Jaime enojado va hacia la habitación de Cristel dando pasos apresurados, a la vez tratando de ocultar la furia de saber que su mujer habria sido asesinada por Cristel, le trajo recuerdos amargos de las pérdidas cercanas que tuvo anterior a esta, pero no se quedaria de brazos cruzados, pasó su mano dos veces en el bolsillo para asegurarse de que su navaja sigue ahí, abre la puerta de la habitación de Cristel y no la encuentra, sólo siente su perfume lo cual lo excita, se agacha frustrado, tiene sentimientos juntos, furia y deseo, quiere asesinarla pero tambien quiere estar con ella, después olvida la furia y va al baño y empieza a tocarse recordando lo que vio la otra vez de ella, cuando logró saciarse dijo:

-Vas a ser mía Cristel.

Cristel estaba en el auto con Braulio cuando le dijo:

-Ay Braulio espera, tengo que regresar a buscar mi arma, para empezar la práctica.

-Ve Cristel te espero.

Cristel cuando se está acercando a su habitación sintió miedo y asco al escuchar a Jaime gruñendo