Capitulo 6: Ecos

“No hay niños”, fue la palabra que más se repitió en su mente, al mismo tiempo sentía un escalofrío que recorría su cuerpo mientras los latidos de su corazón aumentaban más y más hasta que se sintió con poco oxígeno, disimuladamente intentó respirar hondo para poder calmar el ataque de pánico que le dió solo en pocos minutos.

-Gracias Jaime. - Dijo  después de calmarse.

Después de cenar, Jaime le dijo:

Señorita, en su habitación hay un clóset sólo tiene un vestido y una ropa para dormir…

Pijama.

Si, pijama, jejeje, solo no recordaba el nombre. Si desea, puedo mostrarle exactamente el lugar.

De acuerdo. Guíame.

Jaime la acompaña a su habitación, y después le enseña la puerta, la abre, Cristel abre la boca sorprendida de lo grande que era aquel clóset pero estaba casi vacío. Realmente había un vestido viejo como de los años 60 y una pijama nueva, el olor de aquel clóset era viejo con nuevo, era olor extraño. Después de despedirse, Cristel va a la ducha, mientras se bañaba escucha risas y se escuchaban ecos, las risas de un niño era el mismo tono de voz de hace una hora. 

Cris encuentrame, Jajaja. Estoy escondido, buscame.

Cristel cerró la ducha, se colocó la toalla para salir a ver si alcanzaba a ver al niño, pero no lo vió, sólo vió huellas descalzas de niño con pies mojados, ella siguió las huellas las cuales desaparecieron al salir de su habitación. Dió un salto del susto al escuchar otro sonido, luego se calmó la darse cuenta que era el celular que Jaime le habia entregado sólo para llamadas el cual estaba en la mesita de noche, ella,  con las piernas temblando del susto que recién había pasado se acercó al celular para contestar.

Si si, ¿Diga?

Señorita Montero, Mañana la llevaré a conocer la ciudad, tal como lo encargó el señor Silva, de paso, compre lo que usted quiera, hay dinero en los cajones que están en el clóset, los toma y nos vamos.

Ahh closet, dinero, mañana, ciudad, gracias bye.

Sí pero déjeme advertirle…

Sin pensarlo Cristel colgó, solo quería pensar, analizar todo lo recién sucedido, tenía que terminar de bañarse, coloca su mirada al piso, las huellas de agua habían desaparecido, respira para acercarse al baño, y continuar con su ducha. Después de la ducha se pone su pijama para dormir, lo piensa dos veces para apagar las luces de la habitación, se durmió profundo.

“-Cristel acércate.

Esa voz hacía eco a su alrededor, abre los ojos y mira a todos lados. No era su habitación, era un jardín hermoso, habían tres niños, dos niños y una niña ,  estaban los tres jugando y riendo, pero no tenían rostro. 

Cristel debes saber la verdad, pero ten cuidado porque no serás igual.”

Cristel despierta y se sienta a pensar en el sueño, preguntando qué significa ese sueño, cuando Jaime toca a la puerta:

Señorita montero ¿Estás lista?

En un momento.

Cristel va a darse un baño, mientras se bañaba sólo escuchaba voces con ecos, que le decían: 

“investiga, la verdad, dad, dad, ad, debes saber la verdad de mí, mi, mi, mi, pero ten cuidado, ado, ado, do, que no serás igual, al, al ”

Abre los ojos del susto, sale con la mentalidad de que todo está bien, siente que la casa tiene cosas extrañas, entre ellas un vestido largo y antiguo en el clóset y un par de zapatos, cuando se viste se siente horrible con ese largo vestido y lo cortó, salió para subirse en el auto y jaime llevarla a la ciudad.

 Pasaron por varias tiendas de ropa, compró ropa, zapatos, pelucas, entre otras… dejó a Jaime acomodar todo en el baúl mientras ella se iba a caminar sola  a explorar el lugar sintiendo a la vez ese cálido sol acariciando su piel.  

   

Vió un hombre de hermoso parecer, alto, fuerte, pelo rubio, ojos azules, cargando unas cajas pesadas, lo sabía porque se le veía las venas de los brazos, se acercaba a ella, ella se puso nerviosa, porque él la mirada de él era tan penetrante como si él conociera todos sus secretos solo al mirarla, de inmediato él desvía la mirada junto con su cuerpo hacia una puerta que ella no se había fijado que estaba justo al lado de ella.

La puerta decía: ‘Tienda de armas’. Cristel se vuelve a componer mentalmente respira y entra, ese hombre la había hecho sentir cosas con tan solo mirarla.

Compró varias armas, chaleco antibalas y las guardó en un maletín pesado, el chico vendedor se ofreció en ayudarla mientras le hablaba de darle entrenamiento para disparar con puntería, Cristel, perdida en la belleza de aquel hermoso hombre le preguntó su nombre, le dijo que se llama Dariel, acordaron volver a verse, en el mismo lugar. Dariel colocó ese maletín en el baúl de la yipeta en donde estaba Jaime sentado al volante pensando por dónde empezar a buscarla.

Llegan nuevamente a la casa, y Cristel se pone a desempacar sola.

-Señorita Montero, le prepararé algo de comer.

Gracias Jaime, mmm disculpa, tengo una pregunta, ¿Aquí vive alguien más aparte de Braulio?

No, solo somos el señor Silva, Usted y yo.

Es que desde que estoy aquí escucho voces de un niño que me habla.

Si, ese es Julio hermano menor del señor silva, falleció en esta casa. En su habitación, se acostó una noche y jamás despertó. El doctor de la familia dice que murió por asfixia, dicen que tal vez fue asesinado, ha quedado como un caso sin resolver con el pasar de los años, su madre desapareció después de ese día, nadie ha vuelto a saber de ella. No tengo más información sobre esta familia,  si me permite, iré a prepararle algo de comer.

Si Gracias Jaime.

Cristel escucha pasos en los pasillos, escucha una puerta abrir y cerrar  de golpe, ella, se asusta e inclina la mirada hacia la puerta de su habitación, y una voz de un niño  que dice:

No fuí asesinado.

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