¡Hola a todos! ¿Cómo están? Espero que estén ¡superbién! Si están leyendo esto, les agradezco de todo corazón que estén leyendo esta novela. Si les está gustando, les agradezco que sigan apoyándola. Siempre intentaré darles lo mejor de mí.
Aquellas declaraciones sacudieron a Sophia hasta lo más profundo de su ser. No podía permitir que difamaran el trasfondo de la fundación de esa manera. Los únicos interesados en sacarle provecho eran Lucas y Emily. De eso no tenía ni la más mínima duda.—Esto tiene que terminar —dijo con determinación, mientras apretaba los puños.Determinada a enfrentar aquellas acusaciones y a proteger el trabajo de su fundación, Sophia se encaminó hacia la sala y llamó al a representante legal de la fundación, solicitándole que gestionara una conferencia de prensa.Tenía que desmentir las afirmaciones de Lucas, a como diera lugar, y demostrar la importancia de la terapia animal en el bienestar de los niños con autismo. Tenía que demostrarles a todos que la actividad de su equipo era totalmente lícito, efectivo y libre de crueldad animal.Por la tarde, Sophia se adentró en la sala de conferencias. El salón estaba repleto de periodistas y de cámaras que se enfocaban en ella, expectantes de lo que ten
UNA SEMANA DESPUÉSEl incidente de Max con Liam, o, como lo catalogaban todos los medios, el ataque del can al niño autista, un titular que le daba escalofríos, Sophia se encontraba sumida en la completa incertidumbre, estaba atormentaba y las dudas no la dejaban en paz.Conforme habían pasado los días, las acusaciones de Lucas se habían intensificado. La conferencia de prensa había sido un desastre y los comentarios maliciosos se habían propagado como la peste y la reputación de la fundación estaba cada vez peor.Sophia se sentía angustiada y atrapada en una maldita pesadilla de la que no podía escapar.Tras pensarlo durante un par de días, tomó la decisión de enfrentar todo aquello y tomar medidas de inmediatoDurante la reunión que había organizado tras la conferencia de prensa, su equipo comenzó a revisar cada detalle y cada uno consultó con los expertos en el adiestramiento de los canes de la fundación.Todas y cada una de las posibles causas fueron analizadas minuciosamente, des
Mientras Sophia aún se encontraba en la fundación y el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte varias sombras se cernieron sobre el edificio.Un grupo de hombres, completamente vestidos de negro, se infiltró en el recinto y, con movimientos sigilosos, atravesaron entre los pasillos en penumbra.Sus miradas se posaron, codiciosamente, en los diferentes y valiosos canes, que se encontraban en sus respectivas y amplias jaulas.Mientras los intrusos avanzaban, encontraron una de las mascotas más queridas de la fundación, el mismo que había despertado la indignación, tras el incidente con el pequeño. Se trataba de nada más ni nada menos que Max.Con crueldad en sus corazones, y procurando hacer el menor ruido posible para no llamar la atención, tomaron al perro y lo arrancaron de su refugio, haciendo que el animal aullara de dolor, un aullido que, para su disgusto, resonó entre los desiertos pasillos.Noah, quien había acompañado a Sophia en todo momento, había salido brevemente de la fu
UNA SEMANA DESPUÉS.Luego de que le dieran de alta, Sophia volvió rápidamente al ruedo, no solo con la fundación, sino que también que el trabajo que tenía en paralelo de celestina.Tres veces a la semana, cada quince días, organizaba citas a ciegas para ayudar a personas sin pareja a conectarse entre sí.Cada persona que solicitaba sus servicios le facilitaba toda la información de su persona, incluyendo salud y antecedentes penales para que ella pudiera emparejarlos por sus gustos e intereses, y también con respecto a sus manías y sus defectos para que se complementaran.Muchos le habían pedido explicaciones de por qué hacía aquello cuando ya existían aplicaciones de citas, no obstante, ella siempre aseguraba que esa era la mejor manera que podía existir de tener una cita a ciegas, porque no lo era por completo.Ese día, tenía que planear una cita entre un hombre de treintaicinco años que había pasado los últimos diez años de su vida cuidando a su madre enferma, por lo que no se hab
Moviendo las ruedas de su silla, Lucas se acercó sigilosamente a Emily. Estaba decidido a enfrentarla.Ese era su as bajo la manga y ya era hora de que le pusiera fin de inmediato a todo ese asunto.Emily le había implorado que confiara en ella, prometiéndole que en poco tiempo haría que Sophia accediera a cederle las fundaciones. Sin embargo, estaba fallando en todo lo que intentaba. Por ese motivo, tenía que dar un nuevo paso, aunque en su caso fuese «irónico».Cuando se encontró sumamente cerca de ella, con cautela, susurró las palabras que sacudieron a Emily.—Lo sé todo.Emily, sobresaltada, se giró hacia él y exclamó:—¡Oh, por Dios! ¡Lucas, casi me matas de un paro cardíaco!—No te hagas la estúpida. Me estabas esperando, pero no por el motivo que yo vengo.—¿Qué sucede? En serio, Lucas, no entiendo qué está sucediendo —repuso, aparentando estar sorprendida.—¡Lo sé todo! —exclamó, prácticamente harto.Tenía que finiquitar aquello de una vez.—¿Qué es lo que sabes? —lo enfrentó
—¿Qué quiso decir tu tía? —preguntó Noah cuando llegaron a la mansión.—No lo sé, te juro que no lo sé. No puedo creer que tenga la cara tan dura como para decir que mi padre fue el que orquestó el accidente en el que murió tu madre. Mi padre nunca habría hecho algo así.—Creo en ti, creo que realmente estás segura de eso. Pero, en verdad, ¿podemos poner las manos en el fuego por alguien? —preguntó Noah, tomando asiento en uno de los sofás del living.Acababan de llegar a casa y en el rostro de ambos se podía ver el cansancio.Liam se había dormido hacía unos minutos, pero ellos no podían dejar de darle vueltas al asunto.Noah observó a Sophia con detenimiento. No importaba cuánto cansancio hubiera en su mirada.Esa mujer era fuerte, más allá de hermosa. Nadie había despertado en él lo que sí lograba despertarle Sophia.Con seguridad se puso de pie y se acercó a ella.—Confío en ti, Sophia —le aseguró. —Ni siquiera yo confío en mí, ¿por qué lo harías tú? —preguntó con los ojos anegad
AL DÍA SIGUIENTE.La mañana posterior a aquel encuentro íntimo que los había unido más, Sophia y Noah se despertaron por culpa del insistente sonido del timbre.Al abrir los ojos, ambos se miraron desconcertados. Noah miró la hora en su teléfono móvil.—¿Quién puede estar aquí tan temprano? —preguntó mirando a Sophia con el ceño fruncido.—No lo sé, si no lo sabes tú —repuso Sophia con una mueca y un encogimiento de hombros—. Después de todo esta es tu dirección.Noah suspiró mientras se impulsaba para sentarse al borde de la cama.Rápidamente, se calzó las zapatillas de andar por casa, salió al pasillo y bajó las escaleras a toda velocidad.Sin querer perderse aquello, sumamente intrigada por quién podría llegar a esas horas de la madrugada, Sophia lo imitó y lo siguió, escaleras abajo.Cuando llegó al pie de las escaleras, Sophia vio que Lucas abría la puerta y detrás de ella aparecía un furioso padre.—¡Se va ya mismo de aquí! —le exigió Charles a su hijo, mientras se adentraba en
En la mañana, ya casi al mediodía, Liam se despertó y se desperezó como cada mañana.Se levantó, abrazando su osito de peluche, y bajó las escaleras, esperando encontrar a Sophia, como cada mañana, preparándole el desayuno.Sin embargo, se encontró con su padre sentado solo, frente a la mesa.—Papá, ¿dónde está mamá? —preguntó con la inocencia en su voz.Noah alzó la mirada y esbozó una sonrisa forzada que no les llegó a los ojos.—¿Qué pasa, papá? —inquirió el niño, acercándose a él. —Pues, verás, mi niño. Mamá tuvo que hacer un viaje de emergencia.—¿Emergencia? —preguntó el niño con el ceño fruncido—. ¿Le pasó algo? —dijo con voz preocupada.—No, mi amor, no le ha pasado nada malo, pero su mamá está enferma y ha tenido que viajar —mintió, saboreando el amargo sabor de sus palabras.—¿Qué le pasa a su mamá? —lo interrogó.—No lo sé, cariño. Tu mami es muy reservada con esos temas, por lo que no me ha dicho nada. Pero cuando su mamá esté mejor, ella volverá, así que no te preocupes.