Leonardo, mientras levantaba unas pesas haciendo bíceps, escuchó su teléfono sonar insistente hasta que tuvo que tomarlo.
—:
—Hola — preguntó confundido.
— Señor, la encontramos.
Leonardo, sin comprender demasiado, dijo: ¿A quién encontraron? — preguntó sin entender.
— A Emma, tiene que llegar a la oficina.
—Enseguida voy — comentó Leonardo.
Por primera vez en tres largos años, casi cuatro, le decían algo así. Ahora se sentía muy confundido. Sintió que pisaba nubes mientras caminaba hacia los baños, se dio una ducha muy rápida y finalmente se vio listo en el espejo. En ese instante, nunca hubiera pensado que algo así podría llegar a ocurrir.
Nervioso, salió corriendo del gimnasio. Ignacio
Olivia comenzó a llorar desesperadamente. Se sentía tan tonta e indefensa. Se subió a su vehículo y condujo hasta llegar a la casa de su prima. Llegó llorando y no podía parar, los espasmos en su espalda subían y bajaban constantemente. Hasta que no soportó más y sintió que todo se volvía borroso, cayó desmayada en el suelo.—¿Cómo puede ser posible? — preguntó Leonardo, por otro lado. Se estaba poniendo borracho y había llamado a Ignacio, quien lo miraba de frente.— Deja de tomar — lo regañó.Estaban en la casa de Leonardo.—Ella me mintió, es una mentirosa y una depredadora — dijo Leonardo.— A pesar de lo mucho que estés molesto, ella no es así, lo sabes.—¿Y cómo lo sabes? Quiero saber.— Es una buena mujer y te ama. Y
—¿Qué? — preguntó confundido.—Estaba embarazada de ti.—No me digas que tienes un hijo oculto. Dime dónde estás — preguntó Leonardo, poniéndose de pie.—Escúchame — gritó Olivia. Y él se sentó sin decir ninguna palabra.—Estaba embarazada, Leonardo. Embarazada de ti. No sabía a quién recurrir, estaba muy asustada. Pero nunca se me había cruzado por la cabeza abortarlo, me sentía feliz de ser madre. Pero cuando llegué a los 6 meses de embarazo, empecé a sentirme muy mal.—:—¿Qué te ocurrió? — preguntó Leonardo, sin poder creer lo que le decía.—Sentía olores feos, y cuando fui a hacerme la ecografía, el bebé ya estaba muerto hace semanas. Yo no me había dado cuenta, soy una estúpida. Eso fue lo peor que me pasó, Leonardo. Tuve que ponerlo en una pequeña cajita — y no pudo seguir hablando porque comenzó a llorar desesperadamente.—Tranquila — comentó Leonardo, dejando la lapicera que tenía en su mano y dando la vuelta al escritorio para abrazarla.—Mi bebé... lo lamento. Tuve que habe
"Olivia, he estado reflexionando y me doy cuenta de lo mucho que te amo. Me arrepiento profundamente de las acciones que tomé y del daño que te causé. Acepto mi culpa y te pido perdón de todo corazón. Sé que no puedo borrar el pasado, pero estoy dispuesto a trabajar en nosotros, a luchar por ti y por nuestro amor si tú aún lo deseas".Olivia escuchó atentamente las palabras de Leonardo. Sus ojos reflejaban la mezcla de dolor y amor que sentía por él. Después de un momento de silencio, tomó una decisión."Leonardo, entiendo que te arrepientas y que quieras luchar por nosotros. Pero también he pasado por mucho dolor y confusión. Necesito tiempo para sanar y encontrar mi propio camino. No puedo prometerte nada en este momento, pero estoy dispuesta a considerar la posibilidad de empezar de nuevo, siempre y cuando ambos es
—"¿Por qué no vas por ella?" — preguntó Margarita.—"Porque ya ha pasado mucho tiempo." — respondió Leonardo.—"Ve y pídele perdón." — comentó Margarita.—"No puedo." — dijo Leonardo.—"La vas a perder para siempre." — advirtió Margarita.—"Entonces estás bien." — dijo Leonardo.—"No, como tú sigues enamorado de ella y ella de ti. No dejes que conozca a alguien más, y tú tampoco lo hagas." — comentó Margarita, apoyando su mano en el hombro de Leonardo.Leonardo decidió dejar el orgullo de lado, tomó su vehículo y se dirigió hacia la casa de Olivia. Tardó exactamente 4 horas en llegar. El silencio reinaba en la carretera, al igual que la humedad. Al llegar frente a la acogedora casa, se sintió extraño.
Luego de salir por la puerta, Leonardo esperó apoyando la cabeza hacia atrás y suspiró. Pronto Ignacio se unió a ellos en la parte trasera y los miró confundido.—"¿Qué ocurre?" — preguntó Ignacio.—"Leonardo está loco. Dice que tengamos una relación poliamorosa." — explicó Olivia.—"¿Qué?" — preguntó Ignacio, confundido.—"Que estemos los dos con ella." — comentó Leonardo.—"Pero Leonardo, eso es una ridiculez. ¿De verdad me estás diciendo eso? ¿Quieres que tengamos relaciones los tres juntos?" — respondió Ignacio, incrédulo.—"No, no me refiero a eso. Sino que estemos los tres juntos, que vivamos juntos." — aclaró Leonardo.—"Es una ridiculez." — opinó Ignacio.—"En parte
—Amiga, ¿por qué no le das una oportunidad? Seguro que te divertirás más de lo que crees. Además, no tienes que preocuparte por el dinero, no es lo más importante en este evento. Lo importante es disfrutar de la compañía y pasar un buen rato juntas.—Pero no encajo en este ambiente. Me siento fuera de lugar entre toda esa gente adinerada.—Olivia, eres única y especial, no necesitas ser rica para ser valiosa. No te compares con los demás y sé tú misma. Estoy segura de que te sorprenderías de lo bien que te puedes divertir. Además, ¡te ves increíble con ese vestido brillante!Olivia reflexionó por un momento y finalmente accedió. Subieron al vehículo y se dirigieron a la gran residencia donde se llevaba a cabo el evento.Caminaron hasta los grandes portones, y Olivia suspiró.Entregaron sus invitaciones y entraron. Apenas cruzaron la puerta, el bullicio de la gente y la música llenaron el aire.Olivia prestó atención y observó el lugar, que era inmenso y lujoso.—En cada rincón de este
Además de tomar medicamentos, las personas con problemas de tiroides a menudo deben hacer cambios en su estilo de vida, como llevar una alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente, beber suficiente agua y dormir lo necesario. Estos cambios pueden ayudar a sanar la tiroides y contribuir a mantener un peso normal.Olivia se miró con gracia frente al espejo mientras pensaba en su progreso. Aunque el lugar estaba abarrotado de gente y apenas se podía caminar, la zona de los cócteles era diferente.Olivia se quedó cerca de su prima, pero en un instante la perdió de vista.—¿Emma? —preguntó, girando sobre sus talones y estirando el cuello para buscarla.—¡Genial, me quedé sola! —protestó, pero nadie pareció prestarle atención.Decidió acercarse a la barra de tragos y emborracharse para olvidarse de todo.Se encaminó con determinación, moviendo sus curvas hasta llegar.—¿Quieres tomar algo conmigo? —preguntó una voz sensual a su lado.Al prestar atención, vio al hombre misterioso co
Olivia, lo pensó durante un segundo. A lo mejor, no debían dar los verdaderos nombres; además tenían antifaz.—Soy... soy... ¡Emma!"Mi prima va a matarme, por usar su nombre", pensó Olivia —Emma, bonito nombre.—Gracias, te gustan estos temas, la verdad es que no pensé que en un lugar así pusieran bachata.—Sí, la verdad es que ponen de todo, unos ricachones paga mucho dinero por poner reggaetón. "No es la música que esperaba", pensó Olivia. "¿Por qué no mejor ponen canciones más alegres?".—Vaya —comentó.—Te sorprenderías. —Estoy algo nerviosa.—Tranquila...Olivia permitió ser llevada por brazos extraños. Llegaron al centro de la pista y las luces se extendieron por todos alrededor. Olivia quedó maravillada, en el juego de luces como aromas y personas.El salón era amplio y había espejos en las paredes, las luces estaban bajas y la música sonaba suave, a veces apagada. ¡Era perfecto para bailar!Aunque la música no era lo que esperaba, a Olivia le gustaba la atmósfera del luga