Termine de engullir mi último bocado de la ensalada frutal que había recibido como desayuno, mientras absorbía toda la información que me había soltado Lady Vivian. Rachell no aparecía por ningún lado y temía que le hubiesen hecho algo, unas chicas en conjunto de Mindy tomaron asiento en la misma mesa que me encontraba.
—Hemos oído que ya tienes objetivo—dijo Mindy con cierto deje de envidia.
—¿Eh, si?—pregunte confundida.
—¡Vaya suertuda! Recién llegas y ya te saltas el nivel 1—dijo otra chica, una rubia.
—Supongo que es suerte de principiante.—defendí divirtiendo para no sonar pesada. ¿Qué era eso de los niveles?
—Seguro…—alargaron las tres.
—¿Y bien, quién es?—preguntó con intriga Mindy.—, ¿Es un señor mayor como el que le toco a Carlota?—dijo señalando a la rubia.
—¡Ni me lo recuerdes!—dijo la mencionada con un gesto de asco. —, ¡Me toco un vejestorio!
—Es un joven heredero.—me limite a contestar obviando detalles. No podía confiar en ninguna.
—¡Suertuda! Mi esposo podría ser mi tátara abuelo—se quejó.—, A Vanessa le tocó un cincuentón, ¿Verdad, Vane?—preguntó a la chica restante.
—¡Sí, podría ser mi padre!—divirtió.
—El mío podría ser mi abuelo, no se quejen—respondió Carlota.
—¿Y cómo es el tuyo, Mindy?—pregunté con curiosidad.
—Aun no me lo asignan, sigo en el nivel 1.—respondió.
—¿Y qué es eso de los niveles?—pregunté.
—El nivel 1 es preparación, aprendemos de todo. El nivel 2 es asignación, aprendemos todo acerca de nuestro objetivo sin contar que debemos aprender materias referentes a ellos, por ejemplo a mí me toca aprender de autos porque mi objetivo tiene una concesionaria. Y por último el nivel 3, es seducción. Nos inmiscuimos en sus vidas de una manera casual y comienza nuestra misión.—Explicó Carlota.
—¡Vaya! Suena difícil.—respondí—, Pero si me salte el nivel 1 quiere decir que no tengo la preparación necesaria.
—Seguramente tendrás intensivos—respondió Vanessa, la pelinegra.
—Yo este mes me graduó al siguiente nivel, por fin sabre quien es mi objetivo.—dijo con ensoñación Mindy.
—Por ahí dicen que lo bueno se hace esperar, así que seguro te toca uno guapísimo.—la anime y sonrió.
—¡Vaya, que cambio el de tu amiga!—comentó Vanessa mientras señalaba con su barbilla a la puerta.
Me giré y me encontré con Rachell caminando hacia nosotras, traía el cabello ondulado y un maquillaje bien trabajado. Se veía fantástica, además de tener sus uñas arregladas. Al verme se acercó a la mesa tomando su comida.
—¿Quién eres y que hiciste con mi amiga de sobrevivencia?—pregunté divertida.
—¡Esto es otra onda, Bloom!—respondió feliz tomando asiento.—, Me enseñaron como peinarme más acorde a mi tono de cabello y estilo, aprendí maquillaje y me arreglaron las uñas. Todo en un par de horas.
—¡Fantástico! Quedaste divina—le respondí—, Ellas son Carlota y Vanessa. A Mindy ya la conoces—presente.
—Un gusto chicas, ¿Y bien de que me perdí?—preguntó engullendo su primer bocado. Me gustaba verla contenta, se lo merecía.
—¡Bloom ya tiene un objetivo!—respondió Mindy.
—¿Qué rayos es eso?—respondió Rachell aturdida mirándome con asombro. Fue entonces cuando Carlota le explicó todo y además de eso le contó también de los niveles.—, ¡Me estas jodiendo, Bloom! Esto me gusta cada vez más.
—Así dicen, no lo sé—respondí—, Igual ya acepté, así que es tarde para zafarme de esta.
—¡Ni de chiste! Amiga tendrás todo lo que siempre te has merecido, la vida de una princesa de cuentos.—animó.—, ¿Cuándo tendré mi objetivo?—preguntó.
—Cuando pases al nivel 2—respondió Vanessa.—, Bloom se saltó el nivel 1, Lady Vivian tuvo que haber visto algo en ella.
—¡Eso es fantástico!—respondió Rachell.
Entre risas, bromas y muchas preguntas terminamos de tomar el desayuno para irnos a nuestra primera clase, “Elegancia y Protocolo”. Al entrar al salón, tomamos asiento y una chica bastante elegante y refinada entró, acalló a todas y comenzó con la clase. Básicamente nos enseñaba a combinar ropa, a cómo vestirnos adecuadamente para cada ocasión y la temática. Colores, diseños y no mezclar estampados o colores fríos con cálidos. Me gustó muchísimo dicha clase y ni hablar de la paciencia que nos tuvo la profesora, fue divertido.
Para terminar la clase nos tocaría escoger entre varias prendas y armar un outfit, todas estábamos nerviosas. La profesora se había mostrado bastante exigente y muy ortodoxa, el turno de todas llegó, cada una desfilaba hasta llegar al escritorio de la docente. Me había decidido por un vaquero negro, una blusa casual y sandalias, el estilo era casual por lo que lo acompañe con gafas de sol. Mi turno llego y camine hasta la profesora, ella me miró de arriba abajo.
—¿Cuál sería la ocasión?—preguntó.
—Una salida casual, podría ser al supermercado o a un parque—respondí segura.
—Perfecto, siguiente—respondió y sonreí.
La clase terminó y me sentía muy feliz de haberla aprobado, seguía la siguiente clase, “Etiqueta” según decían las chicas trataba de cómo comportarse, caminar, comer, etc. Sonaba interesante, aunque de eso sabia un poco más, ya que siempre acompañaba a mis padres a sus juntas. Sin embargo, me gustaba todo lo que estaba aprendiendo, era mi primer día y sentía que estaba avanzando como muchas no lo hacían. Me sentía mucho más tranquila ahora que sabía las verdaderas intenciones de Lady Vivian, realmente era muy astuta, sacar provecho de chicas no tan afortunadas y brindarles un futuro, además de una vida soñada era un muy buen negocio. No imaginaba cuán grande era la fortuna de Lady Vivian, pero si sabía que era difícil de calcular por tantos números. Estaba yendo al siguiente salón cuando Rafaello, el mayordomo me pidió que lo siguiera.
—¿A dónde me lleva? Debo ir a mi siguiente clase—pregunte confundida.
—Así es, su clase nivel 2.—respondió y asentí quedamente.
Al llegar a la oficina de Lady Vivian, toque la puerta antes de entrar y lo hice cuando escuche el “adelante”. Estaba tecleando muy rápido en su ordenador por lo que tome asiento delante de ella.
—Querida, en el nivel 2 debes tomar clases de materias relacionadas a tu objetivo. En tú caso aprenderás de hotelería, finanza hotelera y administración de empresas.—anunció mirándome por debajo de sus lentes.—, Tenemos que trabajar en tú perfil, no puedes presentarte solo como una huérfana de la calle. Debemos crear un perfil tuyo muy creíble.
—¿Y cómo será eso?—pregunté.
—Serás Bianca White, tus padres murieron en un accidente de tren hace dos años. Eres estudiante de administración de empresas, pero te gusta el turismo y por eso sabes de hotelería. Vives sola en un departamento en Londres, trabajas medio tiempo en una firma de abogados llevando su contabilidad.—explicó y mi cerebro intentaba procesar toda la información.
—¿Y por qué debo crearme un perfil falso? ¿Qué sucede si descubre que es mentira?—pregunte con temor.
—Querida, debes tener un perfil de una chica que llame su atención. Por eso no te preocupes que yo me encargare que jamás lo descubra—respondió—, Ah una cosa más, debes aprender de modelaje, porque lo conocerás “por casualidad” en una sesión fotográfica para publicidad de sus hoteles. —contó y resalto la palabra “casualidad” ya que obviamente todo estaba fríamente calculado.
—Las manos son el complemento perfecto para cualquier pose, puedes usarlas como un apoyo para tu fotografía. Además, que es expresión corporal—explicó el fotógrafo encargado de enseñarme modelaje, asentí comprendiendo. —, Por ejemplo, debes tener cuidado de no obstaculizar tu rostro innecesariamente, pero eso lo veremos en el siguiente modulo.Volví a asentir, mientras tomaba apuntes, me gustaba tener palabras claves que recordar y memorizar para luego repasar y aprender más rápido. El profesor Edward me había explicado mucho, ahora íbamos a la práctica. Me coloque delante del fondo blanco que usaríamos, coloque mis brazos cruzados tocando mi cabello, alce mi rostro y no sonreí.—Perfecto, quedaste divina—halagó viendo la fotografía en la cámara—, Nada mal para ser tu primera clase.Le sonre&iacut
La clase pasó muy rápida, habíamos aprendido mucho sobre la gestión hotelera. Estrategias de ventas para ofrecer paquetes turísticos y la buena administración. Debía aprenderme muchas cosas, mi objetivo debía caer bajo mis encantos. Pero no solo contaba ser bonita, debía seducirlo con mi inteligencia y conocimientos en común. Lady Vivian nos enseñaba a ser más intelectuales que bonitas, decía que no solo por “tener un cara bonita y un cuerpo voluptuoso tendríamos éxito en nuestra misión, la sapiofilia debía ser nuestro fuerte”. Por lo que entendía eso era una especie de fetiche, esperaba equivocarme.Salí del salón y perdí de vista a Melody, su advertencia corría por mi mente. “Cuida tus espaldas” ¿De qué exactamente debía cuidarme? No entendía a qué se referí
Toque la puerta y espere que me autorizara a pasar. Estaba muy nerviosa, esperaba no haber hecho nada que estuviera mal o que me fueran a expulsar. Había encontrado en estas paredes un destino, una especie de futuro. Además, tendría todo lo que siempre quise, mucho dinero y una vida como la que recordaba. Llena de lujos, ropa y bastantes oportunidades. No me gustaba meterme en problemas por lo que esperaba que todo marchase bien, musito un “pasa” y abrí la puerta con cautela. Entre en silencio.—Buenas, Lady Vivian. ¿Mando a llamarme?—pregunté.—Sí, toma asiento—respondió. Asentí y me senté en frente suyo, ella sirvió café en una taza y me la tendió.—, ¿Cómo estas Bloom, querida?—Muy bien, Lady Vivian—respondí—, ¿Y usted?—Bien también, un poco enojada—respond
Hoy se cumplieron tres meses desde que Rachell fue echada, lastimosamente no pude saber más de ella. Le pedí muchas veces permiso a Lady Vivian, para salir y buscarla. Pero me dijo “Ella es una manzana podrida y su putrefacción podría salpicarte.” Me sentía muy mal por todo lo que había sucedido, seguramente estaba pasándola mal, la calle y una chica joven y bonita no son una buena combinación. Esperaba que de corazón ella estuviese bien, al menos que el frio del invierno no la enfermará. Por mi parte seguía enfocada en mis estudios y disciplinas, me sacaba muy buenas notas y tenía un grupo de amigas muy bueno. Afrika era mi nueva compañera de habitación, ella y Melody eran mi mejor pasatiempo. Mindy y sus amigas nos odiaban, estaban molestas conmigo porque según ellas “Por mi culpa echaron a Rachell” y por eso me refugiaba con las chicas. Teníamos
El tiempo siguió tomando su curso, cada día pasaba más veloz que el otro. Me gustaba porque nos acercábamos a finalizar el nivel 2 y 3. Muy pronto sería nuestra graduación, lo cual me llenaba de ilusión, a todas en realidad. ¿Y es que quien no quería cumplir la misión? Todas aspirábamos lograrlo y estábamos deseosas de ya salir a la ciudad, al mundo real. Por mi parte me dolía tener que despedirme de New York, ya que sería enviada a Londres, Inglaterra. Que es donde reside actualmente mi objetivo, sin contar que sus hoteles están por todo el mundo. Pero su vivienda según tengo entendido está en el mejor conjunto residencial de todo Londres, lo cual suena a tanto lujo que no puedo imaginarlo. ¿Acaso podría enamorarse de mí? ¿Una chica huérfana encubierta? Sabía que no recibiría un no por respuesta, después
Desde mi conversación con Lady Vivian todo cambió, ya no estaba segura si quería continuar con la misión. Mucho menos si sería capaz de hacer lo que me pedía. ¿Podría tener el valor para matar a alguien? imposible, claro que no podría. ¿Por qué me pedía eso? ¿Qué cambio para llegar a eso? ¿Quién la había contratado? Tenía muchísimas preguntas y muy pocas respuestas, no lograba concentrarme en mis clases y ni hablar de los talleres extras. Estaba muy distraída y eso no me gustaba, me sentía sucia, no podía creer que me involucre en un grupo de asesinas. No era un instituto y lo sabía, pero una cosa es ser cazafortunas, otra muy diferente es ser asesina. Me carcomía la culpabilidad, por haber abandonado a Rachell por esto, por convertirme en un monstruo. Pero ya estaba dentro, ¿Qué podía hacer?
Seguí a Rafaello para ver donde sería mi fulana clase, pero no me llevó a ningún salón si no nuevamente fuimos al estacionamiento. ¿Era fuera de la mansión? ¿Acaso era así de mala? Condujo por toda la ciudad, hasta detenerse en una especie de campo. Había botellas y carteles colgados en árboles, habló con un señor y me dejó ahí. Dijo que pasaría por mí al acabar la clase y yo solo asentí. No podía hacer mayor cosa.—¿Tú nombre?—preguntó el caucásico hombre que imaginó será mi profesor.—Bloom Jonhson—me presenté—, ¿Quién es usted?—Julio, señorita. Le enseñaré a disparar y defensa personal, tiene que aprender a defenderse.—respondió y asentí—, ¿Con que le gustaría empe
—Excelente tiro, Bloom—felicitó Julio, sonreí triunfal—, Comienzo a preocuparme, he creado un monstruo—divirtió.—¿Tanto crees que he aprendido?—pregunté bebiendo de mi botella de agua, el asintió—, ¿A cuántas personas has matado, Julio?—¿Crees que llevó un registro?—preguntó obvio—, Perdí la cuenta hace mucho tiempo.—respondió dejándome atónita.—¿Cómo haces para dormir por las noches? ¿No te sientes culpable?—pregunté con interés.—¿Por qué debería sentirme culpable? Bloom, no mató a mujeres o niños. Mató a delincuentes, violadores, ladrones, asesinos, marginados. Escorias en general—argumentó y asentí en silencio—, Una vez que lo hagas, te cambiará la