Gaeil y yo bajamos por el ascensor mientras mi hermano mayor no paraba de darme toques entre medio de las costillas, soy muy cosquilloso y no podía evitar dar pequeños espasmos, a pesar de que ya le había dado tres puñetazos, no paraba de molestar.Coloqué los ojos en blanco mientras las puertas del ascensor se abrieron ante nosotros, salimos al garage del subsuelo y desactive la alarma de mi Jeep.—Yo conduzco —dijo Gaeil, me envaré.—Ni en tu sueños —le dije mientras me subía en MI lugar, que era el del conductor—. No dejo ni que Annie lo conduzca y te voy a dejar a ti.—Soy tu hermano mayor, es diferente —dijo con una sonrisa y subió, yo arranqué el motor mientras veía como mi hermano encendía un cigarro.—¡Gaeil, te he dicho mil veces que no fumes dentro de mi auto! —le Grité a mientras le daba otro puñetazo.—Que denso eres —masculló con el cigarrillo sostenido entre sus labios, abrió el cenicero del auto y apagó allí ese palito provocador de cáncer.—Carajo, ahora tendré esta pe
Me encontraba en mi descanso, esperando a que Chester termine con su turno para poder regresar a atender las mesas en el café.Mientras descansaba miraba el fondo de pantalla de mi celular, era una foto mía y de Annie, sonreí mientras observaba aquellos hermosos ojos verdes que me tenían cautivado desde hacía años. Tenía una carpeta entera de mi amor imposible. Maldito Kentin… era uno de mis mejores amigos pero eso no quería decir que no desee matarlo por haber enamorado a mi Annie.—¿Qué estás haciendo, motherfoca? —preguntó Chester colgándose de mis hombros, vio la foto fe Annie—. ¿Otra vez, Louis? ¿Hasta cuándo vas a continuar con esto?—No sé de qué me hablas —le dije mientras guardaba mi celular en el bolsillo.—De que sigas prendido de Annie, de eso hablo —dijo Chester, se rascó con fuerza la cabeza alborotando sus cabellos pelirrojos.—No le veo nada de malo amar a alguien —dije mientras tomaba mi bandeja para seguir atendiendo a los clientes.—Por supuesto que no tiene nada de
Colgué el teléfono y me dispuse a prepararme mientras Keyla seguía en la ducha, esa muchacha siempre se gastaba toda el agua; le golpeé la puerta varias veces.—¡Oye, déjame algo de agua caliente! —le grité a través de la puerta de madera, Keyla abrió la puerta envuelta en una toalla rosada.—Ya, ya pequeña —rio, yo la miré y entré al baño cubierto de vapor, me quité la ropa y entré en la ducha.Finalmente me iba a animar a decírselo, él era mi amigo y seguramente me iba a entender y ayudar, ¿quién mejor que él, sino?Con una sonrisa en los labios recordé cómo me había quedado prendida de sus ojos en el instituto, esa forma tan peculiar de vestir y su hermosa personalidad.Annie había sido muy amable al revelarme los verdaderos sentimientos de aquél amor imposible y hasta el día de hoy jamás me había perdonado el haber nacido mujer...Sin embargo, no me había faltado la oportunidad de dejar que mi corazón ame sin medida, aunque dudaba si mis sentimientos eran correctos o no, me conven
Me daba mucho gusto que mi hermano esté saliendo con Lila, se los veía felices unidos... En realidad no tenía problemas con la sexualidad de mi hermano, solo me importaba verlo feliz con quienquiera que esté.Mientras estudiaba unos diseños, veía como Annie cocinaba y conversaba alegremente con Louis, Nicholas jugaba con Lalo y Ayaka y Lila estaban viendo la televisión tomados de las manos, Kentin aún no había regresado de su visita al pueblo y no habíamos tenido noticias de él, regresaría pasado mañana.Volví a centrar mi atención en el estudio pero en ese momento me sonó el celular, era un WhatsApp, al desbloquearlo me di cuenta de que era de Lily.“Hola, Aren, estás ocupado?”Rápidamente tecleé una respuesta para ella.“No, Li, necesitabas algo?”Esperé su respuesta.“Hoy estrenan una película japonesa que quiero ver, te gustaría acompañarme?”“Claro, :D donde y a qué hora?”“En la pagoda principal del jardín japonés, a las 5, luego vamos a un McDonald's”“Eres la chica perfecta lo
Finalmente Aren y Lily eran pareja, Ayaka se le había confesado a Lila y Louis estaba saliendo con Ariadne, al fin todo en paz... Excepto por el hecho que mi boda aún seguía igual que siempre, en nada.Ese día regresaba Kentin del pueblo, seguramente vendría cansado, pero por suerte teníamos todo el fin de semana por delante, así que podríamos conversar sobre la boda y la reunión de su familia en detalle.Me levanté el viernes temprano, mi alarma sonó avisándome que debía de ir a la universidad, me revolví en la cama en el lado de Kentin y apagué el despertador.Aquél día era crucial para mí, ya que presentaban los resultados de las pasantías laborales para los buffets de abogados, había estudiado mucho para poder tener uno de los codiciados 5 lugares y esperaba poder calificar.Encendí la luz y abrí las pesadas cortinas, abajo la ciudad aún estaba a oscuras pero de a poco iba despuntando el alba. Septiembre estaba allí nomás y finalmente los días de calor regresarían a mi vida, poder
Miré a mi alrededor en aquel imponente lugar, aún era temprano y seguramente la acción llegaría más adelante en la mañana, Chopin seguía sonando y mientras yo estaba allí, bastante perdida en lo que tenía que hacer.De repente el teléfono sonó haciéndome dar un respingo, yo respiré hondo y tomé el aparato para responder.—Jefferson-Fink & Asociados, ¿en qué puedo ayudarle? —pregunté al atender.—Con el señor Jefferson —dijo una voz autoritaria de hombre del otro lado.—Lo siento, señor, el Doctor Jefferson no está disponible —dije, siguiendo las instrucciones de mi jefe.—¿Cómo que no está disponible? —preguntó de nuevo esa voz autoritaria—. ¡Exijo que me comunique con él!—Señor, vuelvo a repetirle: el Doctor Jefferson no está disponible —repetí con paciencia y voz dulce—. ¿Le gustaría dejar un mensaje?—¡Sí, dile a ese hijo de puta que no se las verá tan fácil cuando lo denuncie al Tribunal de Ética! —gritó aquel hombre del otro lado y colgó el teléfono, yo me quedé con el tubo en l
Yo me quedé allí de píe, mientras el Jeep de Kentin se perdía en la calle, incapaz de creer lo que había ocurrido, estaba a unas treinta calles del loft y ya era tardísimo en la noche.Me acomodé la cartera y empecé a andar, a unas cuadras había una estación de metro pero dudaba que esté funcionando a estas horas, no me quedaba otra que caminar. Cada tanto me daba vueltas para ver si algún taxi circulaba cerca pero no había ninguno.Maldito Kentin, odiaba que se ponga así, solo había sido unos tragos y un poco de sushi... Pero la verdad que Kentin tenía razón, Jeff y yo estábamos solos, eso nada tenía que ver con una reunión de trabajo.Empecé a llorar mientras caminaba, la reacción de Kentin había sido exagerada, pero mi actitud no había estado bien; sin embargo no tenía intenciones en pedirle perdón, nada lo autorizaba haberme tratado de esa manera.Finalmente, luego de una hora de andar, llegué al loft; las calles estaban desiertas, saqué mis llaves de la cartera y abrí el portón d
—¿Que intentó qué? —gruñó la voz de Kentin, su pecho vibró cuando dijo esas palabras.—Intentó violarme —repetí en medio de sollozos, sentía las manos de Kentin vibrar por la fuerza que hacían sus manos cerradas en dos puños.En ese momento empezó a sonar mi celular, yo lo busqué en la cartera y cuando lo saqué vi quien me llamaba: Era Jeff.—Dame eso —ordenó Kentin mientras me tendía la mano con la palma hacia arriba. Le entregué el celular y él atendió la llamada—. Escúchame, pedazo de hijo de puta, no creas que te vas a escapar de esta.Su voz era venenosa, peligrosa y sobre todo intimidante, tenía el ceño tan fruncido que pensé que se le iban a partir las cejas al medio.—¡No me vengas con sobornos! ¡Annie y yo nos vamos derecho a hacer la denuncia! —gritó Kentin y colgó, yo lo miré.—¿Un soborno? —pregunté, él me miró.—Me ofrecía un millón por tu silencio, pero no se las va a ver tan fácil —dijo y tomó la chaqueta de cuero—. Vamos, Annie.Yo lo seguí callada, volvimos a bajar ha