Una hora después nos recibe la entrada del Club Zafiro. Vine a este porque tiene varios ambientes en donde uno puede escoger en cuál pasarla bien.Bajo del auto y camino hasta el puesto del copiloto para abrirle la puerta y ayudarla a salir. Le entrego las llaves al valet parking para que estacione el auto y con mi novia tomada de la mano nos adentramos al lugar.Estando en el interior, la música resuena por todos lados y las luces color neón hacen del ambiente un espacio lleno de vida.Caminamos entre la multitud para ubicarnos en la barra mientras encontramos alguna mesa en donde poder sentarnos.El caballero que atiende en la barra se acerca a nosotros para tomar nuestro pedido. Ella pide una margarita y yo un whisky en las rocas.—¿Te gusta el lugar? —pregunto queriendo tener su opinión.—Me encanta mi cielo. —rodea mi cuello con sus brazos y une nuestros labios en un tierno beso, por inercia mis manos viajan hasta su cintura.Cuando nos separamos nuestras miradas se encuentran. E
A la mañana siguiente me despierto temprano para preparar el desayuno, me levanto con todo el cuidado del mundo para no despertarla y dejarla para que descanse.Gracias al cielo termino pasando buena noche, pero necesito que se haga unos exámenes para ver cómo se encuentra de salud. Según palabras de Laura me ha dicho que no se ha estado alimentando bien estos días y lo más probable es que tenga un poco de anemia.Entro al baño y me doy una ducha rápida y lavar mis dientes. Cuando salgo todavía la veo dormida. Sonrió como tonto al ver a mi princesa dormir plácidamente y es así de esta manera que quiero despertar cada día. Salgo de la habitación sin hacer ruido.Preparo un poco de café mientras preparo jugo de naranja y unas tostadas con mermelada.A lo lejos escucho sonar mi celular y recuerdo que se encontraba en la mesa de noche, prácticamente entró corriendo y antes de cruzar la puerta la veo parada en el umbral de la puerta con mi teléfono en la mano.—¡Buenos días, amor! —me acer
Tiffany Dicen que la venganza es un plato que se come frío. Sé que muchos de ustedes están pensando que soy la piedra en el camino para impedir la felicidad de este par. Es algo en lo que estoy totalmente de acuerdo. Soy una perra que va a luchar hasta el final para ser la vencedora, sin importarme a quien deba llevarme por el medio. Mauricio no se acuerda de mí, hace ya varios años que no nos vemos y la razón por la cual no tiene la mínima idea de quién soy, es simplemente porque yo era aquella adolescente insignificante ante los demás. Además, hice unos cuantos cambios en mi apariencia y con ello un cambio de nombre. Soy esa a la que llamaban la nerd del salón y a la que solamente utilizaban para sacar buenas notas. Aún recuerdo como sus amigos se burlaban de mí y él siquiera me defendió. Una vez llegue a imaginar que por su mente pasaban esos pensamientos de no querer meterse en asuntos que no eran de su incumbencia, pero todo fue lo contrario cuando al darse cuenta de lo que su
SabrinaSalgo con el corazón destrozado del departamento de Mauricio, vine a buscarlo porque recibí una llamada de la clínica donde me informaban que mi padre se encontraba mal. No quería estar sola al momento de ir a verlo, acudí a él por ser mi novio y mi único apoyo en este momento tan difícil.Pero al llegar a su piso me llevé la gran sorpresa de que Tiffany estaba haciéndole un oral. En ese instante sentí que me echaron un balde de agua fría y todo en mi interior se fracturó.«¿Será qué él me ocultó lo que en realidad estaba sucediendo entre ellos?» En este momento mi cabeza se encuentra hecha un total desastre. Mientras que mi subconsciente grita que no sea estúpida y lo deje para no sufrir, mi corazón dice todo lo contrario. Necesito darle el beneficio de la duda, pero con la escena que se proyecta ante mis ojos no creo que eso sea posible.Tal vez él no tiene toda la culpa en todo lo que pasó, pero pudo evitar que todo esto sucediera. Salgo a grandes zancadas y en vez de esper
Afuera me encuentro a todos mis amigos quienes al darse cuenta corren y entre todos me envuelven en un abrazo de oso. No puedo retener más las ganas de llorar y lo hago, me desahogo por lo de mi padre y aprovecho el momento de llorar por lo que sucedió hoy con Mauricio.Mis amigos solo se dedican a consolarme y brindarme su apoyo incondicional.No sé cuánto tiempo ha pasado, pero nos separamos cuando escuchamos la voz del jefe.—¿Sé puede saber a qué se debe la reunión? —espeta con molestia y lo más seguro es que no tenga conocimiento de nada.Detrás de él se encuentra la víbora de Tania, quien tiene una gran sonrisa de oreja a oreja. Nos mira a todos con superioridad, sintiéndose dueña y señora.Para que mis compañeros no salgan regañados o con alguna amonestación decido darle frente a la situación y explicarle lo que ocurre.—Disculpe doctor, ellos solamente me están brindando su apoyo en este momento. —trago el nudo que tengo en la garganta—. Mi padre se encuentra en estado crítico
Siento que alguien hace suaves caricias en mi cabello, quiero despertar, pero los párpados me pesan y no puedo despertar.—Reina, ¿Cómo te sientes? —pregunta una voz que es familiar—. Te pido perdón, no quiero que sigamos peleados, no puedo vivir sin ti.Abro los ojos de golpe encontrándome con la mirada de Mauricio. Por un momento quiero abrazarlo, besarlo y olvidar todo lo que pasó, pero algo en mi interior no me permite hacerlo.—Me siento bien, no tienes de que preocuparte. —me cruzo de brazos—. Referente al otro tema no quiero saber nada.—Amor necesito explicarte como fueron las cosas. —se arrodilla—. Sé que fui un imbécil al no ser más precavido amor, pero te puedo explicar cómo pasaron las cosas. Además, ya encontré un nuevo departamento.Me levanté para decirle que nada de lo que me explique en este momento me importa, solo necesito tiempo para pensar bien las cosas. Cuando iba a hacer el intento de hablar, la puerta se abre abruptamente y veo a Leonor parada en el umbral de
Rodrigo Tenerla entre mis brazos así de vulnerable, hace que en mi nazca el deseo de protegerla. Tal vez pueda que sea algo extraño, pero nunca antes había sentido este deseo por cuidar de alguien. La dejo recostada a mi pecho para que llore todo lo que quiera, no sé por qué situación está pasando en este momento, pero quiero brindarle mi apoyo si es lo que necesita. Cuando logra calmarse y estar más relajada la tomo de la mano y hago que camine conmigo a una banca que se encuentra a pocos pasos de donde nos encontramos. Ella me sigue sin refutar, cosa que agradezco porque no estoy para pelear con ella tan temprano. No tendría dudas en hacerlo si estuviera en otra situación, pero como este no es el caso, prefiero hacer silencio y escuchar atento si tiene algo para decir. —¿Te sientes mejor? —pregunto para buscar conversación y saber cómo se encuentra—. Si necesitas algo no dudes en pe
—¿Acaso estás loco?, seguro se te safo un tornillo o te caíste mucho de pequeño. —niega—. Yo no puedo casarme contigo, eso es una locura. —Claro que es una locura, pero una en donde ambos obtenemos beneficios. —Me niego a seguirte en este juego, no lo puedo aceptar. —se levanta para caminar de un lado a otro mientras masajea su sien con desesperación—. A ver un ejemplo, que quede claro que es solo una posibilidad. Si acepto tu trato debemos hacer una especie de contrato donde vas a especificar una serie de cláusulas ¿verdad? Asiento con un movimiento de cabeza. —Créeme que es la mejor solución para los dos. Estaría dispuesto a aceptar tus condiciones siempre y cuando tú también aceptes las mías. —Esto es algo que no se puede hacer de la noche a la mañana ¿Cómo le vas a explicar a tu familia de nuestra repentina rela