—¿Aún no has recibido las acciones? —Eloise quedó desconcertada.

Eloise carecía de un conocimiento profundo de los negocios y la idea de que su hijo se convirtiera en director ejecutivo sin asegurarse las acciones de Derrick la desconcertaba.

—Ese viejo zorro es increíblemente terco, así que necesito que lo persuadas —comentó Nathaniel casualmente. —Ahora que su hijo ya no está con nosotros, ¿por qué se aferraría a esas acciones? Si se da cuenta y acepta la transferencia, lo haré mi padrino y lo cuidaré hasta sus últimos días. No tiene nada que perder.

—¿Hacerlo tu padrino? —Eloise levantó la voz, su incredulidad era evidente—. ¿Cómo puedes decir algo así por dinero y poder?

Nathaniel le sonrió a su madre, divertido.

—Si pudieras dejarme para casarme con un miembro de una familia rica, ¿qué hay de malo en que lo convierta en mi padrino? Si acepta entregarme de la Corporación Tanner, incluso podría tratarlo como a mi verdadero padre.

—¿Por qué... Eloise casi se ahoga con su