*—Layonel:—Quiero disculparme —soltó Damien sorprendiendo a Layonel, mientras lo miraba a los ojos, viéndose muy sincero—. Acepto que te falle, que omití informaciones y que fui un imbécil —murmuró su jefe con tristeza para luego fruncir el ceño—. Sin embargo, dejarme así sin más fue muy bajo, Layonel —le reclamó y Layonel soltó un pesado suspiro.¿Era su culpa que lo hubiera dejado? El que actuó como un imbécil fue él. Layonel solo se cansó de su actitud. Se cruzó de brazos y lo miró con una expresión aburrida.—No me llamaste durante una semana y después que me fui, tampoco lo hiciste —le devolvió Layonel con un fuerte tono para luego encogerse de hombros—. No tienes derecho a culparme por ello, Damien —le espetó y su jefe abrió la boca sorprendido por su comentario, quizás por el tono o porque estaba siendo quizás grosero, pero vamos, quizás eran jefe y empleado, pero también eran amantes, aunque falsos, sin embargo, se habían besado y se habían tocado, bueno, Damien lo había toca
*—Layonel: Damien lo dejó ir y, ni bien las puertas del ascensor se cerraron, Layonel bajó la cabeza amargado. Sus lágrimas fluyeron por sus mejillas, sintiendo cómo todas sus emociones salían. Se sentía roto, triste, avergonzado y hasta fracasado. No creyó que su primer amor terminaría de esta manera, pero, en el fondo, se lo imaginó. Damien no era una persona de relaciones serias, con la lista de amantes que tenía, debió de haberse dado cuenta. ¿Acaso creía que iba a cambiar por él? ¡Ha! ¡Qué iluso! Layonel se pasó una mano por las mejillas, limpiándose las lágrimas. Era increíble que estuviera llorando por un hombre, se sentía avergonzado y furioso por dejar que Damien le afectará. Había otros peces en el mar mejores que él y superaría esto como todo lo que le había pasado en la vida. Cuando regresó a casa de Cameron, este estaba muy tranquilo en el sofá jugando con Benito, pero al verlo se percató de que había estado llorando. Layonel le sonrió y esperó a que Cameron pregunta
*—Layonel: Ante la pregunta. Layonel trató de mantener la compostura y que su sorpresa no se mostrará en su cara, pero demonios, pensando en el comentario que hizo, era obvio que debía de saber que Layonel no estaba viviendo con Damien. Se había olvidado de los secuaces que tenía siguiéndolos. —No siempre es así, señora Allison —murmuró Layonel manteniéndose calmado—. Entiendo que en cualquier relación puede suceder un engaño o un final, pero depende la pareja de ser respetuosa, fiel y de que ambos traten de resolver sus diferencias antes de tomar la decisión de romper —expresó, pero sabía que su comentario no ayudaría en nada. La señora Allison estaba enfadada porque Layonel estuviera allí esa noche y era obvio que trataría de crear una escena. La señora Allison soltó una carcajada irónica y movió la cabeza. —¿Cuál es tu precio? —lanzó la mujer sin ni una pizca de respeto. —¡Allison! ¡Madre! —exclamaron al unísono Freddy y Cindy, mientras que Albert se cubría la boca con la man
*—Layonel:Ya que planeaba quedarse la noche, fue a su vieja recámara rápidamente y revisó entre las cosas que dejó, como no usaba mucha ropa de diario, cuando tomó sus maletas hace tres días, se llevó todo porque no pensaba en regresar, así que lo único que consiguió fueron unos shorts que se le habían quedado en un cajón. Lo tomó y enfiló hacia el baño del pasillo. Antes de meterse al baño, volvió a verificar a Damien, pero este no parecía haber salido de su recámara. Layonel se duchó rápidamente con la puerta del baño abierta y con los oídos afinados con el fin de escuchar si Damien salía de su cuarto. Luego se colocó su short y, antes de regresar a su viejo cuarto, fue hacia el área de lavado. No quería estar solo en shorts y con el pecho al descubierto, y ponerse la ropa de antes no estaba en sus opciones, así que hurgó entre el cesto de ropa usada de Damien. Había una camiseta y la olisqueó para ver si olía a sudor, pero solo olía a colonia. Era como si Damien se la hubiera col
*—Layonel:Al fin estaba teniendo la oportunidad de hacer algo único con Damien y Layonel iba a aprovechar la oportunidad.Se inclinó hacia sus genitales y tomó el borde de su chándal para luego tirar de este hacia abajo. Damien parecía no tener tampoco ropa interior, porque ni bien empujó sus pantalones, su sexo salto al aire vigorosamente, dejando a Layonel con la garganta seca. ¡Dios mío! Su boca cayó abierta al ver su sexo y el grosor de este. Sabía que Damien tenía un gran paquete allí, lo había sentido antes, se había notado en sus ropas y era obvio por su gran altura, ya que su querido media cerca de dos metros y era bastante corpulento, pero demonios, no se había preparado para recibir algo como esto. Su pene era grueso y las venas se marcaban fuertemente, tenía un color más oscuro que su piel y su cabeza era de un intenso color canela. Layonel se relamió los labios al ver la gota clara en el orificio en su ancha cabeza y deseo retirarla con la lengua, pero dudó. —¿Has hecho
*—Damien:Las aguas estaban calmadas, por ahora.Después de lo que pasó el fin de semana en casa de sus padres y que Damien tuvo un colapso mental, Layonel había regresado a su lado. Al menos algo bueno había salido de ello, porque ese mismo día Damien decidió que no volvería a tratar con su madre. Estaba cansado de lo mismo y que en cada visita que hacía a su hogar de infancia, se sintiera atacado, y claro, se lo hizo saber a su padre al día después, cuando se vieron en la empresa y este aceptó su decisión sin rechistar.Sin embargo, a pesar de que eso pasó, como había dicho antes, algo bueno sí que sucedió. Damien se sintió lleno de alegría al rememorar la noche con Layonel. Había sido reconfortante que este se quedara a su lado durante su momento de tristeza, lo que hizo que su amor por él creciera aún más. Aunque temía que Layonel lo abandonara, ya que su relación era principalmente profesional y Layonel había sugerido que ese sería el final de su conexión, se sorprendió gratamen
*—Damien:Cuando Luc se fue, Damien soltó un pesado suspiro y miró hacia Uriel que se servía otro vaso con Whisky. —¿Qué tal tú? —le preguntó a Uriel para saber sobre su vida y sus últimas andanzas—. ¿Algún tipo que te llame la atención?Uriel soltó una carcajada y movió la cabeza.—Yo no tengo esa suerte —murmuró Uriel haciendo una mueca después y apuró el vaso con whisky. Si seguía tomando, iba a emborracharse. Uriel le dio una mirada—. He sido castigado, Damien —expresó con un tono triste, volviendo a servirse otro vaso. —No digas eso, Uriel —respondió Damien y se puso de pie para sentarse al lado de Uriel en el mismo sofá. Le pasó un brazo por los hombros y lo acercó a él. Notó que Uriel estaba más delgado que la última vez que se vieron—. ¿Qué está pasando? —quiso Damien saber. Ahora comenzaba a preocuparse. Viendo la forma en la que Uriel estaba, solo significaba una cosa—. ¿Acaso viste a Danny? —preguntó el nombre de su viejo amigo y Uriel se enfadó.—¡No me hables de Danny!
*—Damien:De alguna forma, el encuentro afectó a Damien, quien se dejó llevar por el alcohol y cuando recuperó un poco el conocimiento, estaba de regreso en el cuarto privado de Luc sobre el sofá. Damien miró hacia la mesa para ver botellas de alcohol sobre esta. ¿Cuándo se había movido hacia allí? ¿Cuánto había bebido?Trató de sentarse, pero su cabeza le daba vueltas y Damien maldijo mientras cerraba los ojos. Layonel iba a enfadarse cuando viniera a encontrarse con él por haber tomado de más sin necesidad. Damien no sabía qué le pasó, pero una copa lo había llevado a otra y ahora estaba un poco borracho.—¿Un jueves? —escuchó que alguien decía y Damien alzó la cabeza rápidamente para ver a Layonel del otro lado del sofá. Layonel estaba con las piernas cruzadas y sentado cómodamente en este. Se veía como que llevaba tiempo allí.—¿Qué? ¿Cuándo llegaste? —quiso saber Damien colocándose derecho en el asiento y sintiendo el estómago hecho una mierda. —Hace como… —Layonel alzó la muñec