Aún en África los hechiceros hicieron del refugio un lugar amplio y acogedor utilizando magia, Zack trajo comida que seguramente hacía falta en algún restaurante, él insistía que solo había traído el encargo. Todos reían de las ocurrencia de Zack y Agata que no se medían, se abrazaban y besaban sin consideración a que no estaban solos, hablaban de sus planes de celebración de boda, Arthur insistiendo a Emma, ofreciendole bocados de comida en la boca que aceptaba haciéndose la dura, Bradley y Kiara siendo amables y sonriendo como colegiales. Kevin salió a la noche africana, se sentía contento por sus compañeros, pero estaba vacío sin Briana, pensó en cómo había cambiado su vida y comprendió que ese vacío que ahora tenía siempre lo había acompañado, que solo Briana lo había llenado, que ni siquiera Ava que creía muerta era algo que pasara de una molestia. Se comunicó con Briana, ella lo pasaba mal con su hermana y su insólita adicción a la cicuta, Amaris la psicologa humana
El destino de Bradley y los hechiceros era encontrar otros hechiceros que se sumaran a la causa, a Emma y a Arthur los enviaron a América, el primer destino fue el aquelarre de Kiara y Zack, la última vez los hechiceros de la corte atacaron allí y no todos estaban contentos con que Zack y Kiara se involucraran con problemas de licántropos, sobre todo que Kiara fuera pareja de uno de ellos. Bradley se sentía mal por Kiara, ella era una chica muy familiar y la molestia de todos, en especial de su abuela la lastimaba; él prefirió mantener distancia de la discusión familiar y en cuanto Kiara abandonó la casa fue con ella. —Kiara, tu familia será la manada, no tiene porque afectarte lo que ellos piensen. Kiara lo observó e hizo un mohín. —Tomé la decisión de unirme a ti, seré fiel a la manada y claro que la acepto y será mi familia, pero yo jamás dejaré de ser hechicera, esta siempre será mi familia y mi aquelarre —expresó de mal humor. —Yo solo trato de darte ánimo, no me
Bradley aspiró fuerte y sus manos estrecharon aún más a Kiara, ahora no sentía el horrible aroma amargo y nauseabundo de hierbas podridas en los hechiceros, ahora la percibía como el olor a lavanda, manzanilla, flores y sol. «Mía, mía, mía» decía Valta desesperado y Kiara mordió sus labios porque lo oyó claramente, su corazón se aceleró esperando la reacción de Bradley. Bradley de manera suave tomó el rostro de Kiara para verla. —Seré cuidadoso y trataré de ir lento contigo, pero ahora que me has permitido sentir la conexión no podré resistir no marcarte. Kiara afirmó con la cabeza, su corazón palpitaba a mil por hora y sus palmas sudaban frío. —Lo sé, ya había decidido aceptar el regalo de la diosa. —El regalo eres tú, preciosa niña —Bradley acarició el cabello color azabache de Kiara, peinandolo con sus dedos, miró sus ojos almendrados y expresivos llenos de inocencia y sus labios gruesos nunca se le hicieron tan apetecibles en la vida y vaya que Bradley con su
August estaba harto del encierro, por supuesto muy debilitado, aunque el refugio tiene comodidades y sustento, él tiene la necesidad abominable de consumir corazones para sentirse saciado, está molesto por haber sido derrotado y no poder castigar a Briana ni haber logrado obtener lo que desea para ser el rey del mundo sobrenatural. No es buena compañía para nadie, su máscara de amabilidad y decencia ha caído y solo queda la necesidad y maldad que lo ha consumido. Ava ha pagado muy caro por su codicia y es el juguete de un hombre trastornado que solo se entretiene haciéndole sufrir a ella en nombre de Kevin y Briana. —Tú hubieras deseado ser una Alfa en vez de una Omega, te molesta y llena de odio que una Alfa sea la pareja de un Alfa como Kevin Taylor; bueno querida Ava, esto es lo que yo planeaba para Briana Lewis. Ava en el suelo llena de sangre espera a que su loba sane las heridas, el dolor que siente es horroroso, pero suplica a su loba curarla con mucha calma o mejor n
Zack llevó a Agata a su lugar privado, lejos la casa, su familia no estaban de acuerdo con su enlace a Agata, ambos abrazados luego de hacer el amor conversaban. —Zack, mi vida, no te preocupes, yo entiendo a tu familia, y su negativa a aceptarme, me ven como mala influencia para ti. Zack la apretó contra su pecho. —Soy yo el que no merece tu amor, me acerqué a ti por llevar la contraria a mi aquelarre, porque quería que me exiliaran. Agata se afincó sobre su codo. —También querías tenerme porque era hechicera de la corte. —Oh sí, eso también —Zack acarició su mejilla y la miró con amor—. Deberías haberme dejado convertido en rata, es lo que soy. Agata puso su mano sobre la de él. —Yo no era buena, después de morir Nora era una veleta que llevaba el viento, quería el amor de mi madre y hacía lo necesario, después de crear el hechizo abominable que tantas vidas destruyó y mi piel se convirtió en la asquerosidad que fue, me quería morir y me hubiera suicida
Briana no dio un paso atrás, sin embargo ahora fue ella quién habló en voz baja. —Necesito a Luna de Hielo, Kevin —A Briana se le cortó la voz—. No los dejaré —murmuró mirándolo. —Me pides que te siga, pero tú ni siquiera consideras seguirme a mí —exclamó Kevin decepcionado. —Mi hermana puede o no conseguir a su mate, su novio es un Alfa, si él es su pareja destinada, ella se irá con él sin dudarlo. —Entonces esperemos a ver qué pasa con tu hermana, pero tú no has considerado eso, no me respetas como tu Alfa. —¡No eres mi Alfa! —gritó Briana y tapó su boca con las manos—. Perdón Kevin… Kevin se apartó de ella y Briana sujetó su mano. —Por favor —suplicó Briana—, sabes que no es lo que quise decir, es que tú… —exclamó Briana sin saber que decirle, no quiere pelear con él, pero tampoco puede claudicar en su deber. —Yo sí te considero mi Alfa, mi todo, te he dicho que eres mi vida, pero en cambio en ti debo competir con Luna de Hielo y no estoy ganando. —Kevin
—Adelante, paralízame —retó Ava a Briana—. O qué ¿tienes miedo de mí? —Ava miró a Kevin de arriba abajo—. Problemas en el paraíso mi amor. Briana brincó encima de Ava y Kevin trató de detenerla, pero fue demasiado tarde, apenas Briana tocó a Ava sintió que fue arrollada y Kevin también, sus cuerpos convulsionaron y una luz brillante salió de ambos, eran sus lobos y fueron arrastrados a la piedra de un anillo que tenía Ava. La piedra del anillo brilló con una intensa luz blanca y todos dieron un paso atrás; era una piedra de luna. Briana y Kevin quedaron de pie y de inmediato supieron que eran vulnerables. Rhian saltó encima de Ava, pero Gerald logró interponerse. —¿Qué te pasa Gerald Volkova?, demuéstrame que no eres un cobarde que teme enfrentarse a una simple Omega —se burló Ava. —Una loba común no puede canalizar la energía de ese anillo —dijo Gerald sosteniendo a Rhian. Ava se echó a reír disfrutando de estar dominando la escena. —Tú tampoco eres solo un l
Briana no hacía más que llorar, Ryan y Carrie están en la habitación con Kevin que ahora luce como un anciano decadente. —Hijo de mi corazón —dijo Carrie—, por favor resiste un poco, tu manada busca ayuda. —Yo quería ser humano, pues ahora tengo mi merecido. Carrie negó con la cabeza y lloró con mucho sentimiento. —Cuando te hablaba de las debilidades humanas solo lo hacía para que apreciaras tus dones, pero jamás creí que esto fuera posible. —Eres una excelente madre, tú no has hecho nada mal conmigo, debo haber tenido unas diez vidas humanas, y sin embargo, fue poco lo que aprendí, pero me voy conforme con lo que me ha tocado. —No, Kevin no te despidas —suplicó Carrie—, no es justo, te he tenido muy poco, no has podido ser feliz. Kevin miró a Briana y sonrió haciendo su rostro muy arrugado y con manchas de vejez lucir feliz. —Si fui feliz, fui un viejo verde al casarme con una niña de veinte años. Kevin trató de reír para aligerar el momento, pero no lo