(3 meses después) Noventa días llenos de cambios y muchos de ellos han sido positivos por así decirlo. La empresa ha evolucionado a grandes escalas, sigue siendo la número uno a nivel mundial. Trabajar sin descanso por todo este tiempo va a pasar factura en cualquier momento, pero la satisfacción es incomparable cuando logras todas las metas propuestas. Justo ahora que estamos recibiendo un gran reconocimiento es que me doy cuenta que todo el esfuerzo y sacrificio se lo debo en gran parte al apoyo que he tenido de mis padres, abuelo, primos y hasta la madre de estos. Referente a Vanessa y mi tío se puede decir que están pagando con creces por todas sus fechorías. No esperaba menos del sistema de justicia. Mi suegro se encuentra en excelente estado de salud y ahora se encuentra viviendo en una pequeña casa que compre cerca de nosotros. No quise que estuviera tan aleado de mi reina, su presencia le hace bien y estoy gratamente agradecido por la gran ayuda que le dieron en el centro
Sabrina Reponerme de la devastadora perdida de mi bebe fue terrible, estuve a punto de caer en un estado depresivo tan profundo que casi pierdo la razón. En un principio no quise terapias ni medicinas, solo quería ser consumida por el dolor hasta terminar al lado de mi pequeño. Con el pasar de los días entre el doctor y sus asistentes me ayudaban a afrontar esta cruel realidad. Fueron días de agonía donde me la pasaba la mayor parte del tiempo llorando sin descanso o hasta que los somníferos hacían su efecto. Con el tiempo comprendí que no serviría de nada echarme a morir, tenía que seguir viviendo por él, mi pequeño tesoro que me había dado la felicidad más grande del mundo. El no merecía que su partida terminara con la mía, debía seguir luchando y es por ello que en un día como otro me levante con la esperanza de seguir adelante y vivir por los dos. Todas las noches le pedía que de d
Rodrigo «¿Mauricio apareció?», cierro los ojos para tranquilizar el terrible miedo a que ella quiera regresar nuevamente junto a él. No creo que a estas alturas del partido todo lo que hemos construido con tanto esfuerzo se vaya al carajo en un abrir y cerrar de ojos. Lucho con mi yo interior para tranquilizar todas las cosas negativas que pasan por mi cabeza y que se encuentran a punto de estallar. —Tranquila amor. —digo esas palabras mas para mi que para ella—. ¿Quién te llamo para darte la noticia? —Fue el doctor Brockmann. —dice con voz temblorosa—. Me dijo que lo habían trasladado desde otro lugar y que necesitaba de mi presencia, pero… —Yo te acompaño amor, sabes que estamos juntos en las buenas y en las malas —ofrezco para que se sienta mas tranquila—. Así que vamos. —Pero la familia. —pregunta con la preocupación retratada en la mirada. —Luego le escribo a mama para que les informe. —aprieto su mano pa
SabrinaEstando al lado de la cama de Mauricio siento que una gran tristeza me embarga, verlo así me parte el corazón en pedazos. En las tantas veces que imaginé nuestro reencuentro nunca pensé que sería de esta manera.Volteo para ver a través de la ventana de vidrio que se encuentra a mi espalda para verificar si Rodrigo sigue parado, pero siento un gran alivio al darme cuenta de que no está y lo más seguro es que se fue con el Dr. Brockmann.Seguro ha de estar imaginando que con la llegada de Mauricio las cosas entre nosotros van a cambiar. Claro que habrán cambios, pero no los que él se ha de estar imaginando.Con el pasar de estos meses me di cuenta de que lo que sentía por Mauricio no era realmente amor, más bien creo que era una gran admiración por todo el apoyo que me brindó en su momento y eso a la falta de amor que te puede dar una pareja fue lo que tal vez llegó a confundirme. Con esto no quiero decir que no lo amo, estaría de más decir que existen muchos tipos de amor y el
RodrigoLos días siguieron pasando y con ello muchas experiencias. Desde que estuve por primera vez con mi hermosa reina me siento como en las nubes. Es tanta mi felicidad que no he podido concentrarme en mi trabajo, hasta mi secretaria se burla de mi por ser un tonto enamora do y trajo a colación aquellas palabras que n día me dijo.FlashbackLuego de que Vanessa se retirara de mi oficina me ha quedado un vacío terrible, no lo digo por extrañar su compañía si no por el hecho de que nunca voy a tener ese sentimiento que tanto pregonan las personas que conozco.—¿Por qué tan pensativo joven? —irrumpe Francia en mi oficina con unas carpetas en la mano—, o me diga que ya extraña a la señorita si apenas acaba de irse.—Nada de eso Francia, yo no creo en eso del amor. —me recuesto a la silla para estar más cómodo.—Solo le voy a decir unas palabras que mi madre siempre decía. —camina hasta sentarse al otro lado del escritorio—. “Nunca digas de esta agua no beberé” y espero seguir trabajand
Sabrina La emoción que sentí cuando el Dr. Brockmann me dijo que Mauricio finalmente había despertado fue sorprendente. Tenía días esperando a que eso sucediera, pero no voy a negar que sentí un poco de miedo al pensar que iba a quedarse de esa manera por el resto de su vida. Tenía los nervios a flor de piel y no dejaba de pensar cómo sería su reacción una vez nos encontráramos frente a frente. Miles de escenarios pasaron por mi mente, pero algo en mi interior gritaba que debía enfrentar la situación y ponerle fin a ese ciclo. Debía contarle la verdad sobre la pérdida de nuestro hijo y no voy a negar que temía por su reacción. Por un instante sentí el gran impulso de regresar sobre mis pasos y dejar eso para otro momento. «—Vamos no seas cobarde y termina de poner punto final a todo esto que no tiene futuro.». La voz de mi conciencia reprocha y por primera vez estoy de acuerdo con ella. Por eso me armo de valor y doy el gran paso. Estando al otro lado de la ventana de vidrio, pue
Mauricio Abro los ojos con desesperación al no saber en donde me encuentro. Una fuerte puntada en la cabeza hace que lleve mis manos a mis sienes para tratar de contrarrestar el dolor. Cuando el dolor va bajando de intensidad puedo caer en cuenta de que me encuentro conectado a varias vías en mis brazos y me encuentro conectado a varios aparatos. Al ser consciente de que estoy en un hospital, el cual reconozco. «¿Qué ha pasado? ¿Qué hago aquí? ¿Dónde está todos? ¿Qué día es hoy? ¿Cuánto tiempo llevo aquí?», son preguntas que hago tratando de recordar lo que ha pasado». Imágenes esporádicas llegan a mi mente, me encuentro sentado en un bar tomando una copa, luego despertando con una mujer que al parecer conozco en una cama de hotel y por último un fuerte impacto para luego o recordar nada más. De repente la puerta se abre para darle paso a una enfermera. La mujer al darse cuenta de que estoy despierto se sorprende e inmediatamente ale de la habitación sin decir una sola palabra. Al
Sabrina «Amo a Rodrigo Evans» Esas fueron las últimas palabras que pronuncié ates de salir de la habitación donde se encontraba Mauricio, ¿Fue fácil? La respuesta es NO, sobre todo el haberle confesado que estaba esperando un hijo suyo, pero que no pudo nacer. Recordarlo cada día es un suplicio, duele cada vez que recuerdo a mi pequeño tesoro, pero sé que desde el cielo mi ángel va a estar bien. Decir que lo he asimilado seria mentir porque la pérdida de un hijo es una gran cicatriz que nunca se va a borrar. Los detalles de la perdida me los reservé, o quise que supiera. El tiempo siguió pasando y al haberme dado cuenta de que no había almorzado me hizo caer en cuenta de que Rodrigo no me ha llamado ni mucho menos enviado un mensaje. «Seguro ha de tener mucho trabajo» Termino de revisar las historias medicas de los pacientes dejando las respectivas anotaciones en cada una y me dirijo hasta la cafetería para comer algo mientras termino turno. Hora y media después ya me encuentro