57 NO ES POR ELLA ES POR MICAMIL DE LA FUENTELos brazos de Farid me reconfortan mientras que no hago otra cosa que llorar. No supero la opresión en el pecho, me arde respirar y cada que cierro los ojos puedo ver a esa m@ldita. Me permitiré llorar esta vez, y solo un rato. En muy poco tiempo estará Emira de vuelta de la escuela y no quiero que me note siquiera con los ojos rojos o hinchados.—¡Trata de calmarte cariño! No se que tan dificil sea administrarle un sedante a un doctor… ¡pero te juro que lo intentaré si sigues así! —su extraña amenazaba me saco una leve sonrisa. Lo mire a los ojos y le agradecí q la vida que él estuviera conmigo en este momento que había desenterrado a varios demonios del pasado. Trate de dejar atrás todo lo que me marco, los maltratos, las ironías y las pullas que mi madre que por desgracia siempre daban en el blanco y me habían daño. Fueron tantas las veces que Mata me llamó gorda… que yo misma odiaba a mi cuerpo y me maltrataba. Trate de olvidar tod
58 "EL PSICÓANALISTA" CAMIL DE LA FUENTE —No tengo una idea… Su cuerpo duro y sudado, acabado de salir de aquel gimnasio me apretó sobre la cama. Los músculos de su torso se sentían aún más hinchados y duros, y los tatuaje era de un negro brillante seductor. Su fragancia mezclada con el sudor era prácticamente adictiva. Se notaban las horas que había pasado haciendo ejercicios, y si, Farid era trabajaba duro y con constancia por todo lo que deseaba. —Me temo no estes de humor para esto Habiba— dijo y lo miré a los ojos, sorprendida de que dijera algo así. Le costaba contenerse pero era evidente que le preocupaba demasiado mi estabilidad emocional, y comprendía que mi primer encuentro con Mara no había sido precisamente sencillo o amable en ningún sentido. Más bien lo podría calificar como desastroso… como huracán categoría cinco devastando lo poco que quedó de la Camil del pasado… porque si me afectaba era por el dolor del recuerdo de lo que yo había sido, y hasta qué punto me
59 PISTACHOS Y MIEL FARID ARAY—¡No Farid!—repuso rápidamente Camil — ¡No me puedo ir a Paris! Aunque la oferta sea… la más tentadora que oido en años.—¡Habiba solo quería que te relajaras!— conteste con sinceridad. No era mi intención que te preocuparas más.—¡Tengo que trabajar!— anunció totalmente resignada. —Aunque no niego que me hubiera gustado ir… Quizás cuando Mara se vaya a Miami o en mi próximo descanso. —Descuida Habiba, Paris seguirá en el mismo sitio y yo también—comenté dejando el teléfono en la mesita y acercándome a ella, girándola y abrazándola por la espalda guiándola al baño. Mencionar el nombre de su madre hizo que esa sombra gris regresara, pero no con la misma fuerza.Esta vez optamos por una ducha rápida y no por la bañera.Todavía alucinaba mientras pensando en el orgasmo que le había arrancado a Camil, así que la idea de la bañera no era una buena idea.Ella tenía que descansar, necesitaba dormir algo.La guardia había sido agitadora y cuando llegara Emir
60 DEMASIADA FELICIDAD LLAMA AL CAOS CAMIL DE LA FUENTE¿Feliz? ¡Nahh!El termino feliz no llegaba a cubrir la mitad de loq ue estaba sintiendo en ese momento. Mil veces te dicen que no condiciones tu felicidad a otra persona… pero jod3r que bien se siente cuando tienes a un fiel escudero que intenta solo hacerte feliz.Después que bajamos listos para salir, me tome un minuto en ir a mi camioneta por mi bolso en búsqueda sobre todo de mi celular, me llevo cinco segundos tomarlo para regresar junto a Farid a la camioneta donde él ya estaba tras el volante. El día continuaba húmedo y un poco frío, asi que bajo el brazo llevaba un abrigo para Emira. Con mi ánimo era bastante probable que regresáramos tarde en la noche.Entré en el auto y me acomode el cinturón en el asiento del copiloto. Cuando tomé mi teléfono celular para revisarlo, tenía otras treinta llamadas de Mara. Después de él veneno que destiló aún seguía jodiendo. Últimamente se había vuelto obsesiva con el asunto de
61 ESCOGISTE EL PEOR PADRE PARA TU HIJACAMIL DE LA FUENTE—¿Haces algo por mi Farid?— pregunté esa mañana mientras desayunaba. Emira estaba lista para que él la llevara al colegio, y yo para salir a mi trabajo.—¿Me llevarías al hospital?— me miró totalmente sorprendido.—¿Hoy no es que llevarás a tu madre al hospital?— inquierio con sorpresa. —No quieres volver a enfrentarte a Mara sola, ¿Es eso?—Si así es—respondí con sinceridad— No, no quiero que me vea sola… quiero que sepa que te tengo conmigo. Que tú y yo somos una unidad… y que ella es la única que está sola en esto.—¿Le contaste de mi? ¿Le dijiste de mi?— preguntó entre el espanto y la sorpresa— ¡Pensé que se lo esconderías por su salud!¡O sea, tú madre prefiere verte muerta que casada conmigo! —expresó con amargura. No había nada repudiable en él, pero ella era así. Una vez que odiaba a una persona… la odiaría hasta el fin.—¡Si le dije! ¡No solo que estamos juntos e … también le conté que eres el padre de mi hija!¡No quie
62 DEJÉ DE IMPONER SU PRESENCIA CAMIL DE LA FUENTE Farid, espero que yo entrara en el coche, cerró la puerta por mi y rodeó el vehículo para acomodarse tras el volante. Se le veía totalmente turbado, con el semblante abrumado y el ceño fruncido. Con total destreza puso el vehículo en marcha, y en silencio los dos tratamos de sobrellevar la incómoda situación. Obviamente a Mara aquel automóvil cerrado era como una incubadora gigante para hacer crecer su asco por la relación que tenía con Farid. —¡Camil no te había contado!—empezó diciendo y a mi se me pararon de punta todos los vellos del cuerpo esperándo el desastre que saldría de esa boquita ponzoñosa—, ayer acepte la invitación a almorzar de ese amigo tuyo, el carismático que me presentaste en el areopuerto. ¡Tenías razón Dave es un hombre encantador!— argumentó sonriendo y vi como las manos de Farid se cerraron con tanta fuerza sobre el volante que sus nudillos se tornaron bancos rápidamente, pero aún así el árabe no e
63 VOY A CASARME CON ÉL CAMIL DE LA FUENTE —¿¡Escuchas lo que acaba de decir ese hombre Camil!?— protestó Mara indignada —¡Sabe que estoy gravemente enferma… y aún así quiere que muera! Farid parecía un poco más dueño de si, y Rodé los ojos agotada de aquel dramatismo teatral y respiré profundo mirando a Farid. Él seguía demasiado molesto, pero lo disimulaba lo suficientemente bien para que mi madre no lo notara. —¡Camil!—chilló mi madre y me volteé al árabe bruto —¡Te amo!—le dije y él sonrió un poco y se acercó para darme un casto beso en los labios. La tensión que sentía por la discusión bajo rápidamente con ese pequeño beso. Notaba su molestia en ese beso, tendría que explicar el asunto de Dave… pero no me importaba. Aún mis besos eran capaz de aplacar su ira. Su frente quedó pegada a la mía y su aliento calentó mis labios. —¡No te dejes provocar habiba!— susurró contra mis labios, y asentí un poco con la cabeza para afirmar. — ¡Solo serán unas horas! —¡A veces haces
64 UN PLAN DEL INFIERNO NARRADOR OMNISCIENTE Camil exhausta de Mara, de sus niveles etílicos casi al amanecer; de ese m@ldito modo de complicar las cosas más sencillas, de que hubiera intentado arruinar su mañana y la relación con Farid, así que exasperara la dejó entrar al consultorio del Dr. Dave Brown sin acompañarla ella desde un primer momento. Un error que de seguro lamentaría más tarde conociendo los alcances de la señora.«Mara podía ser de todo, menos confiable en ningún sentido de la palabra».Solo que su hija pensó que cinco minutos sin supervisión no lograrían que su madre arruinara su vida para siempre. Solo era cuestión de ponerse después al día de los exámenes que el experimentado cirujano le estaría realizando durante la mañana a aquella masa en forma de tumor que ocupaba las cavidades abdominales y torácicas de la paciente. Mara ebria como estaba, no le importaba hablar de más, y Camil no creía poder soportar otra estupidez sin riesgo de pegarle un puño en la mandíb