61 ESCOGISTE EL PEOR PADRE PARA TU HIJACAMIL DE LA FUENTE—¿Haces algo por mi Farid?— pregunté esa mañana mientras desayunaba. Emira estaba lista para que él la llevara al colegio, y yo para salir a mi trabajo.—¿Me llevarías al hospital?— me miró totalmente sorprendido.—¿Hoy no es que llevarás a tu madre al hospital?— inquierio con sorpresa. —No quieres volver a enfrentarte a Mara sola, ¿Es eso?—Si así es—respondí con sinceridad— No, no quiero que me vea sola… quiero que sepa que te tengo conmigo. Que tú y yo somos una unidad… y que ella es la única que está sola en esto.—¿Le contaste de mi? ¿Le dijiste de mi?— preguntó entre el espanto y la sorpresa— ¡Pensé que se lo esconderías por su salud!¡O sea, tú madre prefiere verte muerta que casada conmigo! —expresó con amargura. No había nada repudiable en él, pero ella era así. Una vez que odiaba a una persona… la odiaría hasta el fin.—¡Si le dije! ¡No solo que estamos juntos e … también le conté que eres el padre de mi hija!¡No quie
62 DEJÉ DE IMPONER SU PRESENCIA CAMIL DE LA FUENTE Farid, espero que yo entrara en el coche, cerró la puerta por mi y rodeó el vehículo para acomodarse tras el volante. Se le veía totalmente turbado, con el semblante abrumado y el ceño fruncido. Con total destreza puso el vehículo en marcha, y en silencio los dos tratamos de sobrellevar la incómoda situación. Obviamente a Mara aquel automóvil cerrado era como una incubadora gigante para hacer crecer su asco por la relación que tenía con Farid. —¡Camil no te había contado!—empezó diciendo y a mi se me pararon de punta todos los vellos del cuerpo esperándo el desastre que saldría de esa boquita ponzoñosa—, ayer acepte la invitación a almorzar de ese amigo tuyo, el carismático que me presentaste en el areopuerto. ¡Tenías razón Dave es un hombre encantador!— argumentó sonriendo y vi como las manos de Farid se cerraron con tanta fuerza sobre el volante que sus nudillos se tornaron bancos rápidamente, pero aún así el árabe no e
63 VOY A CASARME CON ÉL CAMIL DE LA FUENTE —¿¡Escuchas lo que acaba de decir ese hombre Camil!?— protestó Mara indignada —¡Sabe que estoy gravemente enferma… y aún así quiere que muera! Farid parecía un poco más dueño de si, y Rodé los ojos agotada de aquel dramatismo teatral y respiré profundo mirando a Farid. Él seguía demasiado molesto, pero lo disimulaba lo suficientemente bien para que mi madre no lo notara. —¡Camil!—chilló mi madre y me volteé al árabe bruto —¡Te amo!—le dije y él sonrió un poco y se acercó para darme un casto beso en los labios. La tensión que sentía por la discusión bajo rápidamente con ese pequeño beso. Notaba su molestia en ese beso, tendría que explicar el asunto de Dave… pero no me importaba. Aún mis besos eran capaz de aplacar su ira. Su frente quedó pegada a la mía y su aliento calentó mis labios. —¡No te dejes provocar habiba!— susurró contra mis labios, y asentí un poco con la cabeza para afirmar. — ¡Solo serán unas horas! —¡A veces haces
64 UN PLAN DEL INFIERNO NARRADOR OMNISCIENTE Camil exhausta de Mara, de sus niveles etílicos casi al amanecer; de ese m@ldito modo de complicar las cosas más sencillas, de que hubiera intentado arruinar su mañana y la relación con Farid, así que exasperara la dejó entrar al consultorio del Dr. Dave Brown sin acompañarla ella desde un primer momento. Un error que de seguro lamentaría más tarde conociendo los alcances de la señora.«Mara podía ser de todo, menos confiable en ningún sentido de la palabra».Solo que su hija pensó que cinco minutos sin supervisión no lograrían que su madre arruinara su vida para siempre. Solo era cuestión de ponerse después al día de los exámenes que el experimentado cirujano le estaría realizando durante la mañana a aquella masa en forma de tumor que ocupaba las cavidades abdominales y torácicas de la paciente. Mara ebria como estaba, no le importaba hablar de más, y Camil no creía poder soportar otra estupidez sin riesgo de pegarle un puño en la mandíb
65 UNA MALA NOTICIA FARID ARAYRara vez me dolía la cabeza, pero esta mañana sentía que me podía estallar el cerebro. Molesto conmigo mismo por idiota y por dejarme manipular por la vieja bruja que tendré como suegra, conduje de regreso a casa. No tengo mucho que hacer hoy y eso hace que siga pensando en las idioteces que soltó Mara para desprestigiar a su hija ante mis ojos. Camil podrá tener cualquier defecto, «el mayor obviamente apoyar a la arpia»; pero si de algo estoy seguro, es que esa mujer es mía. Camil me pertenece en cuerpo y alma, y ni el peor ardid de su madre cambiaria esa convicción. Trátate de concentrarme en mis pendientes, y después de llegar a casa realizaría una lista de llamadas. Tenía varias cosa que arreglar, pues a pesar de no estar presente, no puedo dejar acumular trabajo. Hace varias semanas que no pongo un pie en Arabia Saudí y en cualquier momento será imperativa mi presencia por algunos días, solo que no quisiera alejarme de mi mujer ni de mi h
66 SOLUCIONES DRÁSTICAS FARID ARAYLos Ángeles me recibe, y no puedo evitar sentir un peso en el estómago, y no es precisamente por el suave aterrizaje que maniobró el piloto del jet.Un automóvil de la familia Aray me esperaba en la pista del aeródromo, así que tomé mi portafolio de negocios dispuesto a llegar lo antes posible a la casa de mi tío, resolver los asuntos pendientes y regresar lo antes posible a Atlanta, donde Camil y mi hija me necesitan.Ya no soy el mismo hombre que odiaba que nadie esperara por él, ahora tengo unos profundos ojos verdes a réplica exacta de los míos que me miran como si yo fuera el rey del mundo y adoro esa sensación; además me esperan los ojos de Camil en los que solo veo confianza y amor.El trayecto a casa de mi tío solo logra ponerme más ansioso, y cuando el coche cruza la verja de la propiedad, no puedo prácticamente contener las ganas de lanzarme del coche y terminar con esto de una buena vez y por todas.Desciendo del coche y entró en el
67 UN PROBLEMA MAYOR FARID ARAY —Me importa un poco o nada ese hombre y sus problemas con su hija fea— vociferé demasiado enojado para pensar— Ahora mismo no tengo ninguna intención de casarme con la fea del baile, por hacerle un favor a nadie— sentía que si me pinchaban podía soltar sangre. —¡Trata de calmarte Farid!— musitó Liam llamándome a la calma—. No sacamos nada con volvernos locos. ¡Además nadie dice que Yamila Kaya sea fea! —¿Y crees que eso me importa? ¿Sabes por qué hablas así? Lo dices porque tú estás casado con la mujer que escogiste por encima de todos los que se opusieron— le dejé en claro—. ¡Ahora ponte un poco en mi lugar!¡Es mi familia la que quieren destruir! ¡Es mi trabajo de todos estos años el que se irá por el caño! —Con eso de opositores del matrimonio …¿Te refieres a Mara De la Fuente?— inquirió mi tío con todo el descaro del mundo pinchando abiertamente a Atenea y a mi primo; y por supuesto, a mi que me di por eludido al escuchar el nombre de la t
68 CAMIL HORAS ANTES CAMIL DE LA FUENTE Totalmente superada por la cantidad de trabajo, pasó otra hora y media antes de que por fin pudiera entrar en el consultorio del prestigioso cirujano y mi jefe Dave Brown.Me sorprendí al entrar y ver que Mara continuaba plácidamente sentada charlando de lo lindo, se suponía que a estas alturas tenía que estar ya ataviada en una bata de papel y con el cul0 al aire; para realizarse nuevas ecografías, y procedimientos de contraste que mostrarán otra cara de aquel tumor inoperable.—¿Y bien?— pregunté desde la puerta y ambos se sobresaltaron al verme. No se de que hablaban, pero de lo que fuese, era evidente que no querían que precisamente yo lo escuchara.—¿Ya tenemos un diagnóstico?—Camil—advirtió Dave —Me temo que será mejor que hablemos cuando tú madre se vaya. Tenemos el tiempo del mundo para ponernos al día. No tiene caso que repitamos lo mismo ahora, ella ya lo escucho y volverlo a escuchar podría ser una tortura para ella. —No creo