Seguí a Rafaello para ver donde sería mi fulana clase, pero no me llevó a ningún salón si no nuevamente fuimos al estacionamiento. ¿Era fuera de la mansión? ¿Acaso era así de mala? Condujo por toda la ciudad, hasta detenerse en una especie de campo. Había botellas y carteles colgados en árboles, habló con un señor y me dejó ahí. Dijo que pasaría por mí al acabar la clase y yo solo asentí. No podía hacer mayor cosa.
—¿Tú nombre?—preguntó el caucásico hombre que imaginó será mi profesor.
—Bloom Jonhson—me presenté—, ¿Quién es usted?
—Julio, señorita. Le enseñaré a disparar y defensa personal, tiene que aprender a defenderse.—respondió y asentí—, ¿Con que le gustaría empe
—Excelente tiro, Bloom—felicitó Julio, sonreí triunfal—, Comienzo a preocuparme, he creado un monstruo—divirtió.—¿Tanto crees que he aprendido?—pregunté bebiendo de mi botella de agua, el asintió—, ¿A cuántas personas has matado, Julio?—¿Crees que llevó un registro?—preguntó obvio—, Perdí la cuenta hace mucho tiempo.—respondió dejándome atónita.—¿Cómo haces para dormir por las noches? ¿No te sientes culpable?—pregunté con interés.—¿Por qué debería sentirme culpable? Bloom, no mató a mujeres o niños. Mató a delincuentes, violadores, ladrones, asesinos, marginados. Escorias en general—argumentó y asentí en silencio—, Una vez que lo hagas, te cambiará la
—¿Estás diciendo que te harán asesinar a tu objetivo?—preguntó Melody, alarmada.Asentí, habíamos salido del comedor y Melody nos trajo a la biblioteca, detrás del último pasillo había una repisa con libros muy polvorientos donde no tenía vista a la cámara gigante que monitoreaba el salón. Así que aquí podíamos conversar sin ser vistas o escuchadas. Lo cual me parecía perfecto, ya que siempre debíamos tener cuidado de lo que habláramos porque siempre estábamos siendo vigiladas.—¿Por qué? ¿No es suficiente con casarse con él?—preguntó Afrika.—No lo sé, ella dijo que mi “misión era especial”—respondí encogiendo mis hombros.—¡Mierda, Bloom! En que nos hemos metido, tengo miedo—respondió Melody.
Al siguiente día nos levantamos con los nervios a mil por hora, no sabíamos que nos diría Lady Vivian. Bueno a mí, ya que fue a quien citó en su despacho. Después de pasar la formación y todas se retirarán a sus clases comunes, camine al despacho como borrego caminando al matadero. Suspire con pesadez, ¿Qué me diría? ¿Me expulsaría? ¿Quizá eso era lo mejor no? No lo había pensado, si hacía que me echará no tendría que matar a nadie y volverme una asesina. Pero ¿tanto nadar para morir ahogada en la orilla? Malditos sentimientos ambivalentes. Toque la puerta y cuando musito su “pasa” sentí que me desmayaría.—Buenos días, Lady Vivian—salude pasando, me hizo señal que me sentará.—Buenos días, señorita Jonhson—respondió seria cruzando sus manos
El día de la graduación llegó finalmente, claro que los días pasaron tan rápido que no lo podía creer. Hoy finalmente cumplí mis dieciocho años, era increíble que a mi corta edad tuviera tanta responsabilidad. Siempre creí que todo sería distinto, que al cumplir esta edad simplemente reclamaría el dinero que por derecho me pertenece y comenzaría una vida nueva, diferente. Pero no, aquí estaba siendo graduada de una especie de “instituto” que no entendía muy bien cuál era su fin, me habían hecho un cambio de look total, mi rubio cabello paso a ser un castaño medio con tonalidad cobre. Lo habían dejado largo hasta mi cintura, estaba ondulado y muy suave, me entregaron valijas con ropa muy bonita y elegante. Un teléfono celular, documentos de mi nueva identidad y títulos universitarios. Todas las chicas que nos graduábamos
Me desperté y apagué mi alarma, no me adaptaba al cambio horario. Es decir, dormí de día, mientras que pasé en vela toda la noche. Me levanté y preparé un café poderoso, como esos que solía invitarme Lady Vivian. Busque en el armario un atuendo que estuviera acorde para la sesión fotográfica, me decidí por un overol ajustado al cuerpo en color azul marino, lo acompañe con un blazer blanco y tacones a juego. Alisé mi cabello y le hice ondas de medio a puntas. Me maquille sutil, pero con un rojo pasión en los labios. Estaba lista, mi teléfono vibró y enseguida lo tomé atendiendo la llamada.—¿Hola?—respondí.—Cariño, te veo en treinta minutos en el hotel Bonard central—respondió la otra voz, no entendía de quien trataba, hasta que recordé las hojas que leí ayer.&mdash
—¡Eso fue ingenioso! Le simpatizaste, estoy seguro—felicitó Antuan.Mi objetivo se retiró a cambiarse luego de que su asistente le trajera un traje nuevo, él se despidió de mí. Así que había pasado la primera fase, acercamiento completado. Lo logré, no podía creerlo. Yo había salido de la piscina y me había secado, mi cabello era un desastre, mi maquillaje por suerte no se regó ya que era a prueba de agua. Antuan intentó arreglarme y lo terminó recogiendo en un bonito moño de bailarina. Tomamos las fotos que eran increíbles, todo había salido bien, a pesar de mi accidente, creo que fue la manera más desastrosa de haberlo conocido, pero también la más “sutil”. Debía llamar a Lady Vivian, seguramente estaba ansiosa de saberlo todo. Marque su número y me atendió al cuarto
—¡Eres fa-bu-lo-sa!—deletreo con drama Antuan mientras íbamos en el auto, me reí suavemente—, Ya tienes una cita con él en tu primer encuentro, en serio, eres fantástica.—No es una cita, hablaremos de negocios—respondí—, Pero sí, supongo que es un gran acercamiento.—¿Bromeas? Estuviste increíble, lo hiciste dudar de su propio criterio—respondió—, Admirable, admirable. —dijo mientras seguía conduciendo.—¿Lo crees?—respondí divertida—, Debo hacer un esquema grandioso, Antuan. Lady Vivian dijo que hay hombres que se seducen por su parte laboral.—Y créeme que él es de esos, ese hombre no tiene vida social—respondió Antuan mientras daba vuelta—, Llevo años trabajando con él y siempre esta amargado. No le he conoc
—¿¡Qué hiciste qué, Bianca!?—preguntó gritando Lady Vivian por la línea telefónica. La había regado, no era parte del plan, pero creí que sería mucho más fácil. Si aceptaba el trabajo ¿no? Estaría cerca de mi objetivo, además de poder ganarme su confianza.—, ¿Me explicas por qué lo aceptaste sin consultarme primero?—Lady…tía, sé que no era parte del plan, pero no cree ¿Que conseguimos un excelente avance para ser el primer encuentro? Piénselo bien, trabajando con él tendré más oportunidades…—¡Es un desastre, BLOOM!—gritó exasperada—, No puedes mezclar ambas cosas, te verá como una empleada y no como su futura esposa.—Pero usted dijo que…—iba a responder cuando me interrumpió.&mdash