— Espera un segundo — Estela había tenido que tomar una llamada muy urgente, no había dicho de quien se trataba pero por la forma en que se comportaba me percaté que podría ser Jesse.

Se había alejado solo unos pocos pasos de la mesa donde todas nos encontrábamos desayunando, pero luego de voltear a vernos y pedir del otro lado que esperara un segundo, se marchó fuera del restaurante. ¿Acaso se trataría de algún problema con la cafetería? Porque si se trataba de Jesse y si fuera algo grave las chicas hubieran recibido llamadas también de sus maridos avisándoles del tema.

Era inevitable para mí preocuparme por él, nos encontrábamos próximos a una fecha muy importante, un antes y después para su empresa, para su vida. Obviamente era un gran momento para mí también, Aaron me había ofrecido una gran oportunidad laboral algo realmente nuevo para mí y que me había ayudado a encontrar mi verdadero yo.

— Chicas no saben cuánto necesitaba de una salida de chicas, ¿Por qué tienen que vivir tan