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Archie no se puede controlar, su cólera lo domina con unos celos enfermizos, pero las ganas que tiene de besarla son jodidamente incontrolables. Mira sus labios y luego aquel color de ojos que son como si le lanzaran un hechizo; lo tiene atrapado. Vuelve a bajar su mirada a los labios de Kiara y la pobre chica está que se muere de la tentación al tenerlo a escasos centímetros. El pecho de Kiara sube y baja porque su respiración está agitada.—¿Por qué tu cuerpo me dice otra cosa? No te quieres ir de mi lado —dice Archie.—Señor… no hagas las cosas más difíciles… usted es difícil de entender —le responde Kiara mientras lo mira los labios, los cuales se ponen entreabiertos porque necesitan recibir atención.—Reconozco que… —dice Archie, para él es sumamente difícil abrir su corazón a una mujer.—¿Reconoce… qué? —Kiara está ansiosa; ella es tan buena que si en este momento reconoce que se equivocó, lo perdonará.Archie cierra los ojos por un segundo; es indignante que se le haga un nudo
Kiara salió del ascensor y se dirigió al auto que los llevaría hacia la mansión de su familia. Su madre y padre hablaban sobre la unión de las dos familias, de lo beneficioso que era que su hija estuviera casada con el hombre más cotizado de los Villarreal y que todo hubiera salido a la perfección. Kiara se sentía como una mercancía que se estaba intercambiando, y eso hizo que el camino a casa se hiciera más largo. Ni siquiera le preguntaron a ella cómo estaba, nada, solamente hablaban de Cloe con orgullo.Al llegar a la mansión, Kiara bajó rápidamente del auto, no quería escucharlos más, necesitaba buscar a Lia y saber que ella estuviera bien. —¡Kiara!— Su padre la llamó con autoridad. Ella tuvo que detenerse. —Ven aquí, jovencita— le ordenó, y ella con impotencia se acercó a él, ya estaban en la sala principal.—¿Qué deseas, padre? —preguntó Kiara.—¡Mírame a los ojos! —fue su orden, y Samantha estaba al lado de su esposo. Kiara se sintió humillada. Aun así, alzó su mirada y lo miró
—Madre... —Archie la mira con asombro.—Señora Villarreal, bienvenida a nuestra casa—. Cloe le sonríe mostrando emoción por su presencia. —¿Quiere beber algo? ¿Qué le apetece?—¡Lo único que me apetece es no escuchar tu voz! ¡Archie, vamos a hablar y esta vez no tendrás salida! —Johana lo mira con desdén.—Vamos al despacho—. El hombre está al borde de la presión. Madre e hijo se van al despacho, mientras que Cloe está sorprendida por la forma en que su suegra le habló.En el despacho.—Madre, ¿qué haces aquí? —Johana lo mira con desdén y luego le da una fuerte bofetada que lo deja atónito.—¡Madre...! —Acaricia su mejilla ardiente.—¡Tú me respetas! ¡Y no permito que se pisotee a nuestra familia!—Las cosas no son así, tengo una explicación.—¡Callate! Porque tengo muchas ganas de quitarme el taco y darte en la cabeza por tonto—. Le habla con dureza. —¡Te has casado! ¡Eres mi hijo y te has casado! —Le aplaude. —¡Te has casado con una sin mi consentimiento! Cuando es lo primero que le
—¿En qué más le puedo ayudar, señor abogado?— Cloe le sonríe ampliamente y él la mira con extrañeza. —¿Todo bien, abogado Nguyen?——Que pase una feliz tarde, señora Watson—. Le sonríe con hipocresía.—Igualmente—. Cloe le sonríe y se da la vuelta, rodea los ojos para luego seguir su camino.—Algo extraño está pasando— musita. —Mi abuelo tiene razón—. Se queda mirando a Cloe hasta que la pierde de vista.Kiara llega de la universidad. Es el día de la dichosa fiesta y es algo que no le agrada porque siempre le toca hacer mucho trabajo y lo peor de todo es que Reyes va a asistir. Ella le dejó muy en claro sus sentimientos, pero él insiste y hasta a sus mejores amigos se les hace raro el interés del joven. La vida de Kiara ya no es la misma. El no ver más a Lia y haber pasado tiempo con Archie es algo que cambió su vida, haciéndola más fría y haciendo que esa sonrisa que la caracteriza haya desaparecido. Lo radiante que eran sus ojos se ha opacado por la tristeza que ocasionaron los cambi
Kiara está en la habitación de su madre, bailando al compás de la música con el palo de la escoba. Cada vez que hay fiesta en la mansión Watson, se emociona mucho, aunque la hagan a un lado y no pueda asistir como la Watson que es, sino como una empleada más para su propia familia. A pesar de que no tiene los mismos privilegios de su hermana Cloe, su espíritu de valentía no se apaga. Ella es estudiosa y una chica amable, aunque con carácter fuerte cuando es necesario para defenderse de sus amigos de la universidad. Kiara viste como niño porque ni vestimenta le compran, así que debe ponerse lo que deja su mejor amigo.De repente, unos aplausos exagerados la sacan de sus pensamientos, donde ella imaginaba que era una princesa con un espectacular y reluciente vestido. Al abrir sus ojos café con destellos dorados, se percata de que es su hermana.—Cloe… —sus mejillas se ruborizan.—¿En qué tanto piensas, hermanita? —la mira con seriedad, dejando de aplaudir, y se acerca para apagar el equ
—¡Ups…! —Cloe deja caer el cabello al suelo y luego, muy satisfecha, se aparta de su hermana.—¿Cómo… cómo pudiste? —pregunta con los ojos llorosos, mirando al suelo donde está su larga melena esparcida.—Sabes, me he equivocado, con el cabello corto te ves horrorosa —sonríe a carcajadas—. Sigo siendo hermosa…—¿Qué está pasando aquí? —la señora Watson ingresa a la habitación de Kiara, la cual le parece desagradable.—Madre… —Cloe la mira esbozando una sonrisa de complicidad.—¡¡Kiara, te has cortado el cabello!! —la reprende—. ¡Es notable que envidias a tu hermana!—No, madre… yo no me lo corté, ella…—¡Silencio! ¡Cada vez me decepcionas más! —la mira con desdén—. ¡Cloe, ve a organizarte, tienes un compromiso por cumplir! Y tú, Kiara —la señala—, espero que por primera vez en tu vida seas una Watson —se retira sin permitirle a Kiara darle una explicación, contar la verdad de los hechos.—Aprovecha la oportunidad, hermanita —lo dijo burlona y se dirige a la habitación.—¡Cloe! —la men
Archie Villarreal, joven apuesto de cabello rubio oscuro, ojos cafés oscuros, cuerpo tonificado, está en el rincón de la habitación, sentado de manera varonil en el sillón que queda cerca de la ventana. La oscura habitación es iluminada por la luz de la luna que se filtra suavemente a través de las finas cortinas blancas. El hombre está fumando un cigarrillo para apaciguar su furia hacia la familia Watson, hacia la chica que será su prisionera. Ansioso por hacerle pagar su burla, tiene su mirada clavada hacia la puerta, su mirada es como un fuego ardiente que aumenta al verla abrirse y ver la figura de su escolta Jason, que entre sus brazos trae a Kiara inconsciente.—Señor —su respiración es agitada y el humo del cigarrillo se impregna en sus fosas nasales, sabiendo que su jefe está estresado—. He cumplido.—Adelante —ordena, y Jason dirige sus pasos hacia la cama, donde cuidadosamente acuesta a la chica y luego, al retomar su posición, Archie le dice:—¡Largo! —Jason, al escuchar la
¿Quitarse la ropa? Eso es algo que la llena de impotencia, porque recuerda a Cloe, su gemela. Y le indigna porque es ella la que siempre paga por culpa de Cloe, siempre. —no quiero se parte de su mundo— musito—si no haces lo que te ordeno, tu familia quedará en la ruina, no tienes idea de lo que soy capaz de hacer contal de verte de rodillas suplicando —mi familia…— susurra y sus ojos se humedecen porque el único miembro de su familia que la quiere es su hermana menor, Lia.—dejaré a tu familia en bancarrota, no tendrán nada y morirán de hambre ¿eso es lo que quieres?— pregunta con arrogancia y ella llora en silencio. Sus lágrimas se deslizan por sus ruborizadas mejillas —si obedeces nada de eso pasara —señor… no le haga nada a mi familia, menos a mi pequeña hermana, ella… tan solo es un angelito inocente del frío corazón de los Watson, por favor…— Kiara solloza, pues su hermana es su razón de vivir en esta vida tan miserable que le ha tocado —haré lo que usted me diga…Archie se