Ya estando un poco más tranquila, Valentina aceptó con gusto un vaso con agua del Dr. Augusto. Estaba sin darse cuenta de cómo había llegado hasta el gran y lujoso apartamento de propiedad del Dr.; en el parqueadero del Ministerio, él la había invitado muy amablemente a subirse a su auto, ella aceptó gustosa, deseaba salir corriendo de aquella reunión en la que se sentía incómoda, durante el viaje, no había hecho otra cosa que llorar por aquellos mensajes amenazantes que la atemorizaban.- ¡Debes ir con la policía y mostrar esos mensajes, ¿no sé qué pasa con esa mujer? ¡Siento que me está enloqueciendo! - Dijo el Dr. mientras tomaba un vaso con licor.- ¡Tengo mucho miedo, Dr. su esposa podría hacerme daño a mí y a mi familia! -Valentina observaba por la ventana, desde aquí se veía gran parte de la ciudad, era una vista maravillosa, era un lugar con altos edificios, con grandes apartamentos y casas muy lujosas y de hermosas fachadas.- ¡No lo hará, yo estaré aquí para protegerte! - Au
Valentina estaba molesta, no le gustaba como la estaba tratando el Dr. Augusto. Fue hasta el baño, aún cubierto con la sabana, le dolía la vagina, este dolor le recordaba que hace unos minutos estaba debajo del cuerpo del Dr. Un hombre grande y fuerte que, se la había cogido con fuerza, hasta querer dividirla en dos.Tomó una ducha, caían al piso pequeñas gotas de sangre, reconocía que el Dr. Había sido brusco con ella, pero ella lo había pedido así, salvaje y hecho un animal. Se vistió nuevamente con su vestido, no encontró su ropa interior. - ¡Qué incomodidad!, -pensó.En ese momento el Dr. Entró a la habitación, la observó, él traía puesto solo su pantalón y un vaso de licor en su mano.- ¿A dónde va?- ¡Me iré a casa!- ¡Aún no! ¡No quiero que se Vaya! ¡No me deje así! -Augusto se quitó su pantalón, quedando desnudo. Su enorme pene estaba erecto, Valentina vio lo grande que era y retrocedió, ¿Cómo era posible que eso tan grande había entrado en ella?- ¡Me va a violar!- ¡No hay n
- ¡Dra. Sáenz! Ella dirigió su mirada a quien la llamaba, pero oh sorpresa, la familia Carranza en pleno almorzando a solo una mesa de la de ella. Era nada menos y nada más que, Sebastián Carranza, un gran profesional, con el que había tenido oportunidad de trabajar, el Dr. Alberto Cáceres, hace años había sido su profesor, un gran señor, además de, Carolina, su anterior jefe, Esmeralda de Carranza, la odiosa Dayan, el Dr. Augusto y la pequeña Susan, quien corrió a abrazarla. En verdad no quería estar al lado de ellos, pero tenía que aparentar estar a gusto. Solo le alegró ver a su hija Susan, tenía mucho tiempo que no la veía y esto le causaba emocion; Se abrazaron mientras la pequeña le decía mami Valentina, cosa que puso a Dayan muy enojada.El Dr. Sebastián y el Dr. Alberto, se levantaron de sus sillas y fueron a saludar a Valentina, ella también se levantó y los saludó muy cordial. El beso en la mejilla que cada uno le dio, hizo que se le acelerará el corazón al Dr. Augusto. No
- ¿Qué es esta mierda, papá? ¿Cómo es posible que tú y Valentina sean…?El Dr. Augusto abrazó a Valentina, al ver que ella estaba apenada.- ¡No tengo por qué dar explicaciones a nadie y menos Valentina! - respondió Augusto. - Su padre tenía razón, él se estaba divorciando de Dayan y, Valentina era una mujer soltera y sin compromiso alguno. Valentina, no quería tener problemas con Sebastián, ni con Carolina y decidió mejor marcharse. Caminó hasta su auto, no traía sus llaves, ni tampoco su bolsa con el móvil, pero ahí estaba el Dr. Alberto con sus cosas, las cuales le entregó, no sin antes tomarla fuertemente y sin querer soltarla.- ¡Suéltala imbécil! - Gritó Augusto. Valentina se subió a su coche, pero el Dr. no tenía intenciones de dejarla ir, quería estar con ella esta noche y todas las noches siguientes; Encendió el auto, se acomodó el cinturón de seguridad, el Dr. Augusto no la dejaría ir en el coche de ella, porque no se encontraba bien por lo que estaba sucediendo, pero ya era
- ¡Es usted un idiota, profesor! ¡Pensé que era un caballero, pero me equivoqué!- Soy todo un caballero, y eso te lo voy a demostrar. Valentina intentó huir, pero fue tomada por el cabello y llevada con fuerza a la pared más cercana. Él intentaba besarla, pero ella se defendía como podía. De repente, un fuerte golpe le fue propinado a su abusador, haciendo que cayera al piso. ¡Era Esmeralda, quien la estaba ayudando! Ella la jaló por una mano y la llevó hasta su habitación que estaba al final del pasillo.- ¡Esos desgraciados, se están aprovechando de todo ahora que mi hijo no está!- Señora, Esmeralda, ¡gracias por ayudarme! Vine engañada pensando que el Dr. Estaba en casa!- ¡A mi hijo no lo han dado de alta, aún se encuentra en estado de salud delicado!-- ¡Voy a ayudarte a salir de la casa, este par es capaz de cualquier cosa!- Quiero saber ¿cómo está, Susan?- ¡Mi nieta se encuentra bien, pero tengo que seguir cuidándola!, ¡Carolina prefirió ir detrás de ese hombre que no la q
¿Cómo hacía Dayan para que las cosas le salieran bien? Había tomado el documento de identidad del currículum que Valentina había entregado a Augusto, además de toda su información, ¡Ahora estaba Valentina frente a un Juez, jurando a amar a Alberto, en matrimonio, vestida con ropa deportiva, tenis y una coleta de cabello! Ahora era la esposa de Alberto Cáceres, un hombre al que poco conocía.- ¡Ya cumplí mi palabra, ahora le toca a usted ¡- ¡Yo siempre cumplo lo que prometo! -Valentina se sentía muy mal por lo que había hecho, pero era para salvar a su padre.En un auto muy lujoso y junto a la esposa del Dr. Iba Valentina, se dirigían a la institución donde supuestamente se encontraba el señor Julio Sáenz. Dayan odiaba a la joven Dra. en realidad sentía envidia de ella, puesto que era una mujer joven, hermosa, muy inteligente y que, además, se había robado el corazón de su marido y, ahora el de su hermano.- ¿Por qué tomaste esa ropa?- ¡No tenía nada más que ponerme y por eso tuve qu
Esas palabras para Valentina, fueron como un dardo mortal, el Dr. le había deseado suerte en su matrimonio y disfrute de su luna de miel, ya sabía que ella se había casado, ¿Qué estaría pensando de ella?La familia de Alberto, eran muy amables con Valentina y la trataban muy bien, sobre todo su madre, una mujer que le gustaba platicar y cocinar. En este poco tiempo de estar casados, Alberto solo había colmado de atenciones a Valentina, la trataba como a una reina y no le había siquiera insinuado que cumpliera sus deberes como esposa. En casa de su madre, dormían en la misma habitación, pero ella en la cama y él en un sofá, se habían convertido en muy buenos amigos y ya era hora de que Valentina supiera la verdad del porqué de este matrimonio.Augusto deseaba volver a caminar cuanto antes y recobrar su vida normal, asistía a sus terapias sin descanso, para olvidarse un poco de la mujer que tanto amaba, pero que ya no podían estar juntos, Valentina se había convertido en una obsesión qu
Augusto estaba más tranquilo ahora al escuchar estas palabras, aunque en el fondo sabía que ella jamás se acostaría con Alberto.Valentina se le acercó y le rodeó el cuello con su brazo libre del cabestrillo y, él bajó hasta su boca para besarla, también le rodeó la cintura con su también brazo sin ese molesto cabestrillo.- ¡Cuando esté en mi cama y sea completamente mi mujer, estas ropitas no se las quiero ver puestas, la quiero ver como Dios la trajo al mundo!- ¡Eso no será posible, Dr.! - dijo Valentina alejándose un poco.- ¿Por qué? Mi querida Dra.- ¡Puede ocurrir un incendio, un accidente, una inundación, truenos y relámpagos y nosotros ahí con todo al aire! ¿Cuándo ocurren estos casos las personas salen de sus casas, así como se encontraban durmiendo? ¡Esa es una mala idea!- ¡Dios, usted le mata la pasión a cualquiera!- ¡Solo digo que puede pasar algo! ¡Estando muy chica, me encontraba en mi habitación y había un bicho en el piso, corrí hasta la habitación de mis padres y