Capítulo XV–Bueno está bien dada las circunstancias cómo les venía diciendo, tengo proyectos de emprender mi propio negocio, una quincallería, dónde haya de todo. Así sea por pocas cantidades. Pero bien surtido. Dijo Evaristo–Si hermano ya tú nos habías comentado eso, y yo te dije que te ayudaría con la búsqueda del local, la mercancía y todo lo que requieras para lograr esa meta. Respondió Eva–Si Eva, y estoy agradecido contigo por tan noble gesto, pues sé muy bien que dispones de poco tiempo dado tus múltiples deberes en la iglesia. –No te preocupes Evaristo, para mí es todo un placer. Eres mi hermano y quien mejor que yo para ayudarte con eso. –Pues bien, pero... ¿Cuál es tu propuesta cuñado? Pregunta Elías con gran intriga como todo hombre de negocios. –Ya qué ustedes me comentaron que Mercedes no desea continuar con los estudios y prefiere sacar el secretariado que es más rápido para comenzar a laborar, se me es ha ocurrido que la niña pueda trabajar conmigo en sus tiempos
Capítulo XVI Y así fue transcurriendo el tiempo, Mercedes seguía creciendo, ya había finalizado el 9.º año y comenzado el curso de secretariado contable en el Instituto. Ella sentía que le iba muy bien y que al fin estaba encaminando su destino hacia donde quería ir. También había comenzado a trabajar con su tío en la quincalla, que a pesar de ser un negocio pequeño, estaba .uy bien abastecido lo que generaba mucho trabajo y mucho control. Mientras que en el curso le enseñaban mecanografía, taquigrafía, caligrafía, Kardex y llevar los libros principales de la contabilidad; su tío Evaristo la entrenaba lo mejor que podía, a realizar inventarios, control de salida y entrada de la mercancía, facturación, elaboración de pedidos, pagos de facturas... Todas esas cosas esenciales que un negocio necesita. Por su parte Evaristo, la quería tanto y estaba tan orgulloso de ella que cada día le mostraba algo nuevo, quería que fuese su pupila, y ahora más que él se había quedado sin su esposa e
Capítulo XVII En ese momento Mercedes respira profundo y confiesa.–Madrina, yo no me siento bien acá, he querido trabajar porque me quiero independizar, ya no quiero seguir viviendo aquí. –¡Madre Santa! Pero mi niña, ¿De dónde sacas esas ideas? ¿Por qué dices eso? –Madrina, contigo no tengo que fingir y puedo ser plenamente transparente. Yo aquí siempre me he sentido fuera de lugar, es cierto que me han cuidado, me han dado un techo, estudios y me han llevado a ser quien soy. Y por eso siempre estaré agradecida. Pero el cariño genuino, ese amor tan bonito, cariño verdadero, atención y hasta esa confianza que todos necesitamos la he recibido solamente de ti. Por eso quiero llevarte conmigo. Quiero que tú siempre estés conmigo. ¿Recuerdas aquella promesa que me hiciste?–Si mi niña, claro que lo recuerdo. Y así lo cumpliré hasta que Dios me dé vida y salud. Estaré a tu lado siempre. Responde Carlota mientras brotaban lágrimas por sus ojos. En ese momento Mercedes le dice –Por favo
Capítulo XVII Habiendo transcurrido ya algún tiempo, se encuentra ya en el salón de eventos múltiples dentro del Instituto Mercedes con su fiel compañera y madrina Carlota, sus padres y el resto de compañeros quienes se graduaban como Secretarios Contables. Ese era uno deos momentos más esperados por Mercedes, se encuentran todos los graduandos en los primeros asientos mientras que los familiares y demás acompañantes sé sentaban en los asientos de atrás. Todas las autoridades del Instituto se encuentran sobre el escenario y comienzan hacer los nombramientos de cada uno. Luego pasan a llamar a los graduandos para hacer entrega de su diploma y medalla, comenzando por quien ocupa la posición de honor por las mejores calificaciones... Pues se trataba nada más y nada menos que de Mercedes, en ese instante todos se ponen de pie para aplaudirla, sus compañeros gritan su nombre mientras ella sube a la tarima, luego ella agarra el micrófono y comienza su discurso... Luego de una larga
Capítulo XVIII Así llega Mercedes a su casa, luego de una larga jornada de trabajo, muy cansada pero esperanzada en un futuro brillante y prometedor. Al llegar, entra a casa como siempre soltando el bolso y la abrazando a su madrina.– Bendición madrina, como estuvo tu día?–Dios te bendiga mi princesa hermosa. ¿Yo bien, acá en la casa sin novedades y a ti cómo te fue? Por lo que veo muy bien. –Si madrina me fue espectacular. Ya hablé con la señora que nos alquilará. Al parecer tiene algo de prisa. Pero me pidió que algún adulto se hiciera responsable por el asunto de que soy menor de edad aún. Le dije que tú lo harás. ¿Si madrina? ¿Puedes? –Si mi niña está bien, de igual modo ya en unos meses cumplirás la mayoría de edad. Y si ya tu decisión es irreversible, lo menos que puedo hacer es apoyarte en todo en cuanto pueda. Claro ... Siempre y cuando no sea una locura ni nada descabellado sabes que podrás contar conmigo.–Gracias una vez más madrina. Me voy a echar una ducha para ir a
Capítulo XIXYa una vez habiéndose despedido de sus únicos amigos sale Mercedes de prisa del parque y se dirige a su casa para poder conversar con su familia, ya había llegado el momento y era impostergable para ella a pesar de que los nervios los tenía totalmente alterados, sentía que sus manos sudaban frías, estaba tembloroso, pero con la fiel convicción de que hacía lo correcto. Así poco a poco fueron llegando a casa primero, Eva, quien se desocupa a un poco más temprano de sus deberes en la iglesia, luego Evaristo y finalmente Don Elías. Como cada tarde ya era costumbre reencontrarse en la hora de la cena para compartir sus anécdotas diarias. Lo que no se esperaban era con la sorpresa que le tenía Mercedes. Carlota, quien siempre había sido la compañera fiel de todos e incondicional en todo momento, sentía esa extraña mezcla de sensaciones indescriptibles... Por una parte estaba feliz y orgullosa de que su niña Mercedes hubiese crecido y ya esté hecha toda una señorita, además
Capítulo XXY así llega el día tan esperado por Mercedes, al amanecer se levanta, con una ilusión tan grande que no sabía lo que le esperaría, pero de lo que si estaba segura era de que tenías ganas de comerse el mundo, mientras sus compañeros salían por las tardes a pasear o se reunían para conversar, Mercedes solo quería aprender cada día más y ser más y más independiente, su sueño era ser grande, una secretaria respetable y para eso tenía que prepararse mucho. Sabía que no era la mejor carrera, pero para la época era bastante, ya que casi nadie continuaba sus estudios, de hecho de sus amigos la única que continuó fue Mariana, porque Luis José y su hermano Guillermo se habían quedado en 6° grado. Para esa época salían muy bien preparados ya con un sesto grado. Es decir que ella con un 9.º y con su curso ya estaba muy bien capacitada, más la experiencia que había adquirido con su tío la ayudaba mucho. Su única desventaja era la edad, aún estaba muy pequeña, pero ya pronto cumpliría
Capítulo XXI Y así fueron transcurriendo los días, Mercedes se daba cuenta de que las cosas no eran tan sencillas cómo ella pensaba, una cosa muy distinta era como ella lo soñaba a comparación con la realidad que le estaba tocando vivir. Y eso que afortunadamente contaba con el apoyo de su madrina Carlota, quien a pesar de no poderla ayudar con los gastos, ya qué nunca había trabajado y toda su vida dependió de su hermano, por lo menos la ayudaba con todos sus quehaceres. Pero todo el peso de la manutención del hogar recaía sobre Mercedes quien a pesar de mostrar mucha madurez, aún era muy joven y totalmente inexperta, ella no estaba preparada para tal responsabilidad, ya habían pasado los primeros 5 meses, a punto de vencerse sus depósitos del arriendo, pero lo que ganaba no le daba para cubrir los gastos de la comida, y guardar para el arriendo. Lo que si había podido ir comprando eran las cosas básicas de todo hogar como los platos, cubiertos, sábanas, toallas, escobas, trapeador