- ¡Dra. Sáenz! Ella dirigió su mirada a quien la llamaba, pero oh sorpresa, la familia Carranza en pleno almorzando a solo una mesa de la de ella. Era nada menos y nada más que, Sebastián Carranza, un gran profesional, con el que había tenido oportunidad de trabajar, el Dr. Alberto Cáceres, hace años había sido su profesor, un gran señor, además de, Carolina, su anterior jefe, Esmeralda de Carranza, la odiosa Dayan, el Dr. Augusto y la pequeña Susan, quien corrió a abrazarla. En verdad no quería estar al lado de ellos, pero tenía que aparentar estar a gusto. Solo le alegró ver a su hija Susan, tenía mucho tiempo que no la veía y esto le causaba emocion; Se abrazaron mientras la pequeña le decía mami Valentina, cosa que puso a Dayan muy enojada.El Dr. Sebastián y el Dr. Alberto, se levantaron de sus sillas y fueron a saludar a Valentina, ella también se levantó y los saludó muy cordial. El beso en la mejilla que cada uno le dio, hizo que se le acelerará el corazón al Dr. Augusto. No
- ¿Qué es esta mierda, papá? ¿Cómo es posible que tú y Valentina sean…?El Dr. Augusto abrazó a Valentina, al ver que ella estaba apenada.- ¡No tengo por qué dar explicaciones a nadie y menos Valentina! - respondió Augusto. - Su padre tenía razón, él se estaba divorciando de Dayan y, Valentina era una mujer soltera y sin compromiso alguno. Valentina, no quería tener problemas con Sebastián, ni con Carolina y decidió mejor marcharse. Caminó hasta su auto, no traía sus llaves, ni tampoco su bolsa con el móvil, pero ahí estaba el Dr. Alberto con sus cosas, las cuales le entregó, no sin antes tomarla fuertemente y sin querer soltarla.- ¡Suéltala imbécil! - Gritó Augusto. Valentina se subió a su coche, pero el Dr. no tenía intenciones de dejarla ir, quería estar con ella esta noche y todas las noches siguientes; Encendió el auto, se acomodó el cinturón de seguridad, el Dr. Augusto no la dejaría ir en el coche de ella, porque no se encontraba bien por lo que estaba sucediendo, pero ya era
- ¡Es usted un idiota, profesor! ¡Pensé que era un caballero, pero me equivoqué!- Soy todo un caballero, y eso te lo voy a demostrar. Valentina intentó huir, pero fue tomada por el cabello y llevada con fuerza a la pared más cercana. Él intentaba besarla, pero ella se defendía como podía. De repente, un fuerte golpe le fue propinado a su abusador, haciendo que cayera al piso. ¡Era Esmeralda, quien la estaba ayudando! Ella la jaló por una mano y la llevó hasta su habitación que estaba al final del pasillo.- ¡Esos desgraciados, se están aprovechando de todo ahora que mi hijo no está!- Señora, Esmeralda, ¡gracias por ayudarme! Vine engañada pensando que el Dr. Estaba en casa!- ¡A mi hijo no lo han dado de alta, aún se encuentra en estado de salud delicado!-- ¡Voy a ayudarte a salir de la casa, este par es capaz de cualquier cosa!- Quiero saber ¿cómo está, Susan?- ¡Mi nieta se encuentra bien, pero tengo que seguir cuidándola!, ¡Carolina prefirió ir detrás de ese hombre que no la q
¿Cómo hacía Dayan para que las cosas le salieran bien? Había tomado el documento de identidad del currículum que Valentina había entregado a Augusto, además de toda su información, ¡Ahora estaba Valentina frente a un Juez, jurando a amar a Alberto, en matrimonio, vestida con ropa deportiva, tenis y una coleta de cabello! Ahora era la esposa de Alberto Cáceres, un hombre al que poco conocía.- ¡Ya cumplí mi palabra, ahora le toca a usted ¡- ¡Yo siempre cumplo lo que prometo! -Valentina se sentía muy mal por lo que había hecho, pero era para salvar a su padre.En un auto muy lujoso y junto a la esposa del Dr. Iba Valentina, se dirigían a la institución donde supuestamente se encontraba el señor Julio Sáenz. Dayan odiaba a la joven Dra. en realidad sentía envidia de ella, puesto que era una mujer joven, hermosa, muy inteligente y que, además, se había robado el corazón de su marido y, ahora el de su hermano.- ¿Por qué tomaste esa ropa?- ¡No tenía nada más que ponerme y por eso tuve qu
Esas palabras para Valentina, fueron como un dardo mortal, el Dr. le había deseado suerte en su matrimonio y disfrute de su luna de miel, ya sabía que ella se había casado, ¿Qué estaría pensando de ella?La familia de Alberto, eran muy amables con Valentina y la trataban muy bien, sobre todo su madre, una mujer que le gustaba platicar y cocinar. En este poco tiempo de estar casados, Alberto solo había colmado de atenciones a Valentina, la trataba como a una reina y no le había siquiera insinuado que cumpliera sus deberes como esposa. En casa de su madre, dormían en la misma habitación, pero ella en la cama y él en un sofá, se habían convertido en muy buenos amigos y ya era hora de que Valentina supiera la verdad del porqué de este matrimonio.Augusto deseaba volver a caminar cuanto antes y recobrar su vida normal, asistía a sus terapias sin descanso, para olvidarse un poco de la mujer que tanto amaba, pero que ya no podían estar juntos, Valentina se había convertido en una obsesión qu
Augusto estaba más tranquilo ahora al escuchar estas palabras, aunque en el fondo sabía que ella jamás se acostaría con Alberto.Valentina se le acercó y le rodeó el cuello con su brazo libre del cabestrillo y, él bajó hasta su boca para besarla, también le rodeó la cintura con su también brazo sin ese molesto cabestrillo.- ¡Cuando esté en mi cama y sea completamente mi mujer, estas ropitas no se las quiero ver puestas, la quiero ver como Dios la trajo al mundo!- ¡Eso no será posible, Dr.! - dijo Valentina alejándose un poco.- ¿Por qué? Mi querida Dra.- ¡Puede ocurrir un incendio, un accidente, una inundación, truenos y relámpagos y nosotros ahí con todo al aire! ¿Cuándo ocurren estos casos las personas salen de sus casas, así como se encontraban durmiendo? ¡Esa es una mala idea!- ¡Dios, usted le mata la pasión a cualquiera!- ¡Solo digo que puede pasar algo! ¡Estando muy chica, me encontraba en mi habitación y había un bicho en el piso, corrí hasta la habitación de mis padres y
- ¡Usted y su hermano me utilizaron para demostrarle a su madre que él era todo un varón al casarse conmigo, todos en la casa sospechaban que él era gay, pero lo callaban hasta que usted me obligó a casarme con él!¡Al fin Alberto pudo descansar en paz, demostrándole a su madre que no era lo que todos pensaban!¡La tonta es usted al pensar que, si su hermano se casaba conmigo, Augusto me vería diferente, pero le recuerdo que tooodos, sabían lo que ocultaba su hermano a la familia,¿Quién es la tonta ahora?.- Dayan corrió a golpear a Valentina, pero Augusto salió de la nada y le tomó la mano.- ¿Eso es cierto? ¿Obligaste a Valentina a que se casara con Alberto y tú le entregabas a su padre?- ¡Esa mujer miente! - Gritó Dayan histérica.- ¡Estaba escuchando todo! ¿Cómo puedes ser tan mala! Lo de Alberto, todos lo sabíamos, era evidente, y al enterarme de que Valentina se había casado con él, supuse que había algo más de fondo, pero ¿no imaginaba que detrás de todo estabas tú? ¡Bueno, al
Augusto y Valentina prepararon la cena, estar el uno al lado del otro en la cocina, era como un juego de niños, risas, harina en la cara, y comentarios de ella que hacían carcajear a Augusto. Ya sus brazos se encontraban mucho mejor y pudieron, con cierta ayuda de una de las empleadas, preparar de comerPastas, pollo, ensalada y un buen vino y, sobre todo, la excelente compañía,- ¿Qué más le puedo pedir a la vida? - dijo Augusto sonriente.Ya era tarde y Valentina tenía que marcharse a su casa, el Dr. Augusto se ofreció a llevarla, conducirá el auto el mismo, puesto que ya se sentía mucho mejor.Hablaron de todo, menos de aquello tan importante que tenía Valentina para decirle al Dr.La ayudó a bajar del auto y antes de que ella se marchara la rodeo por la cintura, la atrajo hacia él suavemente y la besó, ella correspondió a sus caricias y apasionados besos.Se despidió de él, con una amplia sonrisa, se sentía feliz nuevamente al lado del Dr., rato después él la llamó a su móvil para