo había conquistado.—Bueno, entonces juega con esta señorita en el futuro— Leonardo lo dijo como si fuéramos íntimas.Hice una mueca con los labios, no podía decir nada delante de la niña, así que lo tomé como una broma para calmarla.Leonardo se acercó a mí con Nanu en brazos. —¿Tienes tiempo para jugar con mi hija? No te preocupes el precio lo decides tú.¿En serio quería que jugara con ella?¿Acaso creía que todos tenían tanto tiempo libre como él?Pero si en ese momento lo rechazaba delante de su mujer e hija, no solo dañaría su orgullo, sino que también entristecería a Nanu.Sonr
Gabriel no respondió, me sobresalté y apresurada agarré su brazo.—Señor, señor…Tras un suspiro, Gabriel abrió lentamente los ojos. Sonrió con la mirada, pero estaba ausente. —Sara, casi no puedo despertarme.Me puse nerviosa. —Señor, llamaré a un médico.Pero Gabriel me detuvo, con voz débil. —No pasa nada de lo que preocuparse y no hay necesidad de alarmarse, esta no es la primera vez que me pasa, es parálisis y yo ya me acostumbre a lidiar con esto.Antes había oído hablar de eso, y lo tomé simplemente como una broma, pero ahora está enfermo, con un cáncer grave, esto no parece una simple parálisis, sino una indicación de su devastadora enfermedad.Aunque no soy médica, sí tengo algunos conocimientos básicos, además tengo a Paula, mi amiga médica.—Señor, aún así, deje que el médico lo examine, de lo contrario no me quedaré tranquila — insistí en llamar a un médico.El médico vino y realizó algunos exámenes rutinarios, diciendo que no había ningún problema, que el estado de Gabriel
Gabriel me miró con ternura, con la mirada de un padre a su hija. —En mi corazón, siempre serás una niña que no crece, pero señorita, debo decir que tu seriedad y dedicación en el trabajo es excelente, pero quizás en la vida no lo es tanto.Sé por qué dice eso, pero todos tenemos nuestras propias convicciones y personalidad, dicen que es difícil cambiar la naturaleza de una montaña.—Sara, un poco de ingenuidad te hará feliz, especialmente en la vida, no es necesario que todo esté claro, ¿entiendes? — fue como el tierno consejo de un padre anciano.Viendo su mirada preocupada, pensando en su nefasta enfermedad, aunque todavía mantengo mis convicciones, le respondí.—Sara — me llamó Gabriel.— ¿Sí, lo sé?Se quedó callado por un momento. —No, seguro que hay algo — pude ver que dudaba en decirlo.Gabriel sonrió. —Nada puede ocultarse de ti.— ¿Por qué ocultármelo? ¿Qué secreto tienes que no puedes contarle a la señora y a Alejandro? Puedes contármelo, te garantizo que guardaré el secret
—Soy de la oficina de reubicación del complejo Vistahermosa, anteriormente se publicó con anterioridad un anuncio de demolición en el complejo, ahora hay algunos trámites que deben completarse, venga lo antes posible, solo falta usted.Dichas palabras empeoraron aún más mi estado de ánimo, que ya de por sí no era muy bueno.Ya sabía que tenía que hacer los respectivos trámites para la demolición, pero lo había estado posponiendo.Si no firmaba y hacía los trámites, no podrían demoler, así que mi casa seguiría ahí.Aún tengo que firmar y demoler.No puedo ser la única casa que se niega a mudarse y retrasar todo el progreso de la demolición, ni tampoco puedo afectar a los demás que quieren mudarse a casas nuevas.Después de todo, este complejo residencial es bastante viejo, ¿quién no quiere vivir en un complejo residencial nuevo y en una casa nueva?—De acuerdo, iré ahora mismo — respondí alegremente.Colgué el teléfono, respiré hondo y conduje directo a la oficina de reubicación, firmé
Pensando en el accidente automovilístico de mis padres, que ocurrió hace más de diez años, me burlé a carcajadas. — ¿Es necesario?—Si hay alguna situación, puedo contactarte — me respondió.¿Qué situación podría haber ocurrido después de tanto tiempo del accidente? Aun así, dejé mi número de teléfono como me lo pidió y me marché tan pronto como pude del lugar.Con el certificado de fallecimiento en la mano, solo me faltaba el certificado de cremación, solo podía buscar a Gabriel, pero él estaba enfermo, así que fui a buscar a Alicia.—Sara, ¿qué haces aquí? — Alicia se sorprendió más que alegrarse al verme.—Señora, vine por algo, entremos a hablar — no sé si fue por el ajetreo de Mariana últimamente, o por mi menstruación, pero hoy me sentía demasiado débil y mareada.—Oh, de acuerdo, eh… vamos a sentarnos en el comedor, hace calor aquí adentro — dijo Alicia mientras me tomaba del brazo.Fui sin pensarlo dos veces, ella ya había llamado a la criada. —Trae la fruta y la sopa nutritiva
Contuve la respiración por un momento. En ese preciso instante, otra voz familiar llegó a mis oídos. —Señora, no quiero quedarme en este lugar, solo quiero ver a Carlos, si usted deja que Carlos me vea, me iré y no causaré más problemas.Era Beatriz.¡Ella había venido!Por lo que escuché, vino a buscar a Carlos.Llamé a Carlos, pensé que se pondría en contacto con Beatriz, ahora parece que estaba equivocada.Esta mujer sí que es valiente, se atrevió a venir a casa de los Jiménez.— ¿Me estás amenazando acaso? — Alicia tampoco es una persona fácil de tratar.—Señora, no lo estoy haciendo, solo quiero ver a Carlos — Beatriz seguía con su actitud inofensiva, suave y muy frágil.Los ancianos siempre dicen que no se puede juzgar a las personas por su apariencia, y esto es cierto.La primera vez que vi a Beatriz, pensé que era muy inocente, al verla por primera vez, tuve la ilusión de que el mundo se había vuelto cada vez más limpio.Resultó que me dieron una fuerte bofetada.—Carlos no est
Sé que ella no lo beberá. Llegó hasta aquí para disfrutar de la riqueza y el lujo, soportó la gran humillación en el hospital y no murió allí, ¿por qué moriría ahora?Esto es solo una forma de obligar a Alicia a decirle dónde está Carlos.Ella cree que Gabriel y Alicia esconden a Carlos, e intenta impedir a cualquier costa que estén juntos.—Los métodos de la señorita Hernández son cada vez más audaces—pronuncié estas palabras mientras entraba.Alicia giró la cabeza al oírme, con una evidente expresión de pánico en su rostro. Sé que teme que malinterprete la presencia de Beatriz en este lugar.Beatriz no mostró sorpresa alguna, probablemente me vio cuando llegué, pero aun así estaba nerviosa, de lo contrario, su mano que sostenía el medicamento no temblaría.De inmediato, el rostro de Beatriz cambió a una expresión de tristeza. —No tuve más remedio, Carlos ha desaparecido, y no puedo contactarme con él por teléfono, Sara, como puedes ver, ya estoy desesperada.Ella volvió a usar su par