En ese momento a ella le paso por la cabeza la idea de salir huyendo de ese lugar, las probabilidades de escape eran altas considerando que ahora tenía la oportunidad de la distracción de aquella presentación. Sin embargo, una sensación nueva de intriga la unía al suelo.
Kate..
El la había llamado Kate... Pero, ¿Cómo?
Ella jamás se lo dijo. Jamás le dijo su nombre. Eso quería decir que desde el primer momento que se le acerco, el sabia quien era ella. Entonces aquella invitación no había sido un error. El la conocía, pero lo que aún no sabía era… ¿de dónde?
Cuando volvió a reunirse con aquel muchacho, la expresión de Kate era diferente.- Mentiste. -lo acuso. – lo hiciste para que entrara. Habías dicho que no necesitabas invitación para entrar.
-Permíteme disculparme, si te has sentido engañada en algún momento Kate.
-¿Cómo sabes mi nombre? ¿Quién eres tú?
-En primer lugar, jamás mentí. Me preguntaste si yo tenia una invitación, a lo cual dije que no. Porque es cierto. No requiero de una, esta es mi casa. Y también me preguntaste si las demás personas de la fiesta tenían invitación, a lo cual dije que no. Porque jamás envíe otra a parte de la tuya. La única persona a la que quería ver hoy era a ti.
-¿A mí?
-Te necesito Katie Wood. –sus ojos son fijos en ella, y por primera vez ella cree notar en ellos un atisbo de desesperación y anhelo ¿Anhelo de que?– Y necesitamos hablar.
***
Cuando atravesaron los pasillos, entraron en lo que parecía ser un estudio. Kate se encontraba a la defensiva, y a decir verdad se sentía un poco estúpida por haber aceptado venir con un completo desconocido en una habitación dentro de su mansión completamente sola.
-Por favor, toma asiento.
Kate lo hizo a regañadientes. -Si esto es por lo que dije de las pinturas, la música, o las luces, me disculpo.
-Nadie va a castigarte solo por haber insultado tales banalidades.
-¿Entonces? ¿Me dirás ahora como sabes mi nombre?
-¿Y me dirás cual es tu justificativo para olvidarme tan rápido, pequeña Kate?
-¿Olvidarte?- la incredulidad en sus palabras le parecen casi desconcertante. -No creo haber conocido nunca a un millonario, creo que me acordaría de algo como eso.- dijo sonando un poco arisca
-Quizás cuando me conociste no lo era.
Kate se toma la molestia de examinarlo. Aquella postura elegante recostado en el espaldar de aquel asiento aterciopelado, aquella mirada apagada, su porte, su altura. Cada detalle en el parecía haber sido sacada de un cuento de hadas, su rostro, sus manos, sus ojos, sus pestañas, aquella nariz y pómulos perfectamente delineados, incluso hasta sus labios eran perfectos. Todo en el era ridículamente perfecto. Y aquella actitud reservada y cautelosa, despertaba un misterio indescifrable.
-Quizás nos conocimos solo en tus sueños.-le dijo ella bruscamente
-Eres un poco grosera ¿Te lo han dicho?
-¿Y a ti te han dicho que andas con muchos rodeos?
-¿Enserio? -dice el pensativo -Supongo que eso se debe a que siempre me ha gustado causar impacto.
-Me iré de aquí si no te apresuras con eso que tienes que decirme
La cabeza del muchacho se inclina levemente hacia atrás, y parte de aquel cabello negro cae en su rostro por leves segundos.-Antes.- dice mirándola, tan profundamente que Kate cree conectar con sus ojos, de alguna forma empieza a sentir algo en su corazón, porque aquel color le traen recuerdos del pasado.- siempre que tenías un problema, te gustada distraerte jugando a la rayuela.
Ella se para del asiento bruscamente hacia atrás, y esta al hacerlo, logra tumbar el asiento al suelo.
Pero no puede creerlo… no puede ser…
Aquel muchacho arrogante frente a ella. Aquella persona tan formal, que se encuentra viéndola despreocupado es… - ¿Julian?
-Te has tardado eh…- dice el y en todo este tiempo no ha dejado de mirarla.- No hay que ser un genio para acordarse, Kate.- en definitivo se trataba de él.
-¿Cómo? ¿Por qué? ¿Pero qué…? - tenía tantas preguntas que no podía formular ninguna. Había tanto que necesitaba saber. Tanto que no pudo decir la ultima vez. Y sin embargo aquel recuerdo amargo la invadió por dentro. -Te marchaste… un día solo… despareciste.
-Esa es una historia que no me gusta recordar. No estoy aquí para hablarte de eso. Te he traído hasta aquí porque debo presentarte una propuesta beneficiosa para ambos.
-¿Propuesta?
-Te he traído aquí con la finalidad de hablar de negocios.
-¿Negocios?- por alguna razón esas palabras lastimaron un poco a Kate, es decir… ¿Cómo podía hablar de negocios ahora? ¡Esto era un reencuentro! No sabría decir si se trataba de uno feliz, o uno triste, ya que después de todo aun resentía a Julian, pero él lo había llamado “solo negocios”, él lo estaba minimizando solo a eso.
-Cambiaste tu apellido. - se lo hace notar.- ¿Qué le paso a Smith?
-Tuve que hacerlo para empezar de nuevo. Fue mucho más rápido de esa manera.
-No logro entender por completo.
-Siempre tan ingenua como siempre, tal y como te recordaba – aquel tono era frio y falto de algo, de sentimiento, de vida.
-¿Qué te ha pasado?- una parte de ella estaba horrorizada. No reconocía al Julian que estaba sentado frente a ella.
-¿A lo largo de estos años? Mucho. Me ha pasado mucho.- dice él. -Kate, me conoces desde que éramos pequeños.
-Creía hacerlo
-Lo haces.- le contradijo el – eres una de las pocas personas que sabe mi secreto.
-¿Tu secreto?
-Sabes de que hablo- dice el seriamente
-Ah… no me digas. ¿Aun sigues con eso?- ella suelta un bufido cansado -Julian, éramos niños, se que no puedes leer mentes.
-Lo hago.- le refuta él. -Y he descubierto lo que tú eres
-¿Lo que yo soy?
-Todo este tiempo ha existido una razón por la cual jamás pude leer la tuya.
-¿Mi mente?
-Exacto.
-¿Y porque?- pregunto ella más divertida que seria
-Porque eres una bloqueadora
-¿Una qué?
-Ya me has oído. Mis poderes no pueden atravesar tu barrera. Eres parte de mi mundo, al igual yo soy del tuyo. Y te necesito a mi lado. – la mira -Necesito que te cases conmigo.- aquella última petición dejo completamente descolocada a Kate. Una cosa era que Julian inventara historias extrañas, y otra muy diferente es que le propusiera matrimonio
-¿Te has vuelto loco?
-No.
-¿Por qué yo Julian?
-…
-¿Por qué me quieres a mí?-indaga ella desconcertada
-Porque eres la única persona que me conoce de verdad- sus ojos azules conectan los suyos- Así que Kate, cásate conmigo.
Ella se da la vuelta dispuesta a marcharse .- Por favor no te vayas.- Julian le ha tomado de la mano, y es casi como haber regresado a una época de su infancia donde todo era más fácil.-No me dejes Kate…
Ella lo mira -Creo que has perdido la cabeza.
-Me creías cuando éramos niños. Tienes que hacerlo ahora. Tu unión y la mía traería ventajas a los dos. Un matrimonio por contrato con vencimiento de un año. Solo te pido un año.
-Explícate
-Puedo darte todo lo que desees. Cualquier cosa.
-Si.- dice ella burlándose – todo lo que el dinero pueda comprar- suena sarcástica.
-Puedo darte trabajo también si lo deseas
Aquella propuesta hace que lo mire -¿Trabajo?
-Lo haría sin problema.
La necesidad de las carencias de Kate sube a flote tratando de colarse en su buen juicio. -¿Qué ganarías tu con todo esto?
-Antes pensaba que yo era un ser excepcional y mi don me ayudo a escalar hasta ser lo que soy ahora.
-¿Un millonario?- dice la palabra como si ya no significara nada
-Si, pero pronto… más pronto de lo que hubiera deseado descubrí, que mucha gente exitosa como yo, ha compartido el mismo talento.
-¿Insinúas que hay mas como tú? ¿con tu “don”?
-No insinuó. Te lo confirmo. Y se quienes son.
-¿En qué puedo ayudarte yo? ¿Cómo encajo en tu supuesto plan de vida?
-Yo puedo leer la mente de estas personas, y ellos la mía. Pero, pequeña Kate, cuando tu estas cerca, nos bloqueas a ambos. Ellos no pueden leer la mía, ni yo la de ellos. ¿Recuerdas aquel incidente de niños? ¿Cuándo me pediste que leyera la mente de aquel hombre de traje y corbata? Te dije que no podía. Esa había sido la razón. Aquel hombre era como yo. Pero al estar tu presente ambos nos bloqueamos.
-No creo seguirte el rollo este de los poderes
-No es ninguna ciencia. Son mi competencia. Contigo presente represento una desventaja táctica para mis enemigos. Imagínalo, miles de mis negocios alzándose, esta vez sin enemigos que puedan destruirme adelantándose a mis planes.
-Leyendo tus pensamientos.
-Porque ya no podrán hacerlo
-Si te sirvo solo así… ¿Por qué casarnos?
En ese momento el se levanta y se acerca hasta uno de los anaqueles, y Kate nota como saca algo de ellos. Al depositarlos sobre la mesa, Kate logra apreciar lo hermosos que son.
-Anillos de conexión. -dice – la ventaja de estar casados, será que en cuanto tu aceptes ser mía, tu bloqueo solo será mío. Solo en ese caso especial, yo podre leer la mente de mis rivales, y repito, tu poder al ser mío, permitirá que ellos no puedan hacerlo conmigo.
La cabeza de Kate daba vueltas aun confundida. -¿En ese caso porque no solo usar los anillos?
-¿Quieres que la prensa me coma vivo? Soy una persona del medio. ¿Esperas que la gente me vea con un anillo de compromiso puesto y que no presente a una esposa? Dame un año, es todo lo que necesito.-le pide.
Ella recorre los ojos azules de Julian, y por un instante ella desearía poder recuperar aquel pequeño niño. Aquel niño que era honesto, y no un astuto y vivaz genio malvado, tan interesado como manipulador.
-¿Y lo soy? Yo soy la única… ¿Cómo lo has llamado…? ¿Bloqueadora? ¿La única que existe? ¿La única que puede ayudarte?
-Si.
El silencio llena la sala durante unos minutos.
-¿Cuál es tu respuesta?- la apremia Julian
Ella lo mira triste -Pienso que ya estamos grandes para estos juegos.- Kate no espero más, dio media vuelta y salió por completo de la habitación. Creyó haber escuchado a Julian llamándola, pero ella lo ignoro hasta perderse con la multitud de gente. Aunque no conociera aquella mansión, no fue difícil llegar de vuelta al salón principal, después de todo, solo tuvo que seguir la música. Lo único que deseaba era tomar un taxi y regresar a casa.
« Pero que tontería. Sabía que no debía haberle hecho caso a Gabriel. »
Pensó que todas estas cosas las había dejado ya en el pasado, y por un momento deseo hacerlo, dejarlo todo atrás, junto con Julian.
****
-¿Así que ella acepto?- la voz de Ethan hizo que levantara la vista de su escritorio para fijarse en el.
-Aun no.-dejo la pluma en su tintero
-Así que te ha rechazado- razona él.
-Aun no ha aceptado. Pero lo hará. -la mirada de Julian era calmada, una calma inquietante, como si estuviera completamente seguro de sus palabras.- siempre obtengo lo que quiero
Ethan suelta un bufido.- y lo que quieres en estos precisos momentos es a ella.
-Es a ella a quien necesito. Es a ella a quien quiero.
-Le mentiste.- dice
Los ojos de Julian lo recorren con cautela
-Existen otras bloqueadoras. Tu no querías otras bloqueadoras. La querías a ella.
Las manos de Julian aprietan un pequeño llavero dentro de su bolsillo -Nunca ha habido nadie más para mí.
-Kate.Una molesta voz se filtraba en su cabeza-Kate.Ella en su adormilamiento estaba totalmente dispuesta a ignorarlo-¡Kate despierta!- y entonces sintió un leve golpe en su cabeza-¡Auch!- sus manos viajan instintivamente hacia su frente.- ¿Me has dado un zape?-¿Por qué sigues durmiendo?- los ojos castaños de Gabriel la reciben con curiosidad-¿Sabes?-dice sentándose- tu no eres lo primero que uno quiere ver apenas se levanta.-¡Ja!- se burla el.-Ya quisieras. En realidad, tengo un rostro que parece haber sido esculpidos por los ángeles-Si, por ángeles caídos-¿Acaso eso no lo haría más hermoso aun? Una belleza rebelde.-No sabía que habías venido hasta aquí para hablar de tu cara.Nota como un peso nuevo se asienta en su cama -No realmente, venia a preguntar qué tal te había ido ayerAyer…Los sucesos del día anterior empezaron a llenar sus pensamientos, ella hubiera deseado que no fueran tantos.-¿Me estas escondiendo algo?- el tono acusador de Gabriel, y su mirada apacible l
-¿Qué estas haciendo que?- la voz de Gabriel iba cargada de desconcierto puro.-Ya te lo dije, empaco.La mano del chico se posa sobra la suya impidiendo que esta siga guardando otra prenda-Kate.- le habla serio-no puedes mudarte así de rápido.-¿Acaso no eras tu quien insistía que pensara aquella propuesta?-dijo, aunque para ser honesta consigo misma, no espera una respuesta. ¡Era una pregunta retórica!-¡Si!-soltó incrédulo.-Lo que no sabia era que parte del trato involucraba mudarte con él. Es decir, ¿Cómo puedas estar segura de que no sea un psicópata?-Lo conozco desde la infancia.- soltó ella con simpleza-Las personas cambian, -le aseguro.- ¿y que pasaría si… -el chico duda -si intentara algo en contra de tu voluntad?-¿Julian?- aquel pensamiento inundo la mente de Kate, para ella, la idea no podía parecerle de lo más absurda y ridícula. Julian, o al menos su Julian, aquel muchacho que había conocido en su infancia, jamás sería capaz de siquiera ponerle una sola mano encima a K
A la mañana siguiente, cuando Kate abrió los ojos, lo primero que noto fue al chico parado a su lado.Pego un brinco fuera de la cama casi como si le llevara la vida en ello. -¿Q-qué haces aquí?- pregunto más sobresaltada que otra cosa-Pensé que había quedado claro la idea de que yo vivo aquí-Julian.-el tono de Kate era severo-Venia a levantarte.- contesto el chico con simpleza, mientras una de sus manos viajaban a sus muñecas donde se ajustaba un reloj que seguramente valía mas que el antiguo departamento de Kate.-llegaras tarde a tu primer día de trabajoAquella mención hizo eco en Kate.« No puede ser – pensó Kate - ¿Acaso se había quedado dormida? »Su mirada viaja al reloj que reposaba en el velador a lado de su cama. 7:40 am-Tu trabajo inicia a las 8am.-informo este cuando dio media vuelta – Y ya que ni siquiera has desayunado, quizás prefieras empezar desde mañana-¡No!- se apresuro a decir la chica – por favor… quiero hacer esto bien. Disculpa por quedarme dormida, Te aseg
-¡¿Qué quieres que haga que?!- Ethan no podía creer lo que Julian le estaba sugiriendo-Dijiste que ayer mantuviste una conversación amigable con Kate-¡Si!- dijo casi exasperado – y te lo dije, para que tu estuvieras tranquilo, ya que te veías bastante preocupado porque ella se sintiera incomoda, y no se adaptase a la mansión.-Lo sé, pero… solo necesito el sábado.-Julian.- lo corta Ethan– soy tu amigo, pero no te harás pasar por mi para poder hablar con ella-¿Por qué no?- pregunta este sin comprender -Lo haría muy bien, de hecho. Ya casi te tengo imitado, mira- le pide. Julian hizo una pose extraña fingiendo estar despreocupado.-Parece que quieres ir al baño-¿Quién quiere unas pizzas?- dijo Julian tratando de imitarlo, ignorando por completo el comentario anterior.-En definitivo.- dijo Ethan mirándolo perturbado – tu ya enloqueciste.La mirada del rostro de Julian, pasa del fingido relajamiento, a una de impaciencia – ¡Pero es la única forma!-Debes gustarle por ser tu. – lo
El viernes por la mañana, Kate, Ethan y Julian se encontraban desayunando en una gran mesa que se encontraba en el centro de un gran salón.-El domingo habrá una reunión importante, donde se juntaran muchos CEOs de la industria.-informo Ethan mirando hacia Kate – a estas alturas, las fotos del día de ayer, ya se han de haber regado por todos los periódicos, la televisión estará hablando de ello ahora mismo.-¿Es una fiesta?-Un evento para hablar de negocios, y de paso, presentarte en sociedad.- hablo Julian sin siquiera mirarla. Él le había dado un sorbo a su café. Kate odiaba el café. Lo consideraba una cosa demasiado amarga para poder ingerirla, la gente normalmente le decía que tan solo le metiera azúcar, ¡Métele azúcar Kate! pero ella sentía que por más azúcar que le agregara, no podía sentir que eso cambiara de sabor.A diferencia del día de ayer, hoy la mesa estaba repleta de comida. Visualizar el contenido de la mesa, era lo mas parecido a pasar por una panadería en las mañana
La mañana había llegado, y consigo nuevas esperanzas para Julian.Cuando se apresuro hasta su habitación, esta vez decidió tocar.Espero pacientemente, pero nadie contestaba. Lo volvió a intentar, pero el resultado fue el mismo. Una duda paso por su mente unos instantes, pero luego esta se disipo dejando paso a una audacia antes desconocida.Giro el pomo de la puerta adentrándose en la habitación. Pero no había rastro de Kate por ninguno lado. « ¿Acaso ya habría bajado y él no lo había notado? »Estaba por irse cuando un ruido lo sobresalta.« ¡Madre mía! ¡Era Kate! ¡Saliendo del cuarto de baño! »Sus ojos se sorprendieron al verlo. Ambos casi congelados en ese instante. Pero fue allí, cuando Julian, desvío su vista de sus ojos, y fue a fijarse a algo más abajo.¡Estaba en vuelta en una toalla de baño! Claramente, no había nada de ropa allí debajo.-Y-yo…-¡¿Pero que rayos?! ¡¿Acaso ninguno de ustedes sabe tocar?!Julian se da la vuelta avergonzado al instante. -K-kate… perdona…. Creí
Julian había dormido pésimo la noche anterior, para ser honestos, apenas y había dormido. Cuando trataba de reconciliar el sueño, este se plagaba pronto de pesadillas y despertaba al instante. Recuerdos de su pasado, acontecimientos de su niñez, y por último estaba Kate. Ella había aparecido en todas y cada una de ellas, era el factor común. Ella diciéndole que no lo amaba, ella besando a Ethan, ella besando a alguien más, a quien sea que no fuera él. En la gran mayoría de ellos, Julian sentía hervir su sangre por dentro, una parte de sus sentimientos dolía cuando lo presenciaba y otra se llenaba de pura amargura.En la mañana, cuando todos se sentaron a desayunar, él no podía dejar de dar vueltas en su cabeza acerca de sus sueños. Solo pensando en el recuerdo de Kate. Aun, cuando la verdadera Kate, la de carne y hueso se hallaba sentada junto a él.-¿Julian?-Ah….- la voz de Ethan pareció sacarlo de su ensoñación al muchacho. -¿Qué?-Kate te esta hablando.- dice, y en su gesto puede
Cuando Julian la vio en lo alto de la escalera tuvo que contener la respiración. Ante los ojos de Julian, Kate siempre había sido deslumbrante y brillante bajo un concepto de admirable inteligencia, pero el día de hoy Kate era hermosa en un concepto de pura belleza. Aquel cabello castaño caía en hondas por sus hombros hasta mas abajo, y aquel vestido blanco lleno de perlas y brillantina la hacia sobresalir del resto de un modo casi inhumano. Una belleza inalcanzable, piel tersa y rasgos finos. El pecho de Julian se inflo de orgullo al solo verla, después de todo, ella era ahora su esposa. -¿Va a presentarme con ella también?- aquella voz a su lado lo sobresalto, casi había olvidado que se encontraba con Amber sujeta de su brazo.Amber había visto a la chica de un modo receloso, y de alguna forma una irritación creía dentro de ella, pero se vio en la obligación de disimular aquel gesto, bajo su perspectiva ella era mucho mas hermosa que Kate. Después de todo, era ella la que poseía e