Isabella Di’Giotanno.Luego de la interrogación con la Dra. Matsuo, es tiempo de llamar al coronel Liam Williams. El hombre es especialista en inteligencia competitiva internacional, así que presumo que será un hueso duro de corromper.Planeo dejar que los chicos hagan la interrogación y ver hasta dónde está dispuesto a compartir libremente, y si no coopera, pues tendré que utilizar mi nuevo don.“En realidad, es una buena idea, chica.” Comenta pensativa Aika.“Lo sé. Ahora solo espero que el coronel nos diga la verdad, porque utilizar mi don para alterar las emociones me deja muy cansada.” Le digo bostezando. Luego miro a mi alrededor y veo que mis parejas me están mirando con una ceja levantada.Alec replica, “Aika, debes dejar que Isabella se concentre.”Ella le contesta, “¡rayos! Había olvidado de que puedes oírme. Está bien, guapo, solo espero que esto termine pronto, ¡para que seas mío! Y poder marcarte tranquilamente.”Yo me sonrojo de inmediato y lo único que se me ocurre es c
Isabella Di’Giotanno.Luego de que la conexión se cortara con el coronel, me quedo mirándolo totalmente conmocionada.Cuando me dijo “gracias mi reina,” sentí como si me hubieran derramado un balde de agua fría. El coronel cae al suelo.Rápidamente, Eric se lanza sobre él. Lo coloca sobre su espalda en el suelo y verifica si tiene pulso. Eric me mira negando con la cabeza.“¡Mierda!” Un cabreado Alec replica, absolutamente frustrado por toda la situación que estamos viviendo. Se toma la cabeza con ambas manos, aún sentado a mi lado.“¿Qué carajos pasó? ¡El lucía bien!" —dice Peter, igual de extrañado que todos nosotros.Todos los que estamos en la oficina nos miramos en silencio. Nadie sabe que decir.Luego de unos minutos que parecieron horas, mamá rompe el incómodo silencio diciendo, “No podemos dejarlo ahí en el suelo. Debemos llamar a Scott. Una autopsia es necesaria para que nos diga la causa de la muerte.”Alec añade, “Tienes razón, Claire. Hazlo ahora.”Mamá responde, “en segui
Claire Di’Giotanno.Luego de las preguntas inquisidoras de Eric y la sonrisa tranquilizadora de Isabella, creo que no me queda más remedio que hablar.Me aclaro la garganta y digo, "está bien. Creo que ha llegado la hora de que sepas la verdad, cariño. Es hora de que te enteres, quién realmente es Francesco Di’Giotanno. Para ello, quiero que todos estén en silencio y no me interrumpan."Veo como todos asienten a mi petición y comienzo con mi relato."Desde el momento en que conocí a Francesco, sabía que mi vida cambiaría en ciento ochenta grados. Aún recuerdo a ese hermoso hombre, de un metro noventa, rubio oscuro, ojos azules, nariz perfilada y mandíbula fuerte con su barba incipiente.""Si bien era un hombre guapísimo, su interior no podía ser más opuesto. Lo conocí cuando cumplí diecinueve años, él tenía veintiocho.”“Él había visitado la manada de la cual mi familia es originaria: “eclipse lunar.” Provengo de una larga lista de lobos beta, por lo tanto, para todos fue una sorpresa
Isabella Di’Giotanno.Luego de que mamá se sincerara con respecto a todo lo que sabía del hombre a quien me rehúso llamar “papá”, decidimos idear un plan de contingencia.Escucho decir a mamá que Sophia podría ayudarnos haciéndose pasar por mí. Me muerdo el labio, indecisa de si poner a mi mejor amiga en riesgo. La llamo por enlace mental y solo requiere de unos segundos para que me conteste.“¡Amiga! ¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¿Dónde estás?”“Estoy bien, tranquila. Estoy de vuelta en la casa de la manada. Eric, Alec, mamá y Peter están conmigo.”“Okay, pero eso no responde a mi pregunta inicial. ¿Qué pasa?”“Sophia, ¿puedes venir a la casa de la manada? Es urgente. Y cuando digo urgente, es URGENTE. Me refiero a que la vida de personas está en riesgo.”Ella parece pensar por un momento y luego dice, “dame diez minutos. Voy para allá.”“¡Gracias, amiga!” Ambas cortamos la conexión.Luego, Eric pregunta, “¿Pudiste hablar con Sophia?”“Sí, estará acá en diez minutos. Debemos pensar qué har
Alec Tassara. Una vez que planificamos lo que haremos, comenzamos su ejecución. Isabella y Sophia se fueron a su habitación para conversar, mientras con Eric, Claire y Peter, acordamos en escoger a los guerreros más veloces e inteligentes para poder participar en la operación. Con excepción de los llamados y los que estuvimos en esa oficina, nadie más sabe de esto. Y así es como queremos que se quede, porque entre más personas conozcan del plan, mayores son las probabilidades de que falle. Por lo tanto, el mayor hermetismo posible está puesto en todo. Luego de acordar los nombres, Claire y Peter se marchan a terminar con los preparativos de la operación. No quería que Adair viniera, porque no quiero perder a nadie de mi familia. Con Akil estamos al filo con la incertidumbre de que no le pase nada a nuestras parejas y ahora a mi hermano. Solo espero que la diablilla de Azahara no venga, de lo contrario estaré continuamente preocupado. ¿Así será cuando tenga mis hijos? ¡Que las dios
Eric Lafallete.Luego de que atrapáramos a Matthias con sus secuaces, volvimos a la casa de la manada. El operativo solo tomó unos cuantos minutos, dado que estaban notoriamente confiados en que podrían secuestrar a Isabella.Claramente, su arrogancia se debió al conocimiento del territorio y de nuestras costumbres. Lo que ellos desconocen es que se están enfrentando a la manada real y, como tal, Alec es despiadado.Llegamos e Isabella nos está esperando afuera. Apenas ve que Matthias es traído, esposado, acompañado por dos de mis guerreros, se pone delante de él y le lanza un puñetazo tan fuerte, que fue capaz de derribar a los tres hombres parados delante de ella. Todos caen al suelo.Matthias la mira, completamente confundido. Ella ríe sarcásticamente mientras le dice, “¡Sorpresa!” Luego se agacha, le tira el pelo de modo que la mire a la cara y le habla de forma fría y lenta, totalmente carente de emocionalidad.“Puedo romper tu cuello sin siquiera tocarte, maldito. ¿Acaso creíste
Alec Tassara.Luego de la interrogación de Mathias, con Eric, quedamos totalmente intrigados por lo que sucedió. Ambos nos miramos sin saber absolutamente nada.En seguida, escuchamos gritos provenientes de las celdas continuas. Salimos a verificar a los prisioneros, cuando lo que vimos nos dejó totalmente con la boca abierta. Todos están muertos, de la misma forma que murió Mathias.Eric ingresa a dos de las celdas y yo a la tercera y vemos que ninguno de los hombres tiene pulso. “¡Mierda!” Solo es lo que alcanzo a gritar, completamente frustrado.Salgo de la celda y mi vista se encuentra con la de Eric. Suspira y dice, “¿Qué mierda está pasando, Alec? No puede ser que cuatro personas mueran de forma simultánea, con convulsiones. Esto huele mal.”Yo lo observo atentamente, y estoy de acuerdo con su pensamiento. Es imposible que cuatro hombres, notoriamente gozando de buena salud, caigan al suelo muerto simultáneamente.Asiento y le digo. “Tienes razón. Esto es premeditado. Es imposib
Isabella Di’Giotanno.Luego de que por fin pude marcar a mis parejas, sus marcas cambiaron igualándose a la mía. Es increíble como puedo sentir cada emoción, puedo escuchar cada pensamiento de ellos y de sus lobos.Debo confesar que al comienzo me provocó una gran jaqueca. Luego entendí como poder bloquear el incesante parloteo de todos.Después de eso, decidimos que queríamos seguir disfrutando de por fin tenernos, y volvimos a hacer el amor. Esta vez, ambos penetraron mi coño.Ahora que por fin todos quedamos satisfechos, nos acostamos a dormir. Despierto un par de horas después, quejándome del calor que hay en esa cama. Me encuentro recostada en el centro, Eric a derecha y Alec a mi izquierda.Eric me tiene abrazada de la cintura mientras me encuentro de lado en dirección a Alec.Pateo las sábanas, a lo que un Eric dormido reclama, murmurando algo que no se le entiende. Alec, semidormido, me dice, “Querida, deja de moverte, por favor. De verdad necesito dormir.”“Es que tengo mucho