Capítulo XLV De esa manera comienza una nueva etapa en la vida de Mercedes, donde todo parecía tomar un nuevo rumbo.Ella llena de esperanza y sentía como su amor por ese bebé cada día crecía más y más. En el trabajo aunque muchos tenían dudas y la intriga por saber quién era el padre siempre estaba latente, ella continuaba cumpliendo con su rol a cabalidad sin ningún tipo de inconvenientes.Manuel por su parte no había aparecido más, no se había topado en el camino de Mercedes, sintiéndose ella defraudado, y aunque llena de valor, muy dentro de ella sabía que le hubiese gustado que las cosas hubiesen sido diferentes. Hasta que un día se aparece Manuel en la comandancia y la recepcionista lo anuncia.–Señorita Mercedes, por acá está un señor llamado Manuel y desea verla. ¿Le digo que pase?Mercedes totalmente sorprendida, se queda sin palabras por unos segundos y luego reacciona respondiendo. –¿Manuel? ... Si está bien, hágalo pasar por favor.En ese momento Manuel ingresa a la of
Capítulo XLVILa pobre Mercedes no se imaginaba que apenas comenzaba su propia pesadilla, el hecho de haber conocido a Manuel, marcaría su vida para siempre, es allí la importancia de tomar buenas decisiones y de comprender que no todo lo que brilla es oro. Pero Mercedes necesitaba aprender por sus propias experiencias. Ella era alguien muy madura, y luchadora por su futuro pero no tenía nada de experiencia en el amor y eso le había costado caro. Pero no le importaba luchar y comenzar de cero por esa criatura que ya estaba a punto de nacer. Mercedes lo había perdido todo menos la esperanza y el amor que era su mejor herramienta para salir adelante.Gracias a la maldad y a las influencias que tenía la esposa de Manuel, ésta había logrado que la destituyeran del cargo. Mercedes se había quedado sin empleo, y lo peor de todo no era eso, sino que no podía pedir referencias laborales ya que alegaron escándalo sentimental en horas laborales para poder justificar su despidoPor lo que
Capítulo XLVIl De esa manera nace José Antonio, un 13 de mayo 1967. Todos estaban felices con su llegada. Era un niño que no le faltaba nada, pues entre todos los esfuerzos de sus abuelos y sus tíos habían logrado hacerle sus compras, desde el alimento hasta los pañales por un buen tiempo. Mercedes pasaba así sus primeros meses brindándole el cuidado y la atención necesaria a José, cubriendo sus gastos con lo poco que le quedaba de la liquidación de la comandancia, pero ya era poco lo que tenía disponible y sextava a acrecentarse su preocupación. Por lo que no paraba de pensar. Ella no quería convertirse en una carga para su familia y ahora que tenía un hijo, menos. Esa situación se escapaba por completo de lo que ella había planificado para su vida. Sobre todo para cuando tuviera sus hijos. Pero de cualquier manera eso era lo que había y tocaba asumir.Así pasaba las noches en vela sin poder dormir pensando como podía solventar su situación de una manera rápida y segura. Es allí
Capítulo XLVIIILuego de esa excelente noticia que le da Mercedes a su mamá, esta sin perder más tiempo le dice.–dada tu premura, mañana mismo voy a conversar conmigo a ver en que nos puede ayudar, de cualquier manera queda muy distinta de donde tú vas a arrendar por lo que no le vas a afectar en nada, pues no significarás una competencia para él.–por lo que no creo que tenga ningún inconveniente en darnos los contactos y asesorarme de cómo podemos comenzar. Si gustas me puedes acompañar.–claro que si mamá, me encantaría… Entonces mañana te paso buscando a eso de las 9. ¿Te parece bien? –si Mercedes, perfecto. Esa es muy buena hora, así le damos tiempo de que él llegue, abra su negocio y también adelante sus cosas, para que cuándo lleguemos no importunemos y así nos pueda atender con calma. –listo madre, así será entonces.– estoy segura de que él nos será de mucha ayuda, es una persona muy amable y tengo años conociéndolo.–ojalá mamita que así sea. Entonces me voy ya. Estoy pen
Capítulo XLIX Al amanecer, Mercedes se levanta muy temprano a eso de las 5:00 a.m. para dejar todo listo para José, sus biberones, la ropa lista, los pañales a la mano. Todo de manera que a su madrina Carlota se le hiciera un poco más fácil su cuidado. De allí se fue a la casa de sus padres para encontrarse con su mamá e ir a la óptica de su amigo para que la ayudara en su nuevo proyecto.Al llegar a la óptica se encuentra con el señor Gustavo, quien las invita a pasar muy cordialmenteEllas toman asiento y esperan un poco a que él se desocupe. Mientras la secretaria les trae una taza de café.Al cabo de un rato ya se desocupa y las saluda estrechándola sus manos.– ¿Cómo has estado? Tiempo sin saber de ti. Y mira a Mercedes como ha crecido... No la veía desde que era una jovencita. En ese momento Mercedes se sonríe y dice – sí, he crecido un poco aunque solo de edad, porque de tamaño no hubo manera...Allí se echan todos a reír, tomando la palabra Eva,–así es mi estimado, ha pas
Capítulo LComo ya se le estaba volviendo rutina, Mercedes se levanta y deja todas las cosas lista del niño, luego se arregla, desayuna y de allí sale al encuentro con su madre.Al cabo de un rato, se encuentran la Plaza Caracas Mercedes y su mamá Eva, de allí se van directo hacia donde queda el local. Al llegar entran y comienza la sea Eva a concretar los detalles del arriendo del local. –la mensualidad le salía muy costosa, por el hecho de ya estar condicionado para trabajar, pero aun así a Eva le parecía razonable, ya que de no haberlo conseguido así y hubiesen tenido que comprar todos los equipos y mobiliarios, le hubiese salido mucho mi más costoso.La arrendataria, por su parte le da garantía de que no tiene nada porque preocuparse, alega que en cuestiones de meses ya habrá recuperado el dinero invertido, ya que ese es un negocio muy rentable, donde la compra en materia prima es muy mínima, mientras que las ganancias que genera son muy cuantiosas.Dicho eso, Eva terminó la nego
Capítulo LIAl salir del trabajo, va Mercedes con dirección al tren para ir a su casa, ya eran las 8 de la noche. Pies Mercedes luego de conversar con Carlos, se había quedado trabajando un rato más para organizar y así adelantar todo y cuánto fuese posible.Al entrar a la estación del metro, ingresa al vagón y una vez que arranca, su apagan todas las luces, y se escucha un sonido estruendoso, era como si el mundo se estuviese acabando. Mercedes sentía un pánico terrible, era una sensación indescriptible, el pánico se apoderaba de todos, solo se escuchaban gritos y lamentaciones de dolor, todos se caían unos encima de otros dentro del vagón, sentían que no tenían el control y que todo temblaba. Ni en sus peores pesadillas Mercedes pensaba que podría vivir algo tan horrible. En su mente solo pensaba en José, que estaba tan pequeño e indefenso que estaba solo con su madrina Carlota.Así como también pensaba en sus padres. Todos gritaban desesperados pidiendo ayuda, mientras que Merced
Capítulo LIIDe esa manera fueron transcurriendo los días, con la incertidumbre de sí algo más podría sucederá o si repetiría el terremoto.Se podía sentir el silencio, las caras tristes, la incertidumbre, muchas personas lloraban por sus perdidas materiales, otras se habían quedado sin familias. Era indescriptible lo que se vivió esos días. Estaban en la tranquilidad del desesperado. Aún muchos sectores permanecían sin servicio eléctrico, dónde hubo los derrumbes, no se había podido levantar todos los escombros por no poder pasar las maquinarias necesarias. Cada día se hacía más escaso el alimento, ya que las principales vías o arterias de la ciudad estaban trancadas. No contaban con agua potable, era desesperante la situación.Así pasaban los días, Mercedes sentía desespero, pues necesitaba trabajar y por esa situación se le imposibilitaba arrancar con el proyecto de la óptica.Lo único que podía hacer era avanzar con la limpieza y organización del espacio con la ayuda de Carlos.