*—Layonel:Recordó lo sucedido la noche antes.Layonel lo había dejado así sin más, no le escribió y tampoco le dejó una explicación, pero estaba seguro de que Gray se lo había comentado, ya que, esa misma noche que lo abandonó, el chico lo llamó para pedirle que le abriera la puerta, puesto que Damien había estado fuera de su cabeza. No sabía qué había pasado, pero aun cuando estaba curioso por saber, Layonel se aguantó las ganas y le hizo la mención a Gray de que no estaba allí esa noche, le dio el código de la puerta y lo dejó a su merced.Desde ese entonces, no sabía nada de Damien, ya que, en el trabajo, no iba y Layonel hacía sus reportes en soledad, enviándoselo todo por correo como siempre debió de ser.—Te dije que era una mala idea —escuchó que Uriel decía después de un largo silencio. —No empieces, Uriel —le regañó Cameron—. Hoy estamos aquí para darle apoyo, no para atacarlo, ¿recuerdas?Uriel hizo un mohín y Layonel escuchó cómo murmuraba muy por abajo un “lo siento”, pe
*—Layonel:El corazón de Layonel comenzó a latir frenéticamente en su pecho y tuvo que sentarse a tomar aire, porque este le faltó. ¿Por qué le llamaba? ¿Por qué ahora cuando decidía tomar la decisión de alejarse de él? Layonel maldijo en voz baja mientras miraba hacia el teléfono que seguía encendido con la llamada de su jefe.Debía de tomarla y ver que quería, como había dicho antes, tenía que hablar con él y mientras más temprano sucediera, mejor.Layonel se levantó y tomó la llamada, pero no habló, solo se quedó allí escuchando. —…—¿Estás ahí? —escuchó que Damien preguntaba con una voz muy ronca.Layonel pasó saliva.—Estoy aquí —decidió responderle y esperó por su respuesta mientras apretaba el teléfono en su mano y se ponía más tenso con cada segundo que pasaba. —¿Podemos hablar? —le preguntó Damien y Layonel no pudo evitar soltar una carcajada irónica.—¿Hablar? —salió de él con un tono burlón y se dijo que no debería actuar de esa forma, pero por más que trato de calmar su
*—Layonel:—Quiero disculparme —soltó Damien sorprendiendo a Layonel, mientras lo miraba a los ojos, viéndose muy sincero—. Acepto que te falle, que omití informaciones y que fui un imbécil —murmuró su jefe con tristeza para luego fruncir el ceño—. Sin embargo, dejarme así sin más fue muy bajo, Layonel —le reclamó y Layonel soltó un pesado suspiro.¿Era su culpa que lo hubiera dejado? El que actuó como un imbécil fue él. Layonel solo se cansó de su actitud. Se cruzó de brazos y lo miró con una expresión aburrida.—No me llamaste durante una semana y después que me fui, tampoco lo hiciste —le devolvió Layonel con un fuerte tono para luego encogerse de hombros—. No tienes derecho a culparme por ello, Damien —le espetó y su jefe abrió la boca sorprendido por su comentario, quizás por el tono o porque estaba siendo quizás grosero, pero vamos, quizás eran jefe y empleado, pero también eran amantes, aunque falsos, sin embargo, se habían besado y se habían tocado, bueno, Damien lo había toca
*—Layonel: Damien lo dejó ir y, ni bien las puertas del ascensor se cerraron, Layonel bajó la cabeza amargado. Sus lágrimas fluyeron por sus mejillas, sintiendo cómo todas sus emociones salían. Se sentía roto, triste, avergonzado y hasta fracasado. No creyó que su primer amor terminaría de esta manera, pero, en el fondo, se lo imaginó. Damien no era una persona de relaciones serias, con la lista de amantes que tenía, debió de haberse dado cuenta. ¿Acaso creía que iba a cambiar por él? ¡Ha! ¡Qué iluso! Layonel se pasó una mano por las mejillas, limpiándose las lágrimas. Era increíble que estuviera llorando por un hombre, se sentía avergonzado y furioso por dejar que Damien le afectará. Había otros peces en el mar mejores que él y superaría esto como todo lo que le había pasado en la vida. Cuando regresó a casa de Cameron, este estaba muy tranquilo en el sofá jugando con Benito, pero al verlo se percató de que había estado llorando. Layonel le sonrió y esperó a que Cameron pregunta
*—Layonel: Ante la pregunta. Layonel trató de mantener la compostura y que su sorpresa no se mostrará en su cara, pero demonios, pensando en el comentario que hizo, era obvio que debía de saber que Layonel no estaba viviendo con Damien. Se había olvidado de los secuaces que tenía siguiéndolos. —No siempre es así, señora Allison —murmuró Layonel manteniéndose calmado—. Entiendo que en cualquier relación puede suceder un engaño o un final, pero depende la pareja de ser respetuosa, fiel y de que ambos traten de resolver sus diferencias antes de tomar la decisión de romper —expresó, pero sabía que su comentario no ayudaría en nada. La señora Allison estaba enfadada porque Layonel estuviera allí esa noche y era obvio que trataría de crear una escena. La señora Allison soltó una carcajada irónica y movió la cabeza. —¿Cuál es tu precio? —lanzó la mujer sin ni una pizca de respeto. —¡Allison! ¡Madre! —exclamaron al unísono Freddy y Cindy, mientras que Albert se cubría la boca con la man
*—Layonel:Ya que planeaba quedarse la noche, fue a su vieja recámara rápidamente y revisó entre las cosas que dejó, como no usaba mucha ropa de diario, cuando tomó sus maletas hace tres días, se llevó todo porque no pensaba en regresar, así que lo único que consiguió fueron unos shorts que se le habían quedado en un cajón. Lo tomó y enfiló hacia el baño del pasillo. Antes de meterse al baño, volvió a verificar a Damien, pero este no parecía haber salido de su recámara. Layonel se duchó rápidamente con la puerta del baño abierta y con los oídos afinados con el fin de escuchar si Damien salía de su cuarto. Luego se colocó su short y, antes de regresar a su viejo cuarto, fue hacia el área de lavado. No quería estar solo en shorts y con el pecho al descubierto, y ponerse la ropa de antes no estaba en sus opciones, así que hurgó entre el cesto de ropa usada de Damien. Había una camiseta y la olisqueó para ver si olía a sudor, pero solo olía a colonia. Era como si Damien se la hubiera col
*—Layonel:Al fin estaba teniendo la oportunidad de hacer algo único con Damien y Layonel iba a aprovechar la oportunidad.Se inclinó hacia sus genitales y tomó el borde de su chándal para luego tirar de este hacia abajo. Damien parecía no tener tampoco ropa interior, porque ni bien empujó sus pantalones, su sexo salto al aire vigorosamente, dejando a Layonel con la garganta seca. ¡Dios mío! Su boca cayó abierta al ver su sexo y el grosor de este. Sabía que Damien tenía un gran paquete allí, lo había sentido antes, se había notado en sus ropas y era obvio por su gran altura, ya que su querido media cerca de dos metros y era bastante corpulento, pero demonios, no se había preparado para recibir algo como esto. Su pene era grueso y las venas se marcaban fuertemente, tenía un color más oscuro que su piel y su cabeza era de un intenso color canela. Layonel se relamió los labios al ver la gota clara en el orificio en su ancha cabeza y deseo retirarla con la lengua, pero dudó. —¿Has hecho
*—Damien:Las aguas estaban calmadas, por ahora.Después de lo que pasó el fin de semana en casa de sus padres y que Damien tuvo un colapso mental, Layonel había regresado a su lado. Al menos algo bueno había salido de ello, porque ese mismo día Damien decidió que no volvería a tratar con su madre. Estaba cansado de lo mismo y que en cada visita que hacía a su hogar de infancia, se sintiera atacado, y claro, se lo hizo saber a su padre al día después, cuando se vieron en la empresa y este aceptó su decisión sin rechistar.Sin embargo, a pesar de que eso pasó, como había dicho antes, algo bueno sí que sucedió. Damien se sintió lleno de alegría al rememorar la noche con Layonel. Había sido reconfortante que este se quedara a su lado durante su momento de tristeza, lo que hizo que su amor por él creciera aún más. Aunque temía que Layonel lo abandonara, ya que su relación era principalmente profesional y Layonel había sugerido que ese sería el final de su conexión, se sorprendió gratamen