Si en él, estaba en hacerla vivir, lo haría sin importarle el dinero, la quería en su vida.Se levantó del césped y se metió dentro. Caminó hasta su habitación, cuando entró vio a Eli en el balcón mirando la parcela. Se acercó a ella y cuando Eli se dió la vuelta, vio a Dante de rodillas con la mirada puesta en el suelo.—Dante, ¿qué haces? — preguntó, ella extrañada.—Perdóname, jamás imaginé que estuvieras enferma. —confesó, Eli se agachó a su alturas y le cogió de la ambas mejillas para que la mirará. Eli vio los ojos de Dante, cristalizados.—Dante cometiste un error, pero estoy bien. — él negó—No lo estás, tienes tus días contados. —exclamó. —No me digas que lo estás, cuando no es así, yo te quité tu libertad.—Dante, no me has quitado nada. — él asintió. —Estoy enferma, pero viviré al máximo.—No me digas eso. —él la miró y acarició su mejilla. —Yo conseguiré un corazón. —ella abrió sus ojos como platos, sus ojos se cristalizaron.—Dante, es imposible. — él sonrió de lado.—Ten
Dante llegó a su despacho y no había nadie, su amigo talvez se había ido y Dimitri aún seguiría enfadado. Pero tenía razón, el ruso se dejaba llevar por sus impulsos y no pensaba. Pero ella le había dado una oportunidad y no iba a desperdiciarlo.Poco después la puerta de su despacho fue abierta y Dante miró y abrió sus ojos como platos. Jamás esperaba esa visita, después de todo, volvió como si nada hubiera hecho. Ella volvió como si fuera la dueña de la casa y ese derecho lo perdió hace mucho y jamás lo recuperará, él no olvida ni perdona.—¿Qué haces aquí? ¿Cómo has estrado? — preguntó, con reproche y ella caminó hasta él.—Cariño, he vivido aqui durante años, conozco este lugar muy bien. — respondió con una sonrisa.—¿A qué has venido? — preguntó serio.—A recuperar a mi prometido y mi hogar. —Dante se carcajeo.—Exprometido y este hogar lo perdiste cuando decidiste plantarme. — ella tragó saliva. —Ahora Vete.—He venido a recuperarte y no me iré. — Siseó. —Tú eres mío, sé que aú
El plan de Eli había comenzado y rezaba para que saliera bien y no cometer un error. El plan lo había planeado muy bien, Dante era peligroso, un mafioso. Pero no un mafioso cualquiera, era el mismísimo líder. Ella tenía que fingir que no le importaba, que le aceptaba. El beso la gustó, aunque fuera los únicos Besos que haya probado. No podía negar que los besos del ruso, la encantó. Pero ella no se iba a quedar con un mafioso, no confiaba en él y sabiendo todo lo que leyó sobre ellos. Eli quería volver a su país, junto a sus padres.Cuando habló con Abby, ambas lo planearon y Dante la creyó. Su plan de huir, sería en el momento que ellas salieran y una buena excusa para salir.Talvez Dante de portó bien con ella, pero eso no quita que fuera secuestrada. La quitó su libertad y no iba a vivir lo que le quedaba de vida, con un mafioso encerrada en esa casa.Dante y Eli, metidos en el despacho. Después de que apareciera su ex prometida, el ruso no imaginó verla. Después de lo que le hizo
—Si aún la quieres, puedes darle una segunda oportunidad. —ella salió del despacho, dejando a Dante solo y con su cabeza echa un lío.¿Él quería volver con ella? No, no quería. Quería vengarse por todo lo que le hizo, pero tampoco solucionaría nada, Danielle es su pasado y ahí debe quedarse. Ella le dejó por otro, ahora que no vuelva pidiendo un puesto que ella perdió hace años.Eli, talvez sería su solución, pero ¿Estaría utilizándola? No se sabría si era utilizada o volver a querer. Estaba claro que Eli tenía carácter y él fue testigo de verlo cuando la tiró el zumo. Una sonrisa se dibujó en sus labios al volver a recordarlo. Eli era de temer con su genio, y solo vio eso.Dante se levantó de la silla y salió del despacho en busca de la americana, en el salón no estaba, subió las escaleras y caminó por el pasillo, hasta dar con su habitación. Cuando abrió, vio a la castaña sentada en el balcón leyendo un libro, el ruso cerró la puerta y caminó hasta ella. Eli notó la presencia del r
Ella salió del cuarto y fue a donde su amiga, entró y la vio metida en la cama y Eli se acercó. —Hola. — saludo Abby.—Hola, en dos días nos vamos. — Abby asintió, ella también quería irse y no iba a dejar a su amiga sola. —Volveremos a Nueva York.—A nuestro hogar. — terminó con melancolía, Eli se tumbó y abrazadas se quedaron viendo la tele.Dante, junto a su hermano y Sergey, salieron de la mansión para ir al club. Necesitaba estar lejos de casa y respiras aíre puro. Dante, desde que vio a su ex, no podía de dejar de pensar en ella y no sabía porque. Aunque Dante lo negara, sentía algo por ella, volver a verla, le conmovió el alma y no sabía si eso era bueno o malo.—Danielle a vuelto. — los chicos le miraron sorprendidos. —A estado en la mansión.—¿Qué pasa? — Preguntó Dimitri. —¿La vas a perdonar? —No, jamás. — respondió rápido. —Apareció de repente, no quiero volver con ella.—Menos mal, tú eres capaz de perdonarla. — habló Sergey. —Ella perdió todo cuando se largó.—Dijo que
Cuando llegaron al centro comercial, las chicas bajaron con el muchacho siguiendolas. En el momento que él estuviera distraído, se escaparían. Fueron a la zona de baños e íntimas y vieron las de tampax, Eli lo cogió. De vez en cuando, Abby miraba al chico, para ver cuándo se irían.Vieron al chico distraído y corrieron para salir de allí, corrieron sin parar hasta la salida. Cuando llegaron fuera , se alejaron del centro comercial. Una furgoneta negra, paró frente a ellas y las cogieron, tapandolas la boca. El coche arrancó y se alejaron de zona.Las chicas asustadas, mirando todo, cuando vieron al final de la furgoneta, abrieron sus ojos como platos. El Rubio estaba ahí, Dante las miraba con ira, miró a Eli y se sintió traicionado. Pero ya no sería bueno con ella, sería serio y no la dejaría salir.—Dante...—No quiero escucharte. — la interrumpió —He sido bueno y me has traicionado. —Yo no quería, de verdad. — sus lágrimas bajaban, Eli ya no veía es ternura en los ojos de Rubio. —P
La confesión de Eli le enfureció, saber que por poco ella pudo morir por la loca de su ex. Volvió con ella, pero le era infiel, cuando follaba con ella, se imaginaba a Eli, Danielle ya no le importaba.Daba vueltas por el despacho como un león enjaulado, la furia que tenía encima le mataba, quería coger a Danielle del cuello y degollarla.La puerta se abrió y el momento había llegado, respiró hondo y se giró, vio con la rabia a la mujer. Ella tembló al verle así.—Cariño, ¿Qué pasa? — intentó acariciarlo pero él la cogió del cuello estrangulándola. —¿¡Qué pasa!?—Eres la mujer más falsa y rastrera que conozco. — habló con los dientes apretados. —Vas de valiente y te metes con una mujer enferma. No vales nada, Danielle, ni siquiera para puta vales.—¡No voy a permitir que me faltes el respeto! — gritó esterica.—¡Cállate! ¡No vuelvas a gritarme puta asquerosa! — alzó la voz. —Te lo advertí, que ella no se tocaba y lo hiciste.—¡Ella miente! — Dante se rió con sarcasmo. —Ella está celos
Eli miraba por la ventana, el único aire que respiraba era desde su balcón, Dante la prohibió salir de la mansión. Solo al jardín, por su problema cardíaco , el aire le venía bien y más si no había contaminación. El humo del tabaco, de los coches, etc. Empeoraría su salud. Aunque Dante fuera mafioso, era tierno y cariñoso, con un carácter de mierda, pero era bueno. Por fuera podría ser destructivo y serio, pero realmente, tenía corazón. A ella jamás la trató mal , ni la obligó a nada, no la tocó. Solo sufrió, cuando lo vio con ella, le gustaba Dante y eso era notable.Dimitri se había ido y no dijo nada, Sergey y Dante estaban en el balcón sentados. Sergey conoció a Dante hace unos años, cuando pisó tierra rusa. Él la ayudó y se hicieron amigos. Dante, vio a su amigo pensativo.—¿Todo está bien? —Rompio el silencio el ruso.—Pienso en mi hermana. — Dante se quedó descolocado, no sabía que su amigo tuviera una hermana. —Está enferma.—¿Tienes una hermana? — repitió. —No me dijiste nada