Dara angustiada trataba de calmarse, pero el dolor que se había apoderado de su cuerpo se negaba a soltarla y su sufrimiento aumentaba cuando veía en la fotografía a su madre, sus hermanos y una hermana que se había enamorado del mismo hombre que ella — ¡No puedo mamá!, Es imposible que pueda ser feliz a costa de la felicidad de mi hermana—pronunciaba mientras se dejaba caer completamente en el suelo abrazando sus rodillas.
—¡Basta Dara! No tienes la culpa de haberte enamorado de Martín y que él te corresponda, y aunque esa chica también sea mi nieta, ella no lo merece. Por lo que me ha contado María Martha, ella le fue infiel con su mejor amigo, Amarantha tuvo su oportunidad y no la aprovechó, se burló de su amor y lo tiró a la basura, así que no voy a permitir que te sacrifiques por nadie.
—¿Y sabes quién
Dara al ver a su hermano se dejó abrazar y consentir por él, su corazón estaba muy triste, se sentía afectada no solo físicamente sino de ánimo, no dejaba de pensar en su esposo, añoraba tanto estar abrazada a él, hacer el amor, tenía tantas dudas sobre la decisión que había tomado, su padre conversó con ella durante el trayecto a la estación y le aconsejó no renunciar al amor, le hizo prometerle que si Martín la amaba, lo aceptaría nuevamente en su vida.Debía pedirle consejo a su hermano, aunque lo más probable es que estuviera de acuerdo con sus padres, porque Marino deseaba por todos los medios que su amigo y ella estuvieran juntos.—Nena, mi princesa—dijo besándola—¿Cómo estuvo tu viaje?—No muy bien, me siento un poc
Dara no coincidía con el punto de vista planteado por Marcos y así se lo hizo saber —Difiero de lo que dices, no tengo absolutamente nada que ver con lo que mis hermanos le hayan hecho a Martín, yo soy una persona distinta a ellos.—¿Hermanos? —interrogó Marcos frunciendo el ceño.—Si porque Amarantha es hija de mi madre biológica, lo que convierte a los dos traidores en mis hermanos—expresó fingiendo una sonrisa—¿También me juzgará por eso? —preguntó con tristeza.—Me dejas sin palabras, ¿Desde cuándo sabes esto?—Me enteré hace cinco días, que mi hermano fue el amigo de mi esposo, que lo traicionó acostándose con su ex novia y ese mismo día, horas antes, me e
Salió corriendo del auto, hasta donde estaba su esposa, comenzó a buscar la manera de abrir la puerta sin importarle los vidrios que se enterraban en sus manos, mientras no dejaba de llorar, el conductor del camión llamaba a emergencias y le gritaba que no podía hacer eso que debía esperar a los paramédicos, pero no oía, solo veía a su esposa inconsciente inclinada hacia un lado del copiloto, como pudo abrió la puerta, la adrenalina que sintió en el momento hizo que fuese posible y la sacó, se la sentó en su regazo, mientras trataba de reanimarla. —Dara mi amor, mi pequeña reacciona, ¡No me dejes! —comenzó a gritar, lloraba, sollozaba —¡Maldita sea! No puedes morirte Dara mi amor, quédate conmigo ¡No me dejes! ¡No! ¡Por favor mi vida! Te prohíbo que te vayas ¡Amor! ¡Perdóname! ¡No Dios mío! ¡¿Por qué?! —exclamaba desgarradoramente. La abrazaba fuertemente contra su pecho, besaba sus labios, no encontraba que hacer para lograr que reaccionara.
CAPÍTULO 26. CONSECUENCIAS Martín se había alejado de todos, se sentó pensativo, demasiado agobiado como para soportar a los demás, el dolor que sentía en su alma era como un cuchillo filoso, que lo cortaba y lo volvía jirones por dentro, tenía la sensación de tener una herida sangrante que no podía ser suturada, pero que sin embargo, constantemente era sometida a baños de alcohol. Se pasaba la mano por su rostro tratando de apaciguar la culpa que lo golpeaba persistentemente como el agua de mar a la roca. Se sentía impotente, añoraba tener el poder de regresar el tiempo para hacer todo distinto con Dara, permanecer a su lado y nunca dejarla ir, su esposa con su sonrisa radiante, su inocencia, ¿Por qué había dudado? ¿Por qué permitió que destruyeran el regalo más esplendido que la vida le había dado? Su amor. Los recuerdos se agolpaban en su mente, las veces que juzgó sus actos sin conocerla, siempre se equivocó, desde l
Martín se quedó observándola fijamente, esperando que ella sonriera, que le dijera que era una broma, pero al percatarse de su seriedad se dio cuenta de que era verdad, su Dara no lo recordaba. Cuando iba a responderle, apareció el médico —Ya vieron a Dara, me contenta que se esté recuperando, deben tenerle paciencia, ella presenta una amnesia retrógrada, olvidó los acontecimientos ocurridos en su vida unos meses antes del accidente. Pero consideramos que su amnesia es temporal, porque las pruebas no arrojaron ningún daño irreversible, por lo cual va a recordar paulatinamente.«La forma en la cual el cerebro logra recordar es dinámica, cuando hablamos de una amnesia retrógrada y temporal, la persona va recordando los acontecimientos, reconstruyéndolos tomando trocitos de diferentes partes del cerebro, no existe recuerdos que se congelen por siempre y sean inmunes a ser reconstruidos al transcurrir el tiempo. El sistema límbico es quien se encarga de controlar la experiencia y
Martín veía mientras inyectaban a Dara, sin hacer ningún movimiento, el miedo lo atenazaba, el rostro desencajado de su esposa producía sufrimiento en él, respiró de manera profunda, y luego dejó salir el aire a través de un fuerte suspiro.Al terminar de atenderla, la enfermera se dirigió a él —Señor por favor salgase.—No me quiero salir, se lo suplico—pidió uniendo sus manos en forma de oración debajo de su rostro—quiero estar junto a ella, prometo no incordiarla, solo quiero acompañarla mientras duerme.—Entienda que son instrucciones del médico, no podemos hacer nada.—¿Usted está enamorada? —preguntó Martín esperanzado, la enfermera se quedó sorprendida.—Si estoy enamorada de mi esposo—respondió con un dejo de curiosidad en su semblante.—Si estuviese su esposo pasando por una situación similar, ¿Le gustaría estar fuera o a su lado? —interrogó.—A su lado por supuesto—después de responder la mujer se dio cuenta de que h
Tabata se quedó viéndola con ojos de dolor, su boca empezó a temblar y caminó lentamente hacia ella, pero se paró al escuchar a Dara —No te me…acerques…¿Por qué…nunca me…quisiste? ¿Por qué…preferiste a un…hombre y …a tus …otros hijos…antes que a mí? —interrogó mientras lloraba. Su padre la abrazó, atravesado por el dolor que sentía estaba padeciendo Dara.—Mi amor no, por favor, ¡Escúchala! Ella ha sufrido no la juzgues sin saber cuánto dolor carga encima—la reprochó su padre.—No papá…ella no…tiene excusa…yo era una…bebita…¿Cómo fue…capaz de …abandonarme? Y no…decirte…que tenías una…hija…Tabata es mala…una mujer sin …corazón…peor que ...un animal…ellos no…abandonan a sus…crías como…lo hizo ella—concluyó llorando.Cada palabra de Dara se encajaba en el corazón de Tabata, como una daga, se descontroló y empezó a llorar desesperada, se arrodilló en todo el centro de la habitación sin dejar de llorar —¡Perdóname! Por favor mi niña—suplicaba— perdóname, te amo yo…<
Martín se quedó observando y vio el rostro pálido de Dara, preocupado la interrogó —¿Qué te pasa Dara?—Dime…¿Tú eres…mi esposo? —inquirió mientras sentía que le faltaba aire y todos dirigieron la vista hacia ella preocupados, ante el silencio de los presentes volvió a preguntar—¡Son sordos!...Respóndanme…—Dara yo…—comenzó a decir a Martín, pero ella lo interrumpió.—Responde…con si…o un no…¡¿Soy tu …esposa?! —exclamó con rabia.Los tres contestaron al mismo tiempo, pero respuestas distintas, Marino y su padre respondieron si y Martín respondió no, preocupándose mientras Dara se encolerizaba.—¿Por qué…mientes?...No puedes…ser sincero…te escuché…cuando dijiste…que eras…mi esposo…a la…enfermera.—Mi amor, no te molestes, puede hacerte daño, no quería decírtelo, porque pensé que podía ser contraproducente, no fue con intención de mentirte, tenía miedo de tu reacción.—Quiero… que me … cuentes todo… ¡Ahora mismo! —exigió Dara.—No cr