Michael RedfordNuevo ático los Redford, New York.Escuchar las palabras casi de advertencia de parte de Mia, me hicieron sentir una calidez en mi pecho que se había expandido rápidamente. Temía por su seguridad, la amenaza de Dimitri me había dejado helado y para lastimarme, estaba seguro que lo haría contra Mia. Tenía que protegerla pero estando cerca de ella mi mente no quería pensar, solo quería abrazarla, besarla, perdernos el uno en el otro. Tenía que poner distancia de por medio para pensar cómo voy a actuar, tenía que tener un paso adelante de Dimitri a partir de ya. —Quisiera saber qué es lo que está pasando tu mente en este momento. —murmuró por lo bajo sin retirarme la mirada de encima. —Tengo que irme en este preciso momento, el auto espera abajo. —me solté sutilmente de su agarre y me incliné para dejar un beso contra su frente y luego me gire hacia la salida.—Esto es una broma, ¿Verdad?—preguntó furiosa, me había detenido con la mano en el picaporte de la puerta de la
Mia RedfordNuevo ático de los Redford, New York. Un par de horas después de que se fuese Michael, me entretuve arreglando nuestros espacios nuevos de los armarios. El espacio era inmenso, luminoso, y faltaría más cosas para rellenar los espacios vacíos. Una sonrisa apareció en mis labios. —¿Qué es lo que está pensando, señora?—Akira preguntó cruzandose de brazos contra su pecho.—Creo que por primera vez iré de compras. —ella sonrió. —Realmente me hace falta unas cosas y así puedo salir un momento de casa, ¿Qué opinas?—a sonrisa que había pasado por sus labios, se esfumó y yo arqueé una ceja.—Si saldrá, tendré que hacerlo yo con usted, no puedo dejarla sola, ordenes del señor Redford. —Akira, no puedo estar encerrada. Quien me lastimó...—detuve mis palabras. —Ya no está. —ella presionó sus labios. —Hable con su esposo, señora. No quiero que se meta en problemas. —Lo haré, lo prometo. —diez minutos después, estaba esperando en la línea a que Michael contestara, realmente lo de l
Mia Redford El chofer que me asignó Michael era nuevo, su porte era serio e intimidante como para atreverme a sacar una conversación simple. Le había pedido que me llevara a Central Park y que me esperara en el auto, pero sólo me lanzó una mirada de “Si como no” así que lo único que dijo fue “Seré invisible “ Y lo dijo con tanta seguridad al decirlo que imaginé escondiéndose detrás de los grandes árboles, bueno, intentando esconderse, era alto, un poco más que Alek, sin duda por su acento y corpulencia similar a Alek, era ruso. Tenía una mirada fría y seria. Momentos después que empecé a caminar, le iba a preguntar dónde nos veríamos una vez que caminara un rato pero él había desaparecido, miré a todos lados y él simplemente no estaba.—Eso ha sido…—dije sin terminar la oración entre dientes rindiéndome en su búsqueda. Así que caminé por un largo rato hasta que el celular sonó en mi bolsillo del pantalón. Cuando lo saqué miré la pantalla y era Michael. Una sonrisa tonta apareció en m
Mia Redford Ático nuevo de los Redford Llegué al ático algo más tranquila gracias a ese paseo, había ido a unas tiendas de ropa y me había comprado algo más del estilo de antes, cuando aún no me conocía Michael. Aunque no era ropa de marca de diseñadores famosos ya que no me podía dar ese lujo, encontré un conjunto de jeans azules que me quedaban untados a mi cuerpo, lo extraño, era dos tallas ahora más que la que toda mi vida había usado, ¿Y cómo no con toda la deliciosa comida que había comido desde que estaba con Michael? Comida que antes nunca había comido. Y que nunca hubiera imaginado comer. —Vaya—dije al ver mi trasero resaltado en el reflejo del espejo de cuerpo completo, ¡Me encantaban! Michael los iba a adorar. Eso me recordaba decirle de mi cena con Eloise. Tenía que remarcarle que era mi única amiga para que se le ablande el mal humor. Me mordí el labio mirándome en el espejo, había estrenado ropa interior transparente de encaje, desde ahí de pie, vi en el reflejo mis pe
Michael RedfordCasino RedfordRecibí el mensaje del chófer de Mia de que ya había subido al departamento. Lo que me había sorprendido era que fuese un ático en una zona al otro lado de la ciudad de dónde vivíamos.—Vaya, —solté un suspiro al terminar de murmurar, cuando levanté la mirada, el grupo de hombres en traje elegante esperaban a que le diera una respuesta. —Bien, cerramos el trato ahora. —firmé finalmente para poder ir a casa.El helicóptero llegó a la pista y Alek me extendió la mano para que le diera el maletín, se lo entregué y caminamos hasta la camioneta.—No hemos encontrado nada fuera de lugar, ya he revisado en varias ocasiones quien es Eloise.—Bien, entonces…—él se detuvo a lado de la puerta abierta de la camioneta, y lo miré. —…necesito conocerla en persona, entonces así…estaré tranquilo. —subí a la camioneta y al cerrarse la puerta, dejé caer la cabeza sobre el respaldo del sillón, hoy había sido uno de esos días que se hacía largo, pesado y solo quería estar en
Mia Redford Ático Eloise Por un momento pensé que me estaba divirtiendo con Eloise, era la primera vez desde que tengo uso de razón, que tengo una amiga. Ella me había contado acerca de sus aventuras en la universidad, el hombre con el que se había casado, pero luego se había divorciado, la hija que tenían en común y toda una historia que parecía realmente sacada de una serie de televisión. Tomamos casi toda la botella de vino entre las dos, habíamos cenado salmón, vegetales y puré de papa. Realmente se me hizo similar a lo que solía comer con Michael. —Y dime, Mia. ¿Cuál es tu secreto más oscuro?—dijo antes de llevarse la copa de vino a sus labios, yo acababa de terminar de dar un sorbo a la mía. Luego solté un largo suspiro, estaba bastante relajada, incluso, pensé que al llegar, quedaría rendida en la cama y despertaría hasta el otro día, si no es que dentro de dos. Mi cuerpo comenzó apenas a sentir esa factura desde el accidente que no había podido descansar como solía hacerlo,
Mia RedfordÁtico Eloise—Eres...Nora. —son las palabras que salieron de mi boca, ella sonrió plácidamente por qué su nombre finalmente salía a la luz. Mis dedos se aferraron a mi vientre, dolía y quemaba, y en lugar de morirme de miedo aquí mismo en la silla, la ira salió desde algún lugar de mi interior, recordar sus palabras de que Michael no se merecía ser amado y solo el ser destruido, me hizo hervir la sangre. —Lástima que nos conozcamos en estas condiciones. —dije intentando no mostrarle el miedo. —Me sorprende lo valiente que intentas ser y ocultar que mueres de miedo. —me quedé callada y no le respondí. —Por cierto, estudié cada detalle y gesto de ti, puedo casi imaginar lo que estás pensando, sé qué por tu reacción a mis palabras, te molesta que hable de esa forma de Redford. —soltó un suspiró y sonrió. —Soy Nora, la ex amante o pareja, me da igual la etiqueta que se le puede poner, —de un movimiento brusco se acercó a mí que me hizo hacerme hacia atrás para pegarme al resp
Erick SalvatoreÁtico EloiseMuchas veces me había preguntado qué hubiera pasado si las cosas las pude haber detenido a tiempo, ¿Qué hubiera pasado si hubiera insistido más en que Caroline dejará su alianza con Nora? ¿Podría haber cambiado algo y detenido su obsesión enfermiza por Redford? Eran preguntas que no tendrían respuestas por qué Caroline, ya no estaba entre nosotros. Cerré los ojos y luego suspiré discretamente. Al abrirlos, tenía que seguir el plan que había trazado con las personas indicadas para salir de este asunto. Hacer justicia y encerrar al culpable de la muerte de mi hermana, "Oh, Caroline, estarías orgullosa de mí por lo que haría, me vengaría de la persona que te hizo daño"—Ya me han informado que Redford viene en camino. —dijo Nora mi espalda mientras contemplé el paisaje nocturno desde esta altura. Metí mis manos en los bolsillos del pantalón de vestir y me volví hacia a ella, quien sonreía triunfante. — ¿Recuerdas que te dije que era lo que quería de esto?—el