*—Layonel:Después de quedarse solos, se dirigieron hacia la oficina de Damien. Este se sentó en su sillón ejecutivo detrás del escritorio, mientras Danny ocupaba la silla del otro lado. Damien abrió su maletín y sacó una carpeta, de la cual extrajo un contrato de trabajo. Sin decir una palabra, se lo pasó a Danny y comenzó a explicarle los detalles.Layonel, de pie a un lado como asistente y supervisor, observaba la escena con una mezcla de desconcierto y molestia. No podía evitar sentirse excluido. ¿Por qué Damien no le había mencionado nada antes y había mantenido todo esto en secreto? Mientras trataba de no mostrar su incomodidad, una mueca se formó en su rostro.No iba a quedarse callado por mucho tiempo. Estaba acostumbrado a estar al tanto de las decisiones importantes, especialmente cuando se trataba de los clubes que supervisaba día a día.—¿Qué te parece la suma? —preguntó Damien, sacando a Layonel de sus pensamientos.—Es demasiado elevada —respondió Danny, revisando el con
*—Layonel:Después de realizar el tour por los clubes nocturnos de Damien, Layonel condujo hacia la oficina. Allí se despidió del nuevo administrador, deseándole un buen fin de semana, y observó cómo Danny iba hacia su propio vehículo que había dejado estacionando frente al edificio. Anoto, mentalmente, conseguirle una plaza dentro del estacionamiento subterráneo. Layonel subió al ascensor con una meta clara en mente: exigir respuestas. Damien había mantenido todo esto en secreto, y eso le molestaba. ¿Acaso no le tenía confianza? Eran pareja y se suponía que deberían compartir todo, pero Damien hizo todo esto a sus espaldas y aunque no tenía que meter las narices del todo en esto, le enfadaba que, como su asistente personal y supervisor, no le dijera nada. Cuando entró en la oficina, su actitud era decidida y Damien se percató de su estado al instante.—¿Por qué no me dijiste que era ese hombre quien te sustituiría? —preguntó Layonel con firmeza.—¿Sorpresa? —respondió Damien, sin p
*—Damien:La relación estaba avanzando por buen camino. Layonel y él estaban en una etapa de confianza mutua, donde las conversaciones fluían con naturalidad y el vínculo entre ambos se fortalecía día a día. Damien sabía que no podría mirar nunca hacia otra persona que no fuera Layonel; seis años le hicieron darse cuenta de lo enamorado que estaba, de cómo cada momento a su lado solo reforzaba sus sentimientos.La mirada de Damien se desvió hacia Layonel, sentado a su lado, vestido con un esmoquin impecable y mirando por la ventanilla del vehículo en el que se dirigían hacia la celebración. Su amado se veía tan hermoso, con su oscuro cabello peinado hacia atrás, resaltando sus rasgos elegantes y serenos. La tenue luz que entraba por la ventana acentuaba la perfección de su perfil, y Damien sintió cómo su corazón latía con fuerza. Se preguntaba cómo alguien podía verse tan majestuoso sin siquiera intentarlo.Sin poder evitarlo, su mano se movió lentamente hasta rozar la de Layonel, bu
*—Damien:Mientras caminaban por el salón de la fiesta, Damien sentía una mezcla de nervios y determinación. No era solo una cuestión de formalidades; para él, esta era una oportunidad de reafirmar ante su familia quién era. Quería que todos supieran que él, un hombre abiertamente homosexual, podía tener una relación decente, seria y feliz, sin los estereotipos o prejuicios que algunos podían albergar.—Mis abuelos estarán en el salón principal, seguramente rodeados de todos —comentó Damien mientras entrelazaba su mano con la de Layonel, sintiendo el calor de su pareja, lo cual lo tranquilizaba un poco—. Estos no tienen problema con que Luc y yo seamos homosexuales, más bien, nos aceptan, pero esta es la primera vez que les presentaré a mi pareja —expresó dándole una mirada de amor a Layonel, quien asintió, apretando su mano en señal de apoyo.—No te preocupes, estaré a tu lado todo el tiempo —dijo Layonel con una sonrisa cálida, que calmó los nervios de Damien.Damien sonrió, sintiend
*—Layonel:La expresión de Layonel se tornó pálida al ver a Corey en la fiesta, y su corazón se hundió al ver que Damien lo llevaba de la mano. ¿Qué hacía el exnovio de Damien allí?Sin pensarlo, Layonel se excusó apresuradamente con Uriel y salió tras ellos. Una vez afuera, los buscó con urgencia. El aire fresco de la noche apenas lo calmaba y sus pasos se apresuraban en busca de respuestas. Cuando finalmente los encontró, su corazón se detuvo por un momento al ver la escena dolorosa ante él: Damien estaba siendo besado por Corey.Layonel sintió como si un cuchillo le atravesara el pecho. Sabía que el beso había sido forzado y que Damien había tratado de detener a Corey, pero el dolor que sintió era insoportable y su corazón dolió más cuando Corey comenzó a hablar recalcando que Damien era suyo y que los padres de este nunca iban a aceptarlo. Cada palabra que Corey había pronunciado resonaba en su mente, afianzando una herida que se negaba a sanar.No entendía por qué esto le dolía t
*—Damien:No sabía dónde estaba Layonel.Damien miró alrededor del salón, sintiéndose desesperado y frustrado. Un instante antes, Layonel estaba a unos pasos de él, y al siguiente, había desaparecido sin dejar rastro. Damien maldijo en voz baja, sintiendo cómo la ansiedad se apoderaba de él. Salió al aire libre de nuevo, la noche fresca, contrastando con el calor de su preocupación.Sacó su teléfono y trató de llamar al número de Layonel, pero pronto se dio cuenta de que no había visto a Layonel con su teléfono en ningún momento. Era probable que lo hubiera dejado en casa. Damien gritó de frustración y devolvió el teléfono a sus pantalones, sintiendo una creciente desesperación.Al menos Corey había desaparecido. Alguien había alertado a la seguridad del lugar, y el chico problemático había sido sacado de inmediato. Sin embargo, el problema con Layonel seguía sin resolverse, y eso lo atormentaba.Damien miró hacia el enorme jardín a un lado de la gran mansión de sus abuelos. En ese in
*—Layonel:La noche pasó sin más sobresaltos, y ambos disfrutaron de la compañía del otro, compartiendo momentos de paz y ternura. La ciudad dormía mientras el coche avanzaba por las calles iluminadas. Layonel, sentado en el asiento del copiloto, no podía evitar fijar su mirada en Damien, quien conducía de regreso al Pent-house que ambos compartían. La luz suave de los faros acariciaba el rostro de Damien, resaltando sus facciones con una serenidad que solo Layonel parecía ver.Layonel se permitió una pequeña sonrisa, sintiendo el peso de la conversación de esa noche, pero ahora con un nuevo sentido de alivio. Todo lo que había temido se desvanecía lentamente, y el amor de Damien lo cubría como un escudo protector.—Te estás quedando dormido —murmuró Damien, sin apartar la vista del camino, pero con una sonrisa juguetona en los labios.—Solo estaba pensando —respondió Layonel suavemente, aun con los ojos fijos en él—. En lo afortunado que soy de tenerte.Damien le lanzó una rápida mir
*—Layonel:Damien era, sin lugar a dudas, un obsesivo en la cama. Su control y su deseo de hacer que Layonel alcanzara el máximo placer no conocían límites. Con cada movimiento, con cada toque, dejaba claro cuánto lo anhelaba y cuánto lo adoraba.Las manos de Layonel se aferraron con fuerza a las sábanas con desesperación, sus gemidos resonando en la habitación, entrecortados por el placer que lo inundaba. Gritaba el nombre de Damien, una y otra vez, perdiéndose en las olas de éxtasis que lo atravesaban.En esos momentos, Damien tenía su cabeza entre las piernas de Layonel, su lengua recorriendo con habilidad el lugar más íntimo de su cuerpo. Layonel apenas podía pensar, sus caderas temblaban y su respiración se volvía cada vez más errática. Las palabras de Damien, dichas horas antes, resonaban en su mente: “Espero que estés preparado para lo que viene, Layonel”. Y ahora, más que nunca, eso se sentía como una verdad absoluta.Cada lamida, cada caricia, estaba cargada de deseo, Damien