Llegó la noche del festival del pueblo, aunque más bien era de madrugada porque la celebración debe llevarse a cabo a las tres de la madrugada, el demonio Aamon era muy exigente y desde luego que nadie en el pueblo quería provocar su ira.
Amelia se puso el atuendo tradicional de Luna y, junto con Seth, se dirigió a la plaza central del clan. Allí, algunos ancianos que parecían muy jóvenes, pero en realidad habían vivido durante mucho tiempo, se despedían de sus familias, listos para partir hacia el eterno lugar sin preocupaciones ni tristezas. Esta era una tradición del clan Bllod Moon, y cada anciano debía cumplirla. En unos pocos años, Tarvos también llegaría a su momento.
Seth se subió a una plataforma elevada, donde pronunció unas palabras de bendición para los ancianos y anunció el embarazo de Amelia, informando que la manada tendría un nuevo heredero. Al escuchar esto, la multitud estalló en vítores, y todos comenzaron a cantar y bailar para celebrar la ocasión. De repente, una mujer rubia y hermosa apareció en medio de la multitud, pero su rostro mostraba una gran tristeza. Salió corriendo, incluso chocando con un par de personas ebrias. Estas, algo confundidas, no la reconocieron, pero pronto levantaron sus copas y siguieron bailando.
Al ver a la mujer correr lejos, el rostro de Seth se oscureció.
—Tengo algo urgente que atender —dijo a Amelia antes de irse rápidamente. Amelia comprendió de inmediato. Ya había notado a esa mujer en medio de la multitud, pues su mirada llena de odio era difícil de ignorar.
Después de que otros terminaron con las tareas pendientes de la celebración, Amelia se sintió agotada tanto física como mentalmente. No tenía ganas de seguir participando en la animada fiesta, así que le pidió a su doncella que disfrutara de la noche, mientras ella se alejaba de la multitud y caminaba hacia un campo abierto. Se sentó a descansar detrás de una gran roca y, en silencio, miró la luna.
De repente, unos sonidos familiares provenientes del bosque detrás de ella la hicieron voltear.
—¿En qué piensas…? Estás muy distraído esta noche… —Comentó Lilly con una mezcla de enojo y recelo.
—Descuida… no es nada malo, solo pienso en cómo puedo romper el maldito pacto. No quiero que ningún inocente salga lastimado por mi culpa.
Lilly fue una mujer que Amelia y Seth encontraron inconsciente en el bosque, totalmente perdida, desnutrida y deshidratada. Ella acababa de ser expulsada de su manada anterior, cuando la encontraron, ella estaba llena de heridas mortales, cerca de la frontera con Estados Unidos. Suerte que la manada de Seth construyó su pueblo en el bosque fronterizo de Canadá hace algunos centenares de años, de lo contrario ella estaría muerta. Cuando Lilly despertó, se negó a hablar de su pasado, pero se mostró muy interesada por Seth.
Y no se puede negar que Lilly rápidamente captó la atención de Seth. Era una mujer hermosa, con cabellos rubios y unos ojos verdes llenos de expresión. Cada uno de sus movimientos hacia Seth era una seducción fuerte y decisiva. Seth nunca había visto a alguien así en su clan, y él la consideraba un tesoro que había descubierto. Lilly no estaba contaminada por la maldad y la codicia de su clan, y elegir estar con ella fue una forma de desafiar en secreto al clan Blood Moon, una declaración personal de que "no cedería ante esa codiciosa maldición".
Lilly no tardó en comenzar a perseguirlo apasionadamente e insinuársele, destruyendo completamente el poco valor que Amelia había encontrado para confesarle a Seth sus sentimientos por él.
—¿Estás enamorado de Amelia? —Preguntó la rubia resentida, al percibir la duda en su compañero.
—¿De qué demonios hablas? ¡No! —Negó él rotundamente. — Ella… Ella no es mi tipo de mujer. Para mí no es más que una pobre mujer que siempre ha sido intimidada por todo y todos. —Aseguró mirándola a los ojos. —Cada vez que la toco, me resulta insípida. Mis únicos sentimientos hacia ella son lástima y desdén. Deberías ver su cara cuando le digo palabras dulces, se ve tan tonta. Para mí no significa nada, ya te lo he dicho mil veces… solo paso tiempo con ella porque necesito manipularla y hacerla creer que de verdad la amo para que haga lo que yo le ordene. —Añadió con firmeza, —Lo sabes, todo lo que hago es por ti, por nuestro futuro.
Pero lo que menos esperaban esos dos es que Amelia estuviera allí cerca de ellos, descansando en una roca, en las sombras y que había escuchado toda su conversación. Finalmente, lo había comprendido todo, Seth solo la usaba como un simple señuelo para proteger a Lilly, ella de verdad tenía la esperanza de que él sintiera algo por ella, aunque sea cariño por su lealtad, pero en lugar de eso, la despreciaba como todos los demás. Lo había escuchado por sí misma.
A Seth no le importaba su lealtad o su amistad, sin importar todo lo que ella había hecho por él desde que la salvó, Amelia pensaba que al menos tendría algo de aprecio por ella, pero ahora lo veía todo con más claridad; todas esas miradas frías eran genuinas.
“¿Por qué todo esto siempre me pasa a mí? ¿Qué hice para merecer tanto infortunio?” Pensó abrumada. Perdió a sus padres desde joven, nunca tuvo a su propio lobo, y cuando pensó que finalmente había encontrado el amor, resultó que él solo quería usarla. Con los ojos inundados de lágrimas alzó su vista al cielo y miró a la luna llena que iluminaba el firmamento con todo su esplendor y pensó “Quizá la diosa Luna se olvidó de mi hace mucho tiempo”.
Ya había convertido en hábito ese amor que sentía por Seth. No le quedaba nada que la apegara a esa manada, y Seth era la única persona que le importaba. Él siempre la protegió de forma parcial, haciendo que todos los que la habían lastimado pagaran por ello, y ayudándola a superar sus traumas psicológicos. Tal vez, al sacrificar su propia vida para darle a Seth la oportunidad de estar con Lilly, podría pagar la deuda con él por haberla salvado.
En el callejón que daba al bosque, luego de que Seth y Lilly ya se habían ido, Amelia, escondida detrás de una roca, soltó un bufido desganado al tiempo que se secó las lágrimas con el dorso de sus manos, estaba tan absorta de sí misma que ni siquiera notó cuando comenzó a llorar. Se levantó de la roca con las piernas entumecidas, se sacudió el musgo que se le había pegado en sus rodillas, para luego prepararse para regresar a casa. Pero justo cuando salió de la sombra de la roca, bajo la luz de la luna, una voz joven sonó detrás de ella saliendo de la oscuridad del denso bosque.—No quiero ser entrometido… Pero, parece que tú eres la otra protagonista en esa conversación, ¿Cierto…? —Comentó un joven apuesto y musculoso que saltó desde un árbol con ramas frondosas.—¿Qué? ¿De qué hablas? Yo no… ¿Qué conversación? —Farfulló ella confundida por su repentina aparición, intentando ocultar los secretos de la manada, pero ella era pésima mintiendo y su torpe intento por hacerlo solo empeor
Seth llegó a la casa de Lilly y como de costumbre, entró por la puerta trasera para que nadie lo viera llamando a la puerta, al entrar fue directo a su habitación en la segunda planta de la casa y le sonrió al abrir la puerta y verla esperándolo en la cama con su sensual pijama puesta.—Allí estás… —Comentó Seth esbozando una amplia sonrisa.Lilly solo se cruzó de brazos y volteó su cara, soltando un bufido cargado de celos.—Oye, preciosa. No me digas que estás celosa de nuevo… —Comentó el pelinegro en tono divertido mientras se subía encima de ella.—Como no estarlo si últimamente pasas más tiempo con ella que conmigo. —Refutó la rubia frunciendo el ceño.—Cariño. Te aseguro que mi amor por ti jamás cesará. Eso tenlo por seguro… —Respondió Seth con firmeza. —¡Es más! Te prometo que nunca me enamoraré de Amelia.—Claro, por eso es que la proteges tanto ¿No? —Insistió ella fulminándolo con la mirada.—Si lo dices porque paso más tiempo con ella, lo hago porque es mi deber, está embara
Capítulo 8Demonio LoboSeth tragó saliva con brusquedad, bajó su cabeza, ruborizado por la vergüenza y se acercó a Mía, pero cuando estuvo a punto de levantarla, Lilly, de repente se lanzó a sus brazos, llorando desconsoladamente.—¡Mi amor, no sabes cuánto lo siento! —Farfulló entre sollozos ahogados.—Lilly, por favor… Cálmate. —Exigió con firmeza, sin apartar la vista de los ojos de su padre, quien lo miraba con desprecio.—¡Te juro que no quería causar todo esto! ¡Yo solo quería verte y hablar contigo porque te extraño muchísimo y ayer luego de echarte me sentí muy mal! ¡Por favor, perdóname! —Explicó la rubia apartándose un poco para mirarlo a los ojos.Seth al verla a los ojos, los cuales estaban inundados de lágrimas, de inmediato se convenció con su lamento, nunca la había visto así y no puedo evitar que su corazón se estrujara ante la imagen de su amada tan quebrantada, así que la envolvió con sus brazos, pegándole a su cuerpo con pesar.Mientras tanto, Magnus, furioso, cami
Talvez fue porque los gritos de Lilly durante el castigo de Seth fueron tan doloroso y exagerados, que Magnus y Tarvos aceptaron rápidamente su posición, Lilly fue convertida en Luna ante los ojos de todos los habitantes del pueblo, disfrutando de un trato repleto de lujos que Amelia nunca había recibido. Hasta hicieron una fiesta en su nombre, celebrando su nuevo título.Todos con excepción de Amelia asistieron a esa celebración, por órdenes de Magnus y Tarvos ella debía permanecer en la habitación del castillo, bajo llave sin derecho a salir. Pero Seth necesitaba hablar con ella. Podía imaginar la expresión de su esposa, débil y sumisa, en ese momento. Seguramente estaba tan destrozada que ni siquiera podía respirar. Abrió la puerta que la aprisionaba y bajó las escaleras de piedra para encontrarse con ella.—¿Qué haces aquí? —Preguntó Amelia a media voz a penas al verlo.—Quiero hablar contigo, necesito que sepas cuanto siento todo esto. —Respondió lastimero mientras caminaba hacia
Capítulo 10Demonio Lobo—¡Esto tiene que ser una maldita broma! —Farfulló Lilly cruzándose de brazos y poniendo los ojos en blanco, como si de una adolescente se tratase.Seth la miró enarcando una ceja extrañado, pero no le dijo nada más. La rubia se dio la vuelta y salió de la oficina para irse a la casa sin importar las labores que tenía por hacer allí.Estaba resentida por todo lo que estaba pasando, le parecía absurdo que Seth la menospreciara. Culpaba a Amelia, y la odiaba porque como ella aún no había dado a luz al hijo, lo que le impide convertirse en la verdadera Luna y la obliga a permanecer temporalmente por debajo de ella.Lilly era una mujer codiciosa, sedienta de dinero y poder, su fuerte deseo de riquezas, joyas y una vida cómoda era incontrolable. Tal vez sentía algo por Seth, pero eso no lo convertía en el centro de su universo, porque cualquier hombre con la misma riqueza y estatus que él era un objetivo, una presa de caza para ella.Al llegar al castillo, de inmedi
Lilly se puso inmediatamente el anillo que simbolizaba su estatus oficial como Luna y se dirigió a la oficina de Seth. Levantó la cabeza con orgullo y aceptó el saludo de los soldados que estaban frente a la oficina de Seth, sin prestar atención a los intentos de Liam por detenerla, y avanzó directamente.— Señorita Lilly, el Alfa está trabajando. Ha ordenado que nadie lo moleste...Pero Lilly, indiferente, empujó la puerta de la oficina. Frente a la mirada de reproche de Seth, Liam se disculpó con resignación, mientras Lilly se lanzaba coquetamente a los brazos de Seth.— Cuando Amelia muera, quiero que me hagas una gran boda, para que todas las manadas cercanas sepan que me he convertido en tu Luna. —Dijo Lilly, levantando la mano y mirando cómo el anillo de diamantes reflejaba hermosos destellos bajo la luz. Sin embargo, Seth de repente cambió su expresión.—¡¿A dónde vas?! ¡¿Se puede saber qué demonios pasa hoy contigo?! —Oyó el cuestionamiento de su amada a sus espaldas, pero la
Cuando Lilly descubrió que Seth se había marchado furioso por el incidente del anillo de compromiso, al principio pensó que había ido demasiado lejos y vivía con el temor de ser castigada. Para su sorpresa, Seth ordenó que Amelia se mudara a los cuartos de servicio. Sintiendo que tenía todo bajo control, Lilly comenzó a presumir de su nueva posición.Vestida con uno de los elegantes vestidos que originalmente pertenecían a Amelia y luciendo un brillante anillo de diamantes, Lilly cruzó intencionadamente su camino con Amelia.—¡Vaya, pero si no es la Luna más elegante y distinguida de Blood Moon! ¿Cómo es posible que estés viviendo en los cuartos de las sirvientas? Parece que finalmente has vuelto al lugar al que realmente perteneces —dijo con malicia.Aunque Amelia estaba embarazada y Lilly no se atrevía a dañarla físicamente, sí aprovechaba cada oportunidad para criticar a la criada de Alanys.Al pelinegro no le importaba que Amelia estuviera allí leyendo o que vagara por el castillo
Siguiendo las instrucciones de Seth, Amelia comienza a salir a caminar todos los días acompañada por Alanys. Ese día, ambas llegan a la gran roca donde Amelia había escuchado anteriormente la conversación entre Seth y Lilly. El lugar tiene una vista espectacular y un ambiente tranquilo. Desde allí podían verse los árboles, a los lados del gran sendero que lleva a la laguna negra, se oyen cantar los pajaritos a toda hora y los venados andan libremente, en el pasado eran cazados a sangre fría por los hombres lobos de la manada, pero ahora ya no lo hacían más, puesto que se dieron cuenta de que era demasiado innecesario pudiendo alimentarse de comida como todos los demás y calmar sus deseos primitivos comprando corazones de ganado cuando necesitaran saciar sus primitivos deseos de sangre.La pelirroja le indica a Alanys que se siente con ella, haciéndole un gesto con su cabeza, necesitaba descansar un poco y deseaba disfrutar el aire fresco, pero pronto, toda esa calma que Mia tanto anhe