LAS LEO CHICAS QUE PASARA JAJAJA
—¿Te gusta lo que ves?— Su pregunta la sonroja aún más y recibe la copa de vino mirándolo directamente a los ojos. —Para nada… De hecho, das algo de lástima— Su respuesta lo hace tensar la mandíbula. —Créeme que ningún hombre, ni siquiera ese abogado, es mejor que yo. —Tu alto ego es lo único que hace es causar repugnancia. ¿Cenamos?— pregunta Kiara y Villarreal traga grueso. Kiara tiene el don de hacerlo enojar y volverlo loco de pasión. Ella lo oye reírse y eso la pone más nerviosa. —Espero que disfrutes la cena, señorita Watson— Archie se sienta al lado de ella. —¿Qué haces?— Lo mira con seriedad y él sonríe ampliamente. —Sentarme a cenar. ¿Algún problema?— Villarreal tiene un magnífico plan que, según él, no puede fallar. —No quiero que estés cerca de mí. Puedes sentarte al frente— Ella bebió un sorbo de vino. Sus nervios están a flor de piel y tanto acercamiento le da temor de caer en los encantos de semejante hombre. —Si dices que no te importo, entonces no enti
Se miran fijamente, y es tan mágica esa conexión que hay, deseando desde el fondo de su corazón permanecer así, donde no existe nada más que ellos dos. Pero, lamentablemente, Kiara, la Kiara fuerte, empoderada, se esfuma cuando está en los brazos del hombre a quien ama en silencio. Su mirada, su físico y aquella pesada respiración la hacen bajar la guardia, y eso para ella es inaceptable. —No te vayas— lo oye susurrar, y eso eriza su piel porque aquel susurro fue demasiado perfecto. —Tan solo dame la oportunidad de que esta noche sea inolvidable. —¿Para qué? ¿Crees que esto— recorre su mirada por la gran habitación y luego lo vuelve a mirar —caería rendida a tus pies?— Sonríe con cierta burla, aunque su mirada aún refleja ese dolor palpable. —Personas como yo no merecen misericordia, pero… tan permítame que esta noche no la olvidemos nunca, y te juro que será la mejor noche de tu vida. Por favor, Kiara, no tengo malas intenciones, aunque acepto que te quiero desnudar y recorrer
Kiara pasa saliva, su deseo necesita ser saciado con urgencia. Sin embargo, por más que su cuerpo le exige, su mente le recalca el daño que él le hizo. —No te vas a arrepentir, lo prometo— agrega Archie para convencerla, ya que está tan erecto que necesita liberar su deseo. —¿Qué tanto me deseas?— pregunta Watson en tono de voz seductor. —A punto de que no me puedo controlar. —¿Qué estás dispuesto a hacer por mí?— Kiara se aparta un poco para bajar su vestido, ya que por los movimientos se le subió y estaba dejando mucho que ver. —Pídeme lo que quieras— Archie empieza a desabotonar su camisa. —Arrodíllate ante mí y besa mis pies… ¿Qué pasa, tu ego no te lo permite?— Kiara pregunta con una sonrisa. —No soy de arrodillarme ante alguien… pero lo haré, por ti lo haré, Kiara— Archie se agacha lentamente mientras ella lo observa. En sí, es algo que por impulso le pidió y no pensó que él lo fuera a hacer. —Te quitaré los tacones— Archie lo hace con mucha delicadeza, y su toque
Kiara siente temor de que al entregarse a él pueda amarlo más y seguir siendo lastimada. Teme por su corazón, el cual se ha repuesto de tanta crueldad, pero la carne es débil y el deseo la hace debatir si le entrega su virginidad o sigue conservándola. Al verlo a los ojos, su corazón se acelera más. Como anhela que todo sea diferente, que él no la haya lastimado tanto y poder disfrutar de este momento. Lo desea, pero no sabe qué podrá suceder luego de este encuentro pasional. —No lo ames más —se dice mentalmente—. Solo disfruta, eres ya una mujer —intenta convencerse para poder pronunciar las palabras mágicas. —Kiara —Archie la menciona al verla confundida—. No pasa nada, admito que quiero hacerte mía, pero no estás obligada a hacerlo… —Eso la derritió jodidamente—. Solo déjame besarte y acariciarte, aunque sea… Quiero confesarte que quiero algo más contigo. Dame la oportunidad. —No, entre tú y yo no va a suceder nada más que solo sexo. ¿Entiendes? —dic
4 AM. Kiara despierta y siente un peso sobre su pecho; al mirar la mano que la abraza, pasa saliva y luego dirige su mirada a la derecha. Archie duerme plácidamente y se ve tan tierno que ella esboza una sonrisa de enamoramiento. En ese momento, todos los recuerdos de esa cita pasional pasan por su mente, haciéndole palpitar su corazón con fuerza. Fue una experiencia inolvidable, pero el movimiento de sus piernas la hace morder su labio inferior porque su parte íntima le duele. Cuidadosamente retira el brazo de Archie y luego retoma aire para sentarse, pero Archie se mueve y eso la congela por segundos. Está confundida, mucho, luego de todo lo que pasó y las palabras que él le dijo, pero sacudió esos pensamientos pensando que él solo le decía todo eso para tenerla en la cama. Al percatarse de que continuó durmiendo, se coloca de pie con mucha cautela y luego busca el vestido, pero recuerda que él lo dañó. —Debo salir de aquí— dice dirigiéndose a la puerta, y cuando estuvo a punto
—¿Qué haces llamando? ¿De dónde sacaste mi número? —Ahora trabajamos juntos… y el número es lo de menos. Quiero saber, ¿por qué te fuiste? —¿Acaso debía amanecer a tu lado? No, no era necesario. Lo que pasó, ya pasó. Kiara voltea a mirar a sus amigos, quienes se están riendo de manera silenciosa. Saben que, por la conversación, es Archie quien la está llamando. Prefirió irse a su habitación para hablar en privado. En ese momento llega la señora Mercedes, por lo que Logan y Ava la reciben con mucho cariño. —No quiero que me vuelvas a llamar. Lo que pasó, ya pasó. Lo nuestro es solo laboral. —Pero ayer no me decías eso. Solo querías más y más, y para ser honesto, no dejo de pensarte. Esto la sonroja. —Me encantas y quiero volver a tenerte en mis brazos, pero esta vez sin escapar. Ni él mismo puede creer lo que está diciendo; simplemente le nace decirlo. —Lo pasado queda en el pasado, señor Villarreal. Ahora déjeme en paz. Le cuelga la llamada y, por fin, puede resp
—¿Ya estás contenta? —pregunta el señor Maxwell lleno de impotencia porque Kiara los dejó en la ruina. —Maxwell —lo menciona Kiara con altivez—, mírate, te ves más viejo —sonríe con burla y Archie mira la actitud cambiada de Kiara, esa sarcástica y recorrida que por culpa de su familia y también por lo que él le hizo ella tomó—. Y tú, Samantha, se te fue el glamour. —¡Cállate! —exclama Samantha empuñando sus manos. —¡No le grites! —Archie se irrita—. ¡Ustedes no tienen nada que hacer aquí, en mi empresa, largo de aquí —lo empieza a echar. —¡Ustedes dos son unas porquerías! —el señor Maxwell los mira con desprecio—. Tú, Kiara, eres el ser que más desprecio, y como me da vergüenza que seas mi hija, y tú, Villarreal, te recuerdo que hay un bebé que nos une, aunque no quieras, por culpa de esta —señala a Kiara— no tenemos a dónde quedarnos, se dice ser buena persona y con cara de inocente, pero es un demonio total, que estúpido eres, Villarreal, Kiara solo te está usando para que n
—Eso pasará cuando yo esté muerto, por de lo contrario no te dejaré ni respirar—. Aún le dolía todo lo que ella le dijo, no piensa rendirse tan fácilmente. —¡Estás demente! —Pero por ti— se acerca. —Seguramente le dices eso a muchas mujeres. —Yo no me he humillado ante una mujer como lo he hecho contigo, tú no tienes comparación y eres lo mejor que me ha pasado en la vida. —Quiero estar sola— pasa por su lado para irse al baño, pero él la toma del brazo. —Dime, ¿qué es lo que tanto piensas en tu cabecita? No estoy con nadie más, solo contigo. —No quiero escucharte— se suelta de su agarre y sale rápidamente antes de que él la viera llorar porque sus lágrimas brotaron con mucha facilidad porque le duele el corazón, lo ama y mucho, pero también le es difícil creer todo lo que dice y peor, Susana al verla secarse las lágrimas sonríe con maldad. —¿Pero qué carajos hice mal?— se pregunta Villarreal y su móvil empieza a sonar, —¿ahora qué?— lo saca del bolsillo de su pantalón