Eric Lafallete.Con todo lo que ha pasado, casi no he podido estar con Isabella, entonces, como te puedes imaginar, mis bolas azules ya son del tamaño de una casa. Su fiesta de cumpleaños ahora luce como un lejano sueño, en donde vivíamos felices, con la única preocupación en nuestros hombros, era de amar y de disfrutar del momento. En un cerrar de ojos, pasé de ser soltero, a tener una pareja, a quedar huérfano, a ser alfa, y a ser el guardián de mis hermanas pequeñas.Contener a las cachorras ha sido lo más difícil que me ha tocado hacer. ¿Cómo mierda le dices a una niña de doce años que sus padres fueron asesinados por picaros? ¿Y qué la casa de la manada que ellas conocían hace dos semanas, ya no queda nada? Darles la noticia me permitió llorar a mis padres. Hasta ese momento, no había podido hacerlo. ¿Con qué tiempo? ¿Por qué los problemas parecen venir uno tras otro? Pura tempestad sin rayos de sol.Millones de responsabilidades en mis jóvenes e inexpertos hombros. Y por si e
Isabella Di´Giotanno.Solo falta un día para la Valoración y ya no puedo más con las tensiones. Me las he arreglado para no ver a Eric ni a Alec. Decidí alejarme de ambos, de modo de tener la cabeza fría y poder rendir en la prueba. Sé que mi prueba durará días. Sé que me querrán poner en diversos escenarios de modo de poder visualizar y cuantificar el alcance de mi poder. Sé lo que debo hacer. Mostrar que tengo poder, pero no el verdadero alcance de él. Nadie realmente lo sabe, y prefiero que sea así, porque con el que manejo, me asusta.He descubierto que, si bien extraño muchísimo a Eric y a Alec, puedo vivir perfectamente sin los dos. Pero siento como Anouk se empeña en forzar la comunicación todos los días con Aika. Ha sido duro para ellos, pero Aika acordó conmigo que, por el bien de todos, debíamos esperar. Escogimos a Eric, eso no tiene vuelta atrás. Lo amamos demasiado como para dejarlo, yo lo amo desde que tengo memoria, al igual que Aika, pero sé en mi corazón y en mi a
Isabella Di´Giotanno. Sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando decidí lanzarle esa frase. Lo que jamás creí ver, fue su cara de tristeza y miedo al darse cuenta de que efectivamente no puede vivir sin mí. “Tienes razón, Isabella. No puedo vivir sin ti.” Mi corazón dio un vuelco inmediato al verlo así. Es mi pareja, lo amo con locura. ¡Diosas! ¡Esto no debería ser así de difícil! “Yo sí puedo vivir sin ti, Eric.” Se lo digo de forma seria. Luego, me acerco hacia él y le tomo ambas manos, las cuales están cálidas y lo siento como tiembla ante mi tacto, suavizando su mirada. “Pero no quiero. No quiero vivir sin ti. Te escogí como mi compañero para toda la vida. Te amo más que a mi propia vida. Y al igual que tú, estos días sin ti han sido una tortura…” Solo eso alcanzo a decir, cuando Eric me estrecha en sus musculosos brazos, dándome un beso lleno de añoranza, amor y necesidad. Me necesita a su lado, requiere a su pareja con ímpetu, con locura… y yo también. La tensión sex
Isabella Di´Giotanno.Lo último que recuerdo es el increíble orgasmo al que me estaba enfrentando, navegándolo como olas en el mar, antes de que viniera el dolor punzante en mi cuello. La marca. ¡Eric me marcó! ¡Por un carajo! Le dije que no quería que me marcara todavía. ¡Maldito alfa! ¿Por qué mierda les encanta minimizar los deseos de sus parejas? En serio, Tríada lunar, ¡hay algo terriblemente mal con su diseño!“¡Aika! ¿Qué demonios ocurrió? ¿Estamos desmayadas? ¿Dónde estamos?”La oscuridad comienza a aclararse. Nos encontramos en un bosque. La aurora me indica que está amaneciendo, en donde los primeros rayos de sol se escapan a través de las hojas de los altos árboles.Observo a una loba blanca, con puntas de color platino, corriendo en el bosque, al parecer escapando. Se escuchan fuertes rugidos. Aika se sienta al lado mío, mientras miramos la escena. La loba se detiene y se escucha que alguien habla detrás de los árboles:“Gatita, deja de correr. No puedes escaparte de mí
Isabella Di´Giotanno.Estábamos reunidos en mi habitación (habitación de mi madre ocupada por mí), luego de que Eric me marcara sin mi consentimiento, maldito cavernícola, cuando escuchamos gritos afuera.“¡DÉJENME VERLA, JODER! ¡NECESITO VERLA AHORA! ¡APÁRTENSE DE MI CAMINO!”“Chica, esa es la voz de Alec,” dice Aika.La puerta se abre de par en par, cuando vemos entrar a toda prisa a Alec. Genial, ¡dos cavernícolas! Lo veo jadear fuertemente y puedo observar su cara de total preocupación y… ¿Miedo?“¿Estás bien?”“Sí, lo estoy.”“Creí que…”“Shh… espera.”Le hago un gesto con mi dedo para que se calle y que no siga hablando. Eric nos mira, extrañado, por la pronta proximidad que demostramos al hablarnos.“Mamá, Scott, ¿podrían dejarnos solos? Necesito hablar con ambos.”“¿Estás segura, hija? Una vez que les digas, no hay vuelta atrás.”“Lo sé, mamá. Es lo que debo hacer.”“¿Qué está pasando? Pregunta Eric, visiblemente irritado.”“Ya lo sabrás, Eric.”Observamos como ambos se retira
Isabella Di´Giotanno.Después de mucha consideración y en vista de que Eric me marcó sin mi consentimiento, con Aika decidimos decir todo lo que sabemos. Tengo fe de que, en conjunto con Eric y Alec, llegaremos a la mejor solución para este dilema.Alec contó la historia de mi antepasada. La historia no contada de Nahir. Juro por la tríada que me niego a que la historia se vuelva repetir. Si no puedo tenerlos a ambos, entonces no quiero a ninguno.“Chica, tenemos otro problema…”“¿Otro más?”“Eric se fue adentro… Aika me lo dice susurrando, como si tuviera miedo de que alguien nos escuchara.”“¿A qué te refieres?”“¡Chica! ¡A qué se fue adentro! ¡Tú sabes!” Coloca su cara de total incomodidad.“Aika no te sigo…”“¡QUE ERIC PUSO SU SEMILLA DENTRO DE NUESTRO COÑO! ¡Por las diosas que saliste dura de entender!”“¡Mierda! ¡Tienes razón! Con todo lo que ha sucedido, ¡ni siquiera nos protegimos! Aika, ¡no estamos en condiciones de tener cachorros ahora!”“¡Lo sé! ¡Por eso lo digo!”“No pode
Isabella Di´Giotanno.Me levanto muy temprano por la mañana. ¡Es día de la Valoración! Por fin ha llegado el día en el que tendré mi rango. Claro, que decir “el día” es una atenuación, ya que estoy segura de que mis pruebas duraran por lo menos cinco días.En fin, es menos de lo que he tenido que esperar durante todos estos años. Solo espero que, durante estos días, Eric y Alec se comporten.Es tan raro verme al espejo y observar mi marca. Es una monada. Es en serio, generalmente las marcas son rojas y no muy placenteras a la vista, pero la mía es una luna creciente dorada.Parece un tatuaje. Es bellísima. Ahora, se me viene una pregunta a la cabeza… ¿Cómo lucirá mi marca en conjunto con la de Alec? Hum... es algo en que da para pensar.“Chica, no pienses en eso ahora. Debemos enfocarnos en pasar las pruebas con honores. Somos la loba convergente, la última loba Di´Giotanno. Eso es para los libros de historia. ¡Oh, chica! ¡Estamos haciendo historia!”“¿Y desde cuándo que te interesa t
Isabella Di´Giotanno.Salimos de la casa de la manada y afuera veo estacionado un Bentley Bacalar negro. Me quedé detenida viendo el auto boquiabierta. Alec se detiene, se gira y me dice, “¿Qué pasa, querida? ¿Hay algo malo?”“¿Este es tu auto?”“Pues sí. ¿Tiene algo de malo?”“Pues no, solo que no esperé subirme a un coche tan exclusivo.”“Querida, soy el príncipe de la corona suprema. Por supuesto que manejaré carros como estos. Así que vete acostumbrándote cariño, porque tú serás la próxima reina.”“Hum… ¿Me puedo arrepentir?”La mirada de Alec se oscurece mientras me dice, “Ni en un millón de años. Eres mía Isabella. Solo estoy dispuesto a compartirte con Eric. Con nadie más.”Le sonrío mientras le digo, “Está bien”.Camino hacia el auto y me subo en él, mientras digo, “Me tienen que contar que pasó entre ustedes dos. Es algo que necesito saber.”“En su debido tiempo lo sabrás, querida. Te lo prometo.”“De acuerdo.”El camino hacia el estadio de la Valoración duró casi media hora.