Joshua cargó a Luna hacia el coche.

Luna se sentó en el asiento trasero en silencio durante todo el viaje, solo mirando el paisaje fuera de la ventana.

El coche se alejaba cada vez más del centro de la ciudad, dirigiéndose hacia los suburbios.

Luna no pudo evitar fruncir el ceño mientras miraba pasar los árboles. “¿Por qué Neil estaría en un lugar tan lejano?”.

Gwen la miró con una expresión de lástima, pero luego cerró los ojos; no estaba dispuesta a ser la que reventara la burbuja de Luna.

Joshua extendió la mano para sostener la de Luna, pero se detuvo. Su mano quedó suspendida en el aire por un momento, y finalmente la retiró.

Él dejó escapar un suspiro y dijo: "Así podrá descansar en paz, sin que nadie lo moleste".

Luna asintió, pensando que la explicación de Joshua no parecía ser correcta pero al mismo tiempo tenía sentido. “Ajá, ¡supongo que tienes razón! Neil definitivamente necesita algo de tiempo a solas. Ese niño es demasiado hablador... Aunque solamente tiene