Isabella Di´Giotanno.Estábamos reunidos en mi habitación (habitación de mi madre ocupada por mí), luego de que Eric me marcara sin mi consentimiento, maldito cavernícola, cuando escuchamos gritos afuera.“¡DÉJENME VERLA, JODER! ¡NECESITO VERLA AHORA! ¡APÁRTENSE DE MI CAMINO!”“Chica, esa es la voz de Alec,” dice Aika.La puerta se abre de par en par, cuando vemos entrar a toda prisa a Alec. Genial, ¡dos cavernícolas! Lo veo jadear fuertemente y puedo observar su cara de total preocupación y… ¿Miedo?“¿Estás bien?”“Sí, lo estoy.”“Creí que…”“Shh… espera.”Le hago un gesto con mi dedo para que se calle y que no siga hablando. Eric nos mira, extrañado, por la pronta proximidad que demostramos al hablarnos.“Mamá, Scott, ¿podrían dejarnos solos? Necesito hablar con ambos.”“¿Estás segura, hija? Una vez que les digas, no hay vuelta atrás.”“Lo sé, mamá. Es lo que debo hacer.”“¿Qué está pasando? Pregunta Eric, visiblemente irritado.”“Ya lo sabrás, Eric.”Observamos como ambos se retira
Isabella Di´Giotanno.Después de mucha consideración y en vista de que Eric me marcó sin mi consentimiento, con Aika decidimos decir todo lo que sabemos. Tengo fe de que, en conjunto con Eric y Alec, llegaremos a la mejor solución para este dilema.Alec contó la historia de mi antepasada. La historia no contada de Nahir. Juro por la tríada que me niego a que la historia se vuelva repetir. Si no puedo tenerlos a ambos, entonces no quiero a ninguno.“Chica, tenemos otro problema…”“¿Otro más?”“Eric se fue adentro… Aika me lo dice susurrando, como si tuviera miedo de que alguien nos escuchara.”“¿A qué te refieres?”“¡Chica! ¡A qué se fue adentro! ¡Tú sabes!” Coloca su cara de total incomodidad.“Aika no te sigo…”“¡QUE ERIC PUSO SU SEMILLA DENTRO DE NUESTRO COÑO! ¡Por las diosas que saliste dura de entender!”“¡Mierda! ¡Tienes razón! Con todo lo que ha sucedido, ¡ni siquiera nos protegimos! Aika, ¡no estamos en condiciones de tener cachorros ahora!”“¡Lo sé! ¡Por eso lo digo!”“No pode
Isabella Di´Giotanno.Me levanto muy temprano por la mañana. ¡Es día de la Valoración! Por fin ha llegado el día en el que tendré mi rango. Claro, que decir “el día” es una atenuación, ya que estoy segura de que mis pruebas duraran por lo menos cinco días.En fin, es menos de lo que he tenido que esperar durante todos estos años. Solo espero que, durante estos días, Eric y Alec se comporten.Es tan raro verme al espejo y observar mi marca. Es una monada. Es en serio, generalmente las marcas son rojas y no muy placenteras a la vista, pero la mía es una luna creciente dorada.Parece un tatuaje. Es bellísima. Ahora, se me viene una pregunta a la cabeza… ¿Cómo lucirá mi marca en conjunto con la de Alec? Hum... es algo en que da para pensar.“Chica, no pienses en eso ahora. Debemos enfocarnos en pasar las pruebas con honores. Somos la loba convergente, la última loba Di´Giotanno. Eso es para los libros de historia. ¡Oh, chica! ¡Estamos haciendo historia!”“¿Y desde cuándo que te interesa t
Isabella Di´Giotanno.Salimos de la casa de la manada y afuera veo estacionado un Bentley Bacalar negro. Me quedé detenida viendo el auto boquiabierta. Alec se detiene, se gira y me dice, “¿Qué pasa, querida? ¿Hay algo malo?”“¿Este es tu auto?”“Pues sí. ¿Tiene algo de malo?”“Pues no, solo que no esperé subirme a un coche tan exclusivo.”“Querida, soy el príncipe de la corona suprema. Por supuesto que manejaré carros como estos. Así que vete acostumbrándote cariño, porque tú serás la próxima reina.”“Hum… ¿Me puedo arrepentir?”La mirada de Alec se oscurece mientras me dice, “Ni en un millón de años. Eres mía Isabella. Solo estoy dispuesto a compartirte con Eric. Con nadie más.”Le sonrío mientras le digo, “Está bien”.Camino hacia el auto y me subo en él, mientras digo, “Me tienen que contar que pasó entre ustedes dos. Es algo que necesito saber.”“En su debido tiempo lo sabrás, querida. Te lo prometo.”“De acuerdo.”El camino hacia el estadio de la Valoración duró casi media hora.
Isabella Di´Giotanno.Me paro delante del panel de expertos, a lo que el coronel me comenta como será mi prueba. Me dice que me inyectarán un suero que les permitirá ver todo lo que alucine. Me pregunta, “¿Estás de acuerdo?”“Sí, lo estoy.”“Bien.”Observo como un joven de unos veinticinco años se acerca a mí y me coloca unos electrodos en mi pecho y en mi frente y luego, me toma el brazo.Intento respirar regularmente, de modo que no se note mi estado nervioso y ansioso. Me inyecta el suero, siento el pinchazo y el líquido correr.Pasan dos minutos cuando dejo de ver al panel de expertos y la habitación se disuelve.Curiosa, miro a mi alrededor y grito, “¿Aló? ¿Hay alguien aquí? ¿Me pueden oír?”Escucho a lo lejos… “¡AYUDA! Por favor, ¡QUE ALGUIEN NOS AYUDE!”Corro a toda velocidad por una especie de túnel sin fin. Sigo escuchando que alguien me está pidiendo ayuda. Corro lo más rápido, a lo que aika me dice. “¡Transformémonos!”Dejo que aika tome el control y se transforma, corriend
Isabella Di´Giotanno.Salgo de la sala, totalmente anonadada. No sé qué pensar… no entiendo qué fue lo que ocurrió ahí…Toda mi vida me preparé para esta prueba, pero nada de lo que me enseñaron pareció servirme.Mi entrenamiento siempre fue físico y teórico. Jamás nos imaginamos que crearían una prueba a nivel mental que exigiría de mí una manifestación de todas mis habilidades y dones.Aunque lo que me dijo Alec sí tiene sentido. La prueba sí fue un espejo. Uno que reflejó lo que llevo dentro de mi alma, lo que estoy dispuesta a hacer y hasta dónde puedo llegar por proteger a los míos y a mi gente.Sigo caminando lentamente, y veo como los ojos de los aplicantes que están esperando pacientemente afuera de la sala, descansan en mi muñeca.Escucho murmullos a mi alrededor, como “¿Qué rango es ese?”“¡Mira! Es de color rojo…”“¿Qué significa el símbolo infinito?”Observo a todos y veo una gran cantidad de preguntas en sus caras… Diablos, son las mismas preguntas que también tengo en mi
Eric Lafallete.En el momento en el estábamos examinando la muñeca de Isabella y su tatuaje rojo intenso con el símbolo de infinito, entendimos que algo no estaba bien. Isabella comenzó a transpirar profusamente y lucía muy angustiada.Rápidamente, nos toma de los brazos a Alec y a mí, mientras nos dice, “¡Bomba! ¡Hay una bomba!”“¿Cómo lo sabes? ¡Isabella, mírame! ¿Cómo lo sabes?" —le digo.“¡Aika! Aika me acaba de decir que hay una bomba… Eric lo siento en mi pecho... Aika está en lo correcto.”“¡Demonios! Alec, ¡llévatela de aquí!” Le digo.“¿Qué? ¡No! ¡De ninguna manera me muevo de aquí! También es mi gente, Eric, ¿de qué sirve tener tantos dones si no puedo ayudar?” Me dice Isabella.“¿Acaso no lo entiendes, nena? Si hay una bomba aquí, ¡es por ti! ¡Los pícaros fueron por ti! ¡Tú eres el blanco! ¡Te quieren eliminar! ¡No podré hacer mi trabajo si tú estás aquí! ¡Por favor Alec llévate a nuestra chica de aquí!”Luego grito “¡Guardias!”Observo como una docena de guardias del palac
Isabella Di´Giotanno.Luego de ver como el equipo especial de soldados nos escoltan de vuelta al Bentley, salimos a toda velocidad hacia la zona sur, conducido por uno de los soldados. Alec y yo nos sentamos en la parte de atrás.Me siento totalmente desbordada. No dejo de llorar y Aika solo aúlla perdida en mi cabeza. Es tanta la tristeza que sentimos, que es abrumadora. Alec toma de mi mano y me abraza mientras mi enlace mental se abre: es Eric.“¡Te amo, nena! ¡Volveré a ti! ¡Te lo prometo!”“¡Eric! ¡ERIC! Me cortó.”Intento desesperadamente volver a comunicarme con Eric, pero es en vano. Ha bloqueado el enlace mental.“Tranquila, querida. Tienes que confiar en que Eric es muy bueno en lo que hace. Él regresará. Estoy seguro. Shhh… Calma, querida,” me dice Alec.Sin dejar de llorar, le digo, “Es que, Alec, no hemos tenido tiempo… ¡Es muy pronto!… ¿Por qué ocurren estas cosas? ¿Quién es el que me quiere muerta?”“Eso aún no lo sabemos, querida. Pero te juro que lo averiguaremos. Est