ESTAAAAAMOS EN RUSIA CARIÑITOS!
LucíaEl aire dentro de la limusina es pesado, sofocante.A pesar del espacio lujoso, me siento atrapada, como si las paredes fueran a cerrarse sobre mí en cualquier momento.Mis dedos están aferrados a la mano de Nico, que no deja de mirar por la ventana con una emoción inocente que me duele en lo más profundo del pecho.Yo no puedo ver nada más allá de mi propio miedo.¿Qué demonios va a pasar ahora?Mi mente no deja de formularse preguntas sin respuesta. ¿Dante nos estará buscando? ¿O quizás se siente aliviado de haber librado de nosotros?Me niego a creerlo, pero… una parte de mí teme la verdad.El hombre de la cicatriz—Frederick, según he oído que lo llaman—permanece en silencio, con la mirada fija en el paisaje que nos rodea.No quiero hablar. No quiero darle la satisfacción de mi miedo.Pero no puedo evitarlo.— ¿Qué quieres conmigo? —pregunto en voz baja.Federico no me mira.—Ya te lo dije. Lo descubrirás cuando lleguemos.Mi mandíbula se tensa.—Respóndeme, m*****a mar.Frede
Lucía—Ven, pequeña. Tengo una historia que contarte.No sé por qué lo hago, pero es como si mi cuerpo se moviera por si solo, asi que obedezco. Necesito respuestas, estoy cansada de no saber nada. De vivir en el aire.Él me tiende un libro enorme.Cuando lo abro, el aire abandona mis pulmones.Porque no es un libro, es un album y esta lleno de fotos.Un hombre, una mujer… y una niña.Bebé.De un año.Dos.Tres.Y la niña, esa niña de las fotos soy yo .Las lágrimas inundan mis ojos.Levanto la vista con el pecho a punto de estallar.—Esa niña… soy yo…El hombre señala una foto.—Esta es tu madre, es Lucía. Y este soy yo.Mi mente colapsa.—No… no es posible…El peso de la revelación cae sobre mí como una pérdida.Larisa Romanov.Ese es el nombre que él ha dicho.Ese es el nombre que afirma que es mío.Mi corazón tarde con tanta fuerza que creo que se va a salir de mi pecho. Mis ojos bajan al álbum de fotos, a las imágenes de una niña que se parece demasiado a mí, a una mujer con el mi
DanteEl sonido de mis pasos resuena en el suelo de mármol mientras salgo de mi estudio. Mi mente está consumida por una única imagen: la camioneta estrellada, el asiento trasero vacío, el eco de los disparos y la sangre cubriendo el asfalto.Nico. Se han llevado a Nico.Se han llevado a… se han llevado a mi hijo.Mi mandíbula se tensa mientras entro en la sala de reuniones, donde Luciano y otros de mis hombres ya me esperan. La habitación está sumida en una tensión pesada, palpable.—Vamos por Esteban esta noche. —Mi voz es dura, inflexible. No estoy de humor para rodeos.Luciano asiente, sin sorpresa.—Todo está listo. Rodearemos la casa de Vitelli con cincuenta hombres. Algunos ya están infiltrados en la zona. Otros estarán esperando la orden de ataque.Mi ceño se frunce mientras tomo el plano de la propiedad de Vitelli.—Quiero un ataque directo, sin sutilezas. Este hijo de puta pensó que podía emboscar a mi familia y salirse con la suya. Ahora verás lo que significa meterse con el
Sofía El silencio en la mansión Morelli se ha vuelto pesado, cargado de una tensión que ni siquiera el paso de los días ha logrado disipar. Dante está al borde de la locura y eso solo significa una cosa: Lucía y el niño siguen desaparecidos. Sonrío para mí misma mientras camino por los pasillos de la casa con paso seguro. He esperado este momento con paciencia, y aunque las cosas no salieron exactamente como lo planeé, el resultado sigue siendo satisfactorio. Ahora solo tengo que dar el golpe final. Encuentro a Dante en su despacho, justo donde ha estado los últimos días, al entrar lo veo con la mirada clavada en la pantalla de su computador, revisando información sobre lo que ha sucedido en los últimos días. Se nota agotado, irritable, su postura tensa. Perfecto. Un hombre en su estado es vulnerable a la manipulación. Respiro hondo y suavizo mi expresión antes de hablar. —Dante… —Mi voz es suave, preocupada, como la de alguien que solo quiere ayudar. Él ni siquiera levanta la
LucíaHan pasado cuatro días desde que desperté en el avión y todavía no puedo procesar todo lo que ha sucedido.Estoy en Rusia, mi padre biologíco está vivo, y cómo si fuera poco es el jefe de la mafia Rusa. Casi parece sacado de una novela de drama.Ni siquiera puedo pensar en un momento en que hubiese considerado que mi vda tomaría este rumbo., Cada día para mi era rezar porque Nico sobreviviera, ahora... ahora parece que vivo en un palacio y no sé como sentirme.Cada rincón de esta mansión parece sacado de un sueño irreal. No importa cuánto intente acostumbrarme, el peso de la verdad sigue aplastándome. Tengo un padre, una historia que desconocía por completo. Y, lo peor de todo, Dante no ha venido por nosotros.Nico está emocionado con cada cosa nueva que descubre. Corre por los pasillos, fascinado por la magnitud de la casa, y no dejo de preguntarme si es mejor que se quede así, alejado de todo lo que dejamos atrás.Frederick camina a mi lado, guiándome por la mansión como si int
DanteEstoy al borde de la locura.Han pasado cuatro días y aún no tengo ni una sola pista sólida sobre el paradero de Lucía y Nico. Mi paciencia, esa que durante años cultivé con una precisión letal, se ha ido al carajo.Ahora mismo ni siquiera yo mismo me reconozco, y si antes era peligroso, ahora mismo soy un arma letal dispuesto a acabar con medio mundo. No tengo nada que perder y todo por ganar.Me encuentro en mi oficina, rodeado de mapas, informes y fotos de posibles ubicaciones donde podrían estar en Rusia, pues la Bratva tiene más de una fortaleza.El problema en todo esto es que Dimitri Romanov es un fantasma. Ha sido jefe de la Bratva desde hace más de 20 años y si es conocido por algo es porque no deja rastro, no deja pistas.Y eso me está jodiendo.Luciano entra con su habitual paso firme, pero cuando ve mi expresión, sé que mide cada palabra antes de hablar.—Jefe, tenemos rastros de algunos de los hombres de Romanov —empieza—, pero todavía no hay una ubicación precisa. S
DanteInvestigar a Sofía no ha sido tan sencillo como pensé, pero tampoco imposible y para su desgracia nada de lo que hemos descubierto la deja bien parada. Sin embargom he llevado mi papel a la perfección, ella se disculpo por el "malentendido" con la prensa y dijo que la información fue malinterpretada, que ella simplemente dijo que vivia conmigo y hablo sobre como nos conocemos desde años.Lo cuál sé muy bien que es pura m****a, pero para desenmascararla la quiero desarmada, que crea que tiene el control, asi cuándo de la estocada final ni siquiera va a saber de donde vino y yo voy a disfrutarlo como nunca, pues esto no solo se trata de Lucía.Va más alla. Pues fue Sofía quién dio aviso del accidente de Clara. Fue ella quién la "salvó" y es por eso que siempre sentí una deuda con ella. Pero ahora todo se ve sospechoso y sus movimientos tienen otro sentido y es eso lo que Luciano está terminando de buscar.Si tuvo que ver con la muerte de mi hermana de 17 años, voy a matarla con mi
LucíaEl frío de Rusia cala hasta los huesos. Han pasado más de siete días desde que llegué aquí y aún me cuesta acostumbrarme. Pero no es el clima lo que me tiene así, sino la incertidumbre, la sensación de estar suspendida en el aire, sin saber qué hacer con todo lo que ahora sé.Dimitri y Frédéric han estado ocupados con asuntos de la Bratva, lo que me ha dejado con demasiado tiempo para pensar. En las noches, cuando me acuesto en esta lujosa habitación que se siente ajena, mi mente no deja de repetirme la misma pregunta: ¿Qué sigue para mí?No quiero ser un peón más en este mundo, no quiero ser la mujer indefensa que necesita ser rescatada. Estoy cansada de sentirme vulnerable. Si hay algo que he aprendido en esta vida es que las personas fuertes no esperan a que alguien las salve, ellas se salvan solas.Por eso, cuando Frédéric menciona el entrenamiento, no dudo en aceptar. Quiero aprender a defenderme, quiero ser capaz de enfrentarme a cualquier amenaza sin depender de nadie.—Ma