35

*—Layonel:

—Quiero disculparme —soltó Damien sorprendiendo a Layonel, mientras lo miraba a los ojos, viéndose muy sincero—. Acepto que te falle, que omití informaciones y que fui un imbécil —murmuró su jefe con tristeza para luego fruncir el ceño—. Sin embargo, dejarme así sin más fue muy bajo, Layonel —le reclamó y Layonel soltó un pesado suspiro.

¿Era su culpa que lo hubiera dejado? El que actuó como un imbécil fue él. Layonel solo se cansó de su actitud. Se cruzó de brazos y lo miró con una expresión aburrida.

—No me llamaste durante una semana y después que me fui, tampoco lo hiciste —le devolvió Layonel con un fuerte tono para luego encogerse de hombros—. No tienes derecho a culparme por ello, Damien —le espetó y su jefe abrió la boca sorprendido por su comentario, quizás por el tono o porque estaba siendo quizás grosero, pero vamos, quizás eran jefe y empleado, pero también eran amantes, aunque falsos, sin embargo, se habían besado y se habían tocado, bueno, Damien lo había toca
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