Aaaaaaayy que papi Dante está hecho Chucky!!!!
Sofía El silencio en la mansión Morelli se ha vuelto pesado, cargado de una tensión que ni siquiera el paso de los días ha logrado disipar. Dante está al borde de la locura y eso solo significa una cosa: Lucía y el niño siguen desaparecidos. Sonrío para mí misma mientras camino por los pasillos de la casa con paso seguro. He esperado este momento con paciencia, y aunque las cosas no salieron exactamente como lo planeé, el resultado sigue siendo satisfactorio. Ahora solo tengo que dar el golpe final. Encuentro a Dante en su despacho, justo donde ha estado los últimos días, al entrar lo veo con la mirada clavada en la pantalla de su computador, revisando información sobre lo que ha sucedido en los últimos días. Se nota agotado, irritable, su postura tensa. Perfecto. Un hombre en su estado es vulnerable a la manipulación. Respiro hondo y suavizo mi expresión antes de hablar. —Dante… —Mi voz es suave, preocupada, como la de alguien que solo quiere ayudar. Él ni siquiera levanta la
LucíaHan pasado cuatro días desde que desperté en el avión y todavía no puedo procesar todo lo que ha sucedido.Estoy en Rusia, mi padre biologíco está vivo, y cómo si fuera poco es el jefe de la mafia Rusa. Casi parece sacado de una novela de drama.Ni siquiera puedo pensar en un momento en que hubiese considerado que mi vda tomaría este rumbo., Cada día para mi era rezar porque Nico sobreviviera, ahora... ahora parece que vivo en un palacio y no sé como sentirme.Cada rincón de esta mansión parece sacado de un sueño irreal. No importa cuánto intente acostumbrarme, el peso de la verdad sigue aplastándome. Tengo un padre, una historia que desconocía por completo. Y, lo peor de todo, Dante no ha venido por nosotros.Nico está emocionado con cada cosa nueva que descubre. Corre por los pasillos, fascinado por la magnitud de la casa, y no dejo de preguntarme si es mejor que se quede así, alejado de todo lo que dejamos atrás.Frederick camina a mi lado, guiándome por la mansión como si int
DanteEstoy al borde de la locura.Han pasado cuatro días y aún no tengo ni una sola pista sólida sobre el paradero de Lucía y Nico. Mi paciencia, esa que durante años cultivé con una precisión letal, se ha ido al carajo.Ahora mismo ni siquiera yo mismo me reconozco, y si antes era peligroso, ahora mismo soy un arma letal dispuesto a acabar con medio mundo. No tengo nada que perder y todo por ganar.Me encuentro en mi oficina, rodeado de mapas, informes y fotos de posibles ubicaciones donde podrían estar en Rusia, pues la Bratva tiene más de una fortaleza.El problema en todo esto es que Dimitri Romanov es un fantasma. Ha sido jefe de la Bratva desde hace más de 20 años y si es conocido por algo es porque no deja rastro, no deja pistas.Y eso me está jodiendo.Luciano entra con su habitual paso firme, pero cuando ve mi expresión, sé que mide cada palabra antes de hablar.—Jefe, tenemos rastros de algunos de los hombres de Romanov —empieza—, pero todavía no hay una ubicación precisa. S
DanteInvestigar a Sofía no ha sido tan sencillo como pensé, pero tampoco imposible y para su desgracia nada de lo que hemos descubierto la deja bien parada. Sin embargom he llevado mi papel a la perfección, ella se disculpo por el "malentendido" con la prensa y dijo que la información fue malinterpretada, que ella simplemente dijo que vivia conmigo y hablo sobre como nos conocemos desde años.Lo cuál sé muy bien que es pura m****a, pero para desenmascararla la quiero desarmada, que crea que tiene el control, asi cuándo de la estocada final ni siquiera va a saber de donde vino y yo voy a disfrutarlo como nunca, pues esto no solo se trata de Lucía.Va más alla. Pues fue Sofía quién dio aviso del accidente de Clara. Fue ella quién la "salvó" y es por eso que siempre sentí una deuda con ella. Pero ahora todo se ve sospechoso y sus movimientos tienen otro sentido y es eso lo que Luciano está terminando de buscar.Si tuvo que ver con la muerte de mi hermana de 17 años, voy a matarla con mi
LucíaEl frío de Rusia cala hasta los huesos. Han pasado más de siete días desde que llegué aquí y aún me cuesta acostumbrarme. Pero no es el clima lo que me tiene así, sino la incertidumbre, la sensación de estar suspendida en el aire, sin saber qué hacer con todo lo que ahora sé.Dimitri y Frédéric han estado ocupados con asuntos de la Bratva, lo que me ha dejado con demasiado tiempo para pensar. En las noches, cuando me acuesto en esta lujosa habitación que se siente ajena, mi mente no deja de repetirme la misma pregunta: ¿Qué sigue para mí?No quiero ser un peón más en este mundo, no quiero ser la mujer indefensa que necesita ser rescatada. Estoy cansada de sentirme vulnerable. Si hay algo que he aprendido en esta vida es que las personas fuertes no esperan a que alguien las salve, ellas se salvan solas.Por eso, cuando Frédéric menciona el entrenamiento, no dudo en aceptar. Quiero aprender a defenderme, quiero ser capaz de enfrentarme a cualquier amenaza sin depender de nadie.—Ma
Dante No me busques. Ya no necesitamos que nos cuides. Las palabras se repiten una y otra vez en mi mente al tiempo que la furia se va cocinando a. Fuego lento en mi interior, hasta que finalmente sale expulsada como un venado al. Con un grito de furia, golpeo la mesa con tanta fuerza que las cosas encima rebotan. La furia me quema por dentro, como un incendio imposible de sofocar. Respiro agitado, con la mandíbula apretada, sintiendo que mi control se resquebraja como un vidrio a punto de romperse. Lucía acaba de decirme que me olvide de ellos. De ella. De Nico. No. Me paso las manos por el cabello con frustración, sintiendo que el pecho me oprime de una forma que no puedo explicar. No es solo rabia. Es algo más profundo, más visceral. Es desesperación. No puedo perderlos. No puedo perderla. No a ella, a Nico. Mi teléfono, que ya está destrozado contra la pared, no puede salvarme. No puedo llamarla. No puedo escuchar su voz otra vez. No puedo hacerle ver que no tiene der
LucíaEl eco de las palabras de Dante sigue martillando mi cabeza.Nico es mi hijo. Y voy a encontrarlo.Las dijo con tanta convicción, con tanta rabia, que aún siento la vibración de su voz en mis huesos. Sé que Dante no amenaza en vano, y eso me aterra.Pero también sé, muy en mis adentros, que él no lastimaría a Nico. Que no le haría nada, pero esa mujer... si él va a casarse con ella, entonces ¿Quién va a cuidar de mi ángel? porque esa vibora sería capaz de todo y no pienso permitirlo.Yo haria todo por mi pequeño, lo he hecjo desde siempre, para proteger a mi hijo, pero a diferencia de como eran las cosas antes, ahora por primera vez en mi vida tengo algo con lo que puedo responder.Poder.Y si quiero proteger a Nico del mundo de mierd4, de Esteban de Sofía o hasta del mismo Dante, necesito abrazar ese poder. No como una sombra, no como un arma de defensa, sino como algo que realmente me pertenezca.Han pasado más de dos semanas desde que llegué a Rusia, y aunque no quiera admitir
Dante Una semana, llevo una semana entera orinando toda Roma y Sicilia. Buscando en toda Italia al mal todo de Vitelli y mi paciencia ha llegado a un límite. La poca piedad que pude tener se ha extinguido por completo, ahora solo sueño con la sangre de ese maldito mojando las calles de Roma. Ajustándome el traje entro a mi próximo destino. Aquí hay alguien que por su bien debe darme respuestas. El club está saturado de humo y música a todo volumen. Las luces parpadean con una intensidad irritante mientras camino entre la multitud. Nadie se atreve a detenerme, nadie siquiera se atreve a mirarme demasiado tiempo. Mi presencia impone miedo. Estoy hecho de rabia y de un fuego que amenaza con devorar todo a su paso. Este es el diablo en su peor expresión, este es el rey de la magia italiana con el que nadie querría toparse. Vitelli ha desaparecido. No hay rastro de él en toda Italia. Y eso solo significa una cosa: está escondido o ha encontrado refugio con alguien aún más pode