*—Layonel:Después de realizar el tour por los clubes nocturnos de Damien, Layonel condujo hacia la oficina. Allí se despidió del nuevo administrador, deseándole un buen fin de semana, y observó cómo Danny iba hacia su propio vehículo que había dejado estacionando frente al edificio. Anoto, mentalmente, conseguirle una plaza dentro del estacionamiento subterráneo. Layonel subió al ascensor con una meta clara en mente: exigir respuestas. Damien había mantenido todo esto en secreto, y eso le molestaba. ¿Acaso no le tenía confianza? Eran pareja y se suponía que deberían compartir todo, pero Damien hizo todo esto a sus espaldas y aunque no tenía que meter las narices del todo en esto, le enfadaba que, como su asistente personal y supervisor, no le dijera nada. Cuando entró en la oficina, su actitud era decidida y Damien se percató de su estado al instante.—¿Por qué no me dijiste que era ese hombre quien te sustituiría? —preguntó Layonel con firmeza.—¿Sorpresa? —respondió Damien, sin p
*—Damien:La relación estaba avanzando por buen camino. Layonel y él estaban en una etapa de confianza mutua, donde las conversaciones fluían con naturalidad y el vínculo entre ambos se fortalecía día a día. Damien sabía que no podría mirar nunca hacia otra persona que no fuera Layonel; seis años le hicieron darse cuenta de lo enamorado que estaba, de cómo cada momento a su lado solo reforzaba sus sentimientos.La mirada de Damien se desvió hacia Layonel, sentado a su lado, vestido con un esmoquin impecable y mirando por la ventanilla del vehículo en el que se dirigían hacia la celebración. Su amado se veía tan hermoso, con su oscuro cabello peinado hacia atrás, resaltando sus rasgos elegantes y serenos. La tenue luz que entraba por la ventana acentuaba la perfección de su perfil, y Damien sintió cómo su corazón latía con fuerza. Se preguntaba cómo alguien podía verse tan majestuoso sin siquiera intentarlo.Sin poder evitarlo, su mano se movió lentamente hasta rozar la de Layonel, bu
*—Damien:Mientras caminaban por el salón de la fiesta, Damien sentía una mezcla de nervios y determinación. No era solo una cuestión de formalidades; para él, esta era una oportunidad de reafirmar ante su familia quién era. Quería que todos supieran que él, un hombre abiertamente homosexual, podía tener una relación decente, seria y feliz, sin los estereotipos o prejuicios que algunos podían albergar.—Mis abuelos estarán en el salón principal, seguramente rodeados de todos —comentó Damien mientras entrelazaba su mano con la de Layonel, sintiendo el calor de su pareja, lo cual lo tranquilizaba un poco—. Estos no tienen problema con que Luc y yo seamos homosexuales, más bien, nos aceptan, pero esta es la primera vez que les presentaré a mi pareja —expresó dándole una mirada de amor a Layonel, quien asintió, apretando su mano en señal de apoyo.—No te preocupes, estaré a tu lado todo el tiempo —dijo Layonel con una sonrisa cálida, que calmó los nervios de Damien.Damien sonrió, sintien
*—Layonel:La expresión de Layonel se tornó pálida al ver a Corey en la fiesta, y su corazón se hundió al ver que Damien lo llevaba de la mano. ¿Qué hacía el exnovio de Damien allí?Sin pensarlo, Layonel se excusó apresuradamente con Uriel y salió tras ellos. Una vez afuera, los buscó con urgencia. El aire fresco de la noche apenas lo calmaba y sus pasos se apresuraban en busca de respuestas. Cuando finalmente los encontró, su corazón se detuvo por un momento al ver la escena dolorosa ante él: Damien estaba siendo besado por Corey.Layonel sintió como si un cuchillo le atravesara el pecho. Sabía que el beso había sido forzado y que Damien había tratado de detener a Corey, pero el dolor que sintió era insoportable y su corazón dolió más cuando Corey comenzó a hablar recalcando que Damien era suyo y que los padres de este nunca iban a aceptarlo. Cada palabra que Corey había pronunciado resonaba en su mente, afianzando una herida que se negaba a sanar.No entendía por qué esto le dolía t
*—Lay:Estaba tan feliz y dispuesto a darlo todo en su nuevo trabajo.Layonel Robbins, llamado cariñosamente Lay por sus amigos cercanos, había conseguido un empleo a tiempo completo y muy formal. Lay iba a ser el asistente de un gran empresario que tenía una larga cadena de clubes nocturnos, aunque el horario era loco por así decirlo y tenía que trabajar los fines de semana, Lay estaba dispuesto a todo con tal de conseguir un buen salario de forma honorable. La paga era muy buena y tenía la facilidad incluso de tener un trabajo a medio tiempo si deseaba, puesto que comenzaba a trabajar desde las seis de la tarde hasta las dos de la mañana, si, un loco horario, pero situaciones desesperadas necesitaban medidas igual de desesperadas.Sus padres habían muerto cuando era un adolescente y entre las deudas que estos dejaron, las deudas que había adquirido durante su juventud para pagar sus estudios y algunas deudas extras, lo habían agobiado tanto que había tenido en su momento como cuatro
*—Lay:Era un hombre que seguía siempre las reglas, puesto que odiaba que la gente lo señalara con el dedo y fallar no estaba en su vocabulario. Era por esto que siempre hacia lo que su jefe, Damien Bates, decía, incluyendo cumplir su pedido de siempre, aquel que solo sucedía los domingos cuando…—Te estoy esperando, Layonel —dijo Damien Bates fuertemente al ver que Layonel seguía en el mismo lugar luego de reportar su visita al Oscuro, el cual era el club nocturno para homosexuales que supervisaba cada domingo.Layonel hizo una mueca y le dio una mirada a su jefe, quien se veía impaciente y esperaba por este.No quería ceder, últimamente se estaba haciendo el difícil, pero era más porque su corazón no podía seguir soportando esto. Su jefe seguía dándole alas, pero a su vez, seguía desapareciendo cada noche con sus amantes.Ya no sabía que pensar.—Las reglas deben seguirse y recuerda que día es hoy, Layonel —insistió su jefe Damien con su profunda voz que hacía que cualquier que la e
*—Damien:¿Cuánto más podría aguantar?Su mano rodeó su grueso pene y comenzó a moverla por toda su hinchada longitud, masturbándose y sintiéndose maravillosamente bien. Había estado endurecido toda la noche, más bien, los domingos siempre pasaba lo mismo, pues era el día que tenía que hacer esa descabellada supervisión.¿Por qué se hacía esto? Aquel caliente chico estaba a su merced, pero era un maldito cobarde que no quería dar el paso y tomar lo que estaba en bandeja de plata.Layonel siempre le había interesado y su deseo por corromperlo cada día, mes y año que pasaba crecía considerablemente. Las ganas de empujarlo contra su escritorio y meter su polla contra su rosácea raja lo tenían desesperado. Tenía el culito más lindo que había visto en su vida y era por eso que siempre esperaba con ansias los domingos. Ver sus blanquecinas nalgas y su rosáceo agujero lo ponían a mil y las ganas de metérsela solo crecían cada vez que tenía que revisar si había sido o no mancillado en el Club
*—Lay:Sus días siempre eran muy tranquilos, Layonel podía decir que a pesar de las deudas y de que vivía en un sitio de perros, tenía una buena vida. El trabajo no exigía mucho de él y no tenía una gran vida social, por lo cual, vivía muy en paz.Tampoco se metía con nadie o al menos eso era lo que creía.Era un día normal de trabajo, era domingo por lo cual estaba otra vez supervisando en el Club Oscuro. Había hecho el inventario de las bebidas y de los alimentos, además de ello, había hecho un recorrido antes de que el club llegara a su apogeo, por lo cual ahora estaba en el bar tomando un trago ligero con Cameron, el manager de este.Miró hacia Cameron, quien era un hombre bastante alto de tez oscura gracias a su etnia mezclada entre afroamericano y latino. Cameron era más viejo que él, tenía 40 años y era homosexual. Este tenía otras tendencias de las cuales Lay no quería saber tantos detalles, pero a pesar de esto, eran buenos amigos. Más bien, Cameron se había convertido en su