HOLAAAA FELIZ MIERCOLES CHICAS
—¿Qué haces llamando? ¿De dónde sacaste mi número? —Ahora trabajamos juntos… y el número es lo de menos. Quiero saber, ¿por qué te fuiste? —¿Acaso debía amanecer a tu lado? No, no era necesario. Lo que pasó, ya pasó. Kiara voltea a mirar a sus amigos, quienes se están riendo de manera silenciosa. Saben que, por la conversación, es Archie quien la está llamando. Prefirió irse a su habitación para hablar en privado. En ese momento llega la señora Mercedes, por lo que Logan y Ava la reciben con mucho cariño. —No quiero que me vuelvas a llamar. Lo que pasó, ya pasó. Lo nuestro es solo laboral. —Pero ayer no me decías eso. Solo querías más y más, y para ser honesto, no dejo de pensarte. Esto la sonroja. —Me encantas y quiero volver a tenerte en mis brazos, pero esta vez sin escapar. Ni él mismo puede creer lo que está diciendo; simplemente le nace decirlo. —Lo pasado queda en el pasado, señor Villarreal. Ahora déjeme en paz. Le cuelga la llamada y, por fin, puede resp
—¿Ya estás contenta? —pregunta el señor Maxwell lleno de impotencia porque Kiara los dejó en la ruina. —Maxwell —lo menciona Kiara con altivez—, mírate, te ves más viejo —sonríe con burla y Archie mira la actitud cambiada de Kiara, esa sarcástica y recorrida que por culpa de su familia y también por lo que él le hizo ella tomó—. Y tú, Samantha, se te fue el glamour. —¡Cállate! —exclama Samantha empuñando sus manos. —¡No le grites! —Archie se irrita—. ¡Ustedes no tienen nada que hacer aquí, en mi empresa, largo de aquí —lo empieza a echar. —¡Ustedes dos son unas porquerías! —el señor Maxwell los mira con desprecio—. Tú, Kiara, eres el ser que más desprecio, y como me da vergüenza que seas mi hija, y tú, Villarreal, te recuerdo que hay un bebé que nos une, aunque no quieras, por culpa de esta —señala a Kiara— no tenemos a dónde quedarnos, se dice ser buena persona y con cara de inocente, pero es un demonio total, que estúpido eres, Villarreal, Kiara solo te está usando para que n
—Eso pasará cuando yo esté muerto, por de lo contrario no te dejaré ni respirar—. Aún le dolía todo lo que ella le dijo, no piensa rendirse tan fácilmente. —¡Estás demente! —Pero por ti— se acerca. —Seguramente le dices eso a muchas mujeres. —Yo no me he humillado ante una mujer como lo he hecho contigo, tú no tienes comparación y eres lo mejor que me ha pasado en la vida. —Quiero estar sola— pasa por su lado para irse al baño, pero él la toma del brazo. —Dime, ¿qué es lo que tanto piensas en tu cabecita? No estoy con nadie más, solo contigo. —No quiero escucharte— se suelta de su agarre y sale rápidamente antes de que él la viera llorar porque sus lágrimas brotaron con mucha facilidad porque le duele el corazón, lo ama y mucho, pero también le es difícil creer todo lo que dice y peor, Susana al verla secarse las lágrimas sonríe con maldad. —¿Pero qué carajos hice mal?— se pregunta Villarreal y su móvil empieza a sonar, —¿ahora qué?— lo saca del bolsillo de su pantalón
Villarreal los observa con curiosidad, sabe que Ryan y Lyli nunca se llevaron bien, entonces no comprende cómo es que están juntos.—¿Celoso? —pregunta Kiara, sabiendo perfectamente quién es esa mujer.—Para nada, sigamos por favor —le pide, señalando la mesa más cercana.—Pareciera que la chica pelirroja que tanto te atrae... recuerdo cuando la llevaste a la mansión y la escuché gemir como si la estuvieras matando —Kiara toma asiento, y si hay heridas que ella aún no ha sanado.—De verdad lo lamento —dice Tomás, sentándose frente a ella—. No sabes cómo deseo haber hecho las cosas diferentes, pero nunca estaré... ¿cierto? —La mira con preocupación.—Depende de qué situación es —le responde con seriedad, y el mesero interrumpe la incómoda conversación.—Buenas, un permiso. Les dejo la carta. Tendré el gusto de atenderlos —deja dos cartas sobre la mesa y da un paso hacia atrás.—Tráeme una copa de vino, por favor, y de entrada quiero lo mejor de la casa, por favor —deja la carta sobre l
—¡Hijo de tu puta madre!— Archie lo empujó con todas sus fuerzas y Ryan cayó con todo y silla. —¡Tú no eres mi amigo, solo eres un maldito insecto que estorba en mi vida!— Se acercó a golpearlo, lo que tanto Ryan quería. —¡No, Archie! ¡No lo hagas!— Intervino Kiara, ya que estaban formando escándalo y no podían darse el lujo de estar en primera plana por una pelea que se podía malinterpretar. —¡Es suficiente!— Ella lo tomó de la mano, pero ese hombre estaba hirviendo de cólera, de ira y mucho, ese demonio interior quería ver sangre, quería dar fuertes golpes hasta que sus nudillos sangraran. —Me invitaste a comer, no a ver una pelea— Intentó calmarlo al verle la mirada malévola que tenía. —¡Tú no eres nadie, Archie Villarreal!— Ryan aprovechó que Kiara sostenía a Villarreal para colocarse de pie. —¡Conmigo sí no puedes hacerte el santo, porque sé lo sucio y m****a que eres! —¡Vete al infierno!— Archie se soltó del agarre de Kiara y agarró una silla, donde sin pensarlo golpeó fu
—¡No vengas a formar problemas!— lo reprende Kiara. —Archie Villarreal, qué mala pinta tienes—se burla el abogado. —¡Cállate, Nguyen! No estoy hablando contigo, estoy hablando con mi mujer—lo señala. —¡No grites que vas a asustar a mi Lia! Aquí nadie va a discutir y tú, Archie, ¿a qué has venido? Villarreal mira desafiante a Nguyen y luego trata de mirar a Kiara lo más tranquilo posible para no asustarla. —Lo lamento, tenía que venir y pedirte disculpas por lo que pasó en el restaurante. —Bien, ya te puedes ir, te disculpo—le responde con seriedad. —Kiara—se acerca a ella, valiéndole todo, sin importarle Nguyen, la toma de la cintura—Vamos a la empresa, tenemos trabajo por hacer, que ese amargo momento no lo arruine. —Suéltame, Archie—dice, intentando apartarse de él, pero no puede, Villarreal ejerce fuerza sin lastimarla. —Es absurdo esto—Nguyen tiene una enemistad con Archie y no le agrada cómo está cerca de Kiara. —Mira, Archie, no vengas aquí con tu pla
—Archie, no— susurra al ver su acercamiento, pero no puedo huir de él. Él la toma entre sus brazos y la besa, ingresando con la lengua y una pasión ardiente que los domina. —Te necesito, necesito todo de ti—. Le acaricia la espalda mientras la vuelve a besar. Kiara siente sus piernas débiles; ese hombre sabe cómo seducir, engatusar, sabe cómo alborotar sus hormonas. —Hueles delicioso—. Le pasa la lengua por los labios. Ella se sonroja. —¡Wooo!—. Lia suelta un grito de felicidad al verlos besarse. Kiara se aparta de Archie bruscamente. —¡Yupi, se aman!—. Lia, en su inocencia, hace que Mercedes sonría. Lo único que desea para Kiara es que sea feliz. —Lia… no es lo que estás pensando—. Watson pasa saliva. —Pequeña Lia, ¿quieres que tu hermana y yo seamos novios?—. Villarreal se aprovecha del momento. —¡Sí! ¡Sí, por favor! Quiero que vivamos todos en una misma casa—. Sus saltos de felicidad ponen a Kiara contra la espada y la pared. —Señora Mercedes, por favor, llévela a mi ofi
—Te has ensuciado la camisa—. Kiara sonríe ampliamente, no puede creer que él realmente cocine y que estén así juntos, olvidando por un momento todos sus problemas. —¿Me puedo quitar la camisa?— pregunta, y ella lo mira de inmediato. —No— le responde, ya que si lo ve sin camisa piensa no poder resistirse. —Ya termina de ensuciarla, ¿no? —Te ves hermosa con ese delantal—. La halaga, y Kiara se sonroja hasta las orejas. —Y tú... guapo cocinando—. Se lamenta de haberlo dicho. —¿Entonces soy guapo?—. Vuelve a acercarse, estaba inquieto por hacerlo; necesita desnudarla y besar cada parte de su cuerpo. —¡Estás aquí!— Lia los interrumpe, sin embargo, para Kiara fue conveniente. —¡Qué emoción verlos juntos! Oh, te has manchado la camisa. —No me iré aún, pequeña, hasta leerte el cuento, y la camisa no importa, pequeña. ¿Has hecho tus deberes? —Sí, todo—. Sonríe ampliamente. —Choca esas cinco, princesa—. Lia lo hace, y Kiara no se ha dado cuenta de esa conexión que hay entre Ar