En la mansión del ruso, Dante estaba en el despacho con Sergey y su hermano. Tomándose una Copa y fumando. Aún no le había llegado ninguna información de la americana y no podía saber nada de ella, solo su nombre. Su decisión de secuestrarla ya estaba tomada, Dante la mandó a vigilar y saber sus movimientos.
—¿Saldremos hoy, putitas? — preguntó Sergey, los hermanos me miraron.—Por mi si. — respondió Dimitri. —Un poco de fiesta, no viene mal.—Yo también me apunto. — los chicos sonrieron.El teléfono de Dante sonó y vio un mensaje de su escolta, abrió el mensaje y vio una fotografía de Eli vestida saliendo de casa."Saldrá de fiesta."Leyó el mensaje de su escolta, Dante no respondió, directamente le llamó.—¿Sabés dónde saldrá? — preguntó yéndose al balcón.—No, señor, pero la seguiré y luego le informo. —Perfecto. — colgó.Entró al despacho guardando su teléfono.—Yo me voy a la ducha. — dijo saliendo de allí sin dejar responder a los chicos.Llegó a su dormitorio y se fue al baño. Hoy Eli sería secuestrada, ya estaba todo cómo él lo quería, Hoy ella estaría en su casa y sería suya.Cuando acabó de ducharse, se fue al clóset y escogió un traje color gris de rayas finas y blancas, camisa blanca y zapatos italianos.En el club las chicas estaban en la barra, sentadas. Eli pidió Jagger con Red Bulls y Abby lo mismo. Eli tenía que beber con cuidado y no pasarse de la raya, Abby la cogió de la mano y se la llevó a la pista. Con la canción de Jason Derulo, empezaron a bailar. Desde la zona VIP que estaba arriba, Dante la observaba. Se ponía duro, con solo ver que ese vestido marcaba sus glúteos y se notaba que llevaba tanga. Mordió su labio con lujuria, al imaginarla follandola.No la quitaba la vista de encima, la vio adentrarse a los pasillos que daban al baño, Dante miró a su escolta y el chico entendió y se fue tras de ella. Dante miró su reloj y en pocas horas, Eli estaría en su casa.Eli salió del baño y chocó con un cuerpo duro, miró y vio a un hombre moreno y por un momento recordó cuando chocó con el ruso.—Disculpe. — se disculpo ella apenada.—No se preocupe, esto está abarrotado. — respondió el joven.—Si, pero no está mal salir un poco. — él sonrió y asintió.—Estoy de acuerdo. — ella sonrió. —¿A qué hora te irás?—Pues sobre las seis de la mañana. — él volvió asentir. —Ahora tengo que volver. — se alejó del joven y volvió son su amiga.El joven caminó hasta dónde estaba Dante y se puso a su lado. Dante acercó su cabeza para escuchar lo que iba a decir su escolta.—A las 6:00 saldrán de aquí. — Dante asintió.—Quiero a todos en sus puestos y sin que nadie os vea cogerla. — el joven asintió.—Señor, no está sola ¿Que hacemos con la amiga? — preguntó.—Cogerla también, dormirlas y quiero a la castaña en mi habitación. — ordenó.—Si señor, le diré a los demás. — se fue de allí y fue a informar a sus compañeros.Dante estaba más que feliz, la tendría y de hoy no pasaría. Eli, era su veneno y la vez su antídoto, era como una droga para él. Ella se había metido en su cabeza, siendo la dueña de su tortura.Dante colocó un poco de polvo blanco encima la mesa y esnifo la cocaína. Poco después, sus ojos estaban demasiados abierto y sus pupilas dilatadas.Seis de la mañana y Dante sabía que seguramente sus hombres estaban haciendo su trabajo y volvió a mirar el reloj.Eli salía de la discoteca con su amiga entre risas, se alejaba del lugar. Hasta que un auto negro paró frente a ella, salieron varios hombres, ellas querían correr pero fue demasiado tarde. Un hombre cogió a Eli por detrás, las puso un trapo en la boca, ellas luchaba, pero quedaron dormidas y las metieron en la furgoneta.Uno de ellos escribió a Dante.El teléfono de Dante sonó y él lo miró."Ya las tenemos, señor.""Perfecto, no las hagan daño, no se tocan ninguna." le advirtió"Si, señor."Horas después, Eli abrió sus ojos algo aturdida. El dolor de cabeza que tenía, la hizo hacer una mueca de dolor. Cuando abrió sus ojos, se dio cuenta que no era su habitación, ni su cama. La habitación era demasiado grande, miró toda la habitación con atención. Era elegante, con toques beige y blancos. Con cuidado se levantó de la cama y fue hasta el balcón y vio un jardín enorme y mu
Eli se había quedado petrificada, la confesión del ruso la dejó en shock. No tenía pinta de mafioso, pero como dice el dicho: "las apariencias engañan." Pero el hombre que le gustaba era mafioso y eso no seria bueno, ella había escuchado mucho sobre la mafia y sabía que era peligro. No sabía si llorar o tranquilizarse, ¿Por qué le pasaba esto a ella? ¿Por qué el hombre que le gustaba, era mafioso? —¿Me matarás? ¿Me violaras? —preguntó. —¿Me venderás? — Dante negó, iba acercarse, pero ella retrocedió. —No te acerques, solo contéstame.—No te haré nada de eso. — respondió sincero. —No te haré daño, sé que tal vez cometí el error de secuestrarte, pero no sabía cómo conquistarte. — ella sonrió con ironía.—Esa excusa es muy mala. — exclamó. —Te hubieras acercado como todo el mundo, pidiéndome el número o invitándome a comer. —Eso no se cómo va, lo olvidé. — Siseó. —No te haré daño, Eli. Solo déjame acercarme a ti y conquistarte.—Eso es imposible. — él negó. —Si, yo solo te puedo ofrec
—¿Qué pasa? — preguntó cerrando la puerta.—Secuestraste a la chica, sin mirar su informe antes. — exclamó serio. —Solo recemos, para que no la dé un infarto.—¿Por qué dices eso? —preguntó ya furioso.—Léelo. — le lanzó el papel y Dante lo cogió.«Elisabeth Watson, nació en Nueva York. Su padre es el dueño de las empresas de arquitectura más famosa de la ciudad, hace 3 años su hermano murió en un accidente de tráfico. Eli fue diagnosticada con problemas de corazón, hace los 10 años, tiene una falla cardíaca, cada vez su salud empeora más y necesita un transplante de corazón. Al estar tanto tiempo en espera, desgraciadamente, Elisabeth tiene 6 meses de vida. La chica, disfruta de sus últimos meses de vida viajando.» Lo leyó para él.Dante releía el papel, ella estaba enferma, por eso ella le había dicho lo de la amistad, lo de envejecer juntos. ¡Dios! La había quitado su libertad. Llamadle egoísta, pero no quería dejarla.—¡¿Sabés lo qué has hecho?! —gritó Dimitri y Dante se impresio
Si en él, estaba en hacerla vivir, lo haría sin importarle el dinero, la quería en su vida.Se levantó del césped y se metió dentro. Caminó hasta su habitación, cuando entró vio a Eli en el balcón mirando la parcela. Se acercó a ella y cuando Eli se dió la vuelta, vio a Dante de rodillas con la mirada puesta en el suelo.—Dante, ¿qué haces? — preguntó, ella extrañada.—Perdóname, jamás imaginé que estuvieras enferma. —confesó, Eli se agachó a su alturas y le cogió de la ambas mejillas para que la mirará. Eli vio los ojos de Dante, cristalizados.—Dante cometiste un error, pero estoy bien. — él negó—No lo estás, tienes tus días contados. —exclamó. —No me digas que lo estás, cuando no es así, yo te quité tu libertad.—Dante, no me has quitado nada. — él asintió. —Estoy enferma, pero viviré al máximo.—No me digas eso. —él la miró y acarició su mejilla. —Yo conseguiré un corazón. —ella abrió sus ojos como platos, sus ojos se cristalizaron.—Dante, es imposible. — él sonrió de lado.—Ten
Dante llegó a su despacho y no había nadie, su amigo talvez se había ido y Dimitri aún seguiría enfadado. Pero tenía razón, el ruso se dejaba llevar por sus impulsos y no pensaba. Pero ella le había dado una oportunidad y no iba a desperdiciarlo.Poco después la puerta de su despacho fue abierta y Dante miró y abrió sus ojos como platos. Jamás esperaba esa visita, después de todo, volvió como si nada hubiera hecho. Ella volvió como si fuera la dueña de la casa y ese derecho lo perdió hace mucho y jamás lo recuperará, él no olvida ni perdona.—¿Qué haces aquí? ¿Cómo has estrado? — preguntó, con reproche y ella caminó hasta él.—Cariño, he vivido aqui durante años, conozco este lugar muy bien. — respondió con una sonrisa.—¿A qué has venido? — preguntó serio.—A recuperar a mi prometido y mi hogar. —Dante se carcajeo.—Exprometido y este hogar lo perdiste cuando decidiste plantarme. — ella tragó saliva. —Ahora Vete.—He venido a recuperarte y no me iré. — Siseó. —Tú eres mío, sé que aú
El plan de Eli había comenzado y rezaba para que saliera bien y no cometer un error. El plan lo había planeado muy bien, Dante era peligroso, un mafioso. Pero no un mafioso cualquiera, era el mismísimo líder. Ella tenía que fingir que no le importaba, que le aceptaba. El beso la gustó, aunque fuera los únicos Besos que haya probado. No podía negar que los besos del ruso, la encantó. Pero ella no se iba a quedar con un mafioso, no confiaba en él y sabiendo todo lo que leyó sobre ellos. Eli quería volver a su país, junto a sus padres.Cuando habló con Abby, ambas lo planearon y Dante la creyó. Su plan de huir, sería en el momento que ellas salieran y una buena excusa para salir.Talvez Dante de portó bien con ella, pero eso no quita que fuera secuestrada. La quitó su libertad y no iba a vivir lo que le quedaba de vida, con un mafioso encerrada en esa casa.Dante y Eli, metidos en el despacho. Después de que apareciera su ex prometida, el ruso no imaginó verla. Después de lo que le hizo
—Si aún la quieres, puedes darle una segunda oportunidad. —ella salió del despacho, dejando a Dante solo y con su cabeza echa un lío.¿Él quería volver con ella? No, no quería. Quería vengarse por todo lo que le hizo, pero tampoco solucionaría nada, Danielle es su pasado y ahí debe quedarse. Ella le dejó por otro, ahora que no vuelva pidiendo un puesto que ella perdió hace años.Eli, talvez sería su solución, pero ¿Estaría utilizándola? No se sabría si era utilizada o volver a querer. Estaba claro que Eli tenía carácter y él fue testigo de verlo cuando la tiró el zumo. Una sonrisa se dibujó en sus labios al volver a recordarlo. Eli era de temer con su genio, y solo vio eso.Dante se levantó de la silla y salió del despacho en busca de la americana, en el salón no estaba, subió las escaleras y caminó por el pasillo, hasta dar con su habitación. Cuando abrió, vio a la castaña sentada en el balcón leyendo un libro, el ruso cerró la puerta y caminó hasta ella. Eli notó la presencia del r
Ella salió del cuarto y fue a donde su amiga, entró y la vio metida en la cama y Eli se acercó. —Hola. — saludo Abby.—Hola, en dos días nos vamos. — Abby asintió, ella también quería irse y no iba a dejar a su amiga sola. —Volveremos a Nueva York.—A nuestro hogar. — terminó con melancolía, Eli se tumbó y abrazadas se quedaron viendo la tele.Dante, junto a su hermano y Sergey, salieron de la mansión para ir al club. Necesitaba estar lejos de casa y respiras aíre puro. Dante, desde que vio a su ex, no podía de dejar de pensar en ella y no sabía porque. Aunque Dante lo negara, sentía algo por ella, volver a verla, le conmovió el alma y no sabía si eso era bueno o malo.—Danielle a vuelto. — los chicos le miraron sorprendidos. —A estado en la mansión.—¿Qué pasa? — Preguntó Dimitri. —¿La vas a perdonar? —No, jamás. — respondió rápido. —Apareció de repente, no quiero volver con ella.—Menos mal, tú eres capaz de perdonarla. — habló Sergey. —Ella perdió todo cuando se largó.—Dijo que