3- Entorno maldito

Selene se sobresaltó al ver en las noticias a uno de los escoltas de su padre,por un momento pensó que Apolo tenía que ver con el asesinato.

Luego de tanto razonar se inclinó a pensar que a sólo un día de que Ares se hizo cargo de los negocios de la familia sucedía el infortunio.

Llamó a su madre para mostrarle lo que sucedía y está se conmocionó al reconocer al fornido hombre con el tatuaje de tiburón.

—¡Por Dios!,ese hombre era fiel a tu padre,no entiendo nada.

—No hay mucho que entender,él lo hizo,tal vez le caía mal.

Las dos mujeres se miraron en silencio,ambas estaban muy asustadas y subieron a la habitación de Selene,allí permanecieron encerradas.

En su despacho Apolo le daba un enérgico puñetazo al escritorio en ese momento sintió una oleada de sangre inundando su cabeza.

—¡Maldición!,se supone que no cae una hoja al suelo sin que yo me entere. 

—¡Perdone don Apolo!,¿se encuentra usted bien?

El viejo suspiró profundo y negó con la cabeza.

Los escoltas de don Apolo intentaron dar excusas y prometieron averiguar la identidad del asesino del temible Conrad.

La organización de Arismendi siempre había sido cuidadosa de no dejar rastros de sus crímenes y la prensa nunca se daba por enterada de sus desmanes,era obvio que el asesino quería dar un mensaje.

—No hace falta que averiguen nada,yo sé quién lo hizo y no quiero que muevan más el asunto más bien dime si ya te hiciste cargo de todo lo que te indique.

Durante meses anteriores Apolo había ordenado a su administrador movilizar grandes sumas de dinero a bancos internacionales.

Nadie en la organización lo vio como extraño porque sabían de sus planes de retiro y era obvio que todos esos años estuvo preparando al sucesor.

Con lo que Apolo no contaba era que Ares iba a comenzar su venganza tan pronto,esa mañana recordó aquella tarde de invierno hacían ya quince años que se quedó dormido por breves minutos y sintió la frialdad de una pistola apuntando a su cabeza,era Ares con pulso tembloroso el chico siempre supo que Apolo había mandado a exterminar a sus padres.

En ese momento él abrió los ojos y nada más le dijo:

—No puedes matarme porque por algo que algún día te contaré,solo te puedo decir que sabes la verdad a medias,muchacho y deja de temblar cómo a una nena,si no me vas a disparar retira esa cosa de mi cabeza.

—¿Me va a matar verdad?--Gritó el muchacho asustado.

Apolo no le dio importancia al asunto y nada más se limitó a decir:

—Tienes las bolas bien puestas para este negocio,nadie me apunta a la cabeza y sale vivo,concentra esa rabia para un futuro brillante en mi organización porque serás mi sucesor si no haces pendejadas.

El viejo arrodilló a los escoltas y los mandó a matar por el descuido y desde ese día mantuvo a Ares muy vigilado y este le obedeció y su rencor se alimentó con el paso de los años.

Esa mañana cuando Ares entró al despacho de Apolo,el viejo hizo un esfuerzo para disimular su ira ante el proceder de su discípulo.

Quería adelantar la boda de Selene con Ares para irse de viaje por el mundo con su esposa.

—¡Contigo quería hablar!

—¿Pasa algo don Apolo? 

El anciano no deseaba reprimir al muchacho,ya mucho lo había frenado en su adolescencia y más bien deseaba suavizar la relación de ambos. 

— Quiero que la boda se lleve a cabo dentro de quince días,mi esposa y yo nos iremos luego de la ceremonia.

Ares parecía feliz de oír esa noticia y una sonrisa de satisfacción se dejó ver.

—Por mi encantado,entre más rápido mejor.Por cierto espero que me haga saber la fecha de su partida para darle la despedida—.Dijo acentuando las últimas palabras.

— No tengo fecha establecida,Ares.Por cierto,¿ya te encargaste del novio de mi hija? 

Ares no se mostró asombrado ante la sagacidad del viejo Arismendi,siempre iba un paso más adelante,era un zorro viejo.

—Le propuse dos opciones:Dinero o volver a Francia en un cajón de manera y se hizo en los pantalones. 

—¡Vaya!,¡He creado un monstruo!

Las palabras de Apolo tenían más precaución que sarcasmo y Ares se dio cuenta de inmediato que no le convenía eliminar al suegro por ahora,aunque ganas no le faltaban. 

“La venganza es un plato que se sirve frío”-Esa frase revoloteando en su cabeza era el antídoto para la furia de venganza que llevaba por dentro.

Con una sonrisa hipócrita se limitó a responder:

—Fui tallado a su imagen y semejante,don Apolo,ahora no se valen las quejas.

—Tienes razón,mi querido saltamonte,solo que yo no dejo regueros de evidencia,cuando te vayas a vengar de alguien tiene que parecer un accidente.

—¿Le duele?-.Su mirada de animal mal herido examinó al viejo.

El don hizo un gesto de negación para luego recalcar:

—Eres el jefe ahora y no debo restar tu autoridad,pero recuerda que yo hice de tí lo que eres ahora,ese Conrad ya se estaba tornando irreverente y sabía mucho de mí,el muy ladino nos podía traicionar de un momento a otro.

Lauren estaba loca por salir del entorno maldito de Apolo,así que reconsideró la propuesta de su hija.

—Si nos vamos a ir,tiene que ser ahora mismo y de la manera más discreta.

—Vamos de compras y no volvemos,madre.Le daré la sorpresa a Frédéric,yo lo convencí de que aceptará irse de regreso a Francia.

La partida azarosa de las mujeres no fue notada de inmediato hasta que una llamada de un trabajador del aeropuerto prendió las alarmas de la mansión Arismendi.

—¿Cómo que mi futura esposa va a tomar un vuelo?

El rostro de Ares se mostró airado y sus ojos había destellos de irá cuando dijo:

—Hagan lo que sea,pero no permitan que tome ese avión.

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