Para cuando Luna volvió a despertar, ya era la mañana siguiente.

Gwen, quien había estado cuidándola toda la noche, fue llevada a la fuerza por Luke.

En ese momento, era Anne quien estaba sentada junto a su cama.

Anne suspiró impotentemente cuando vio que Luna despertó de su sueño, y se puso de pie para arroparla suavemente.

“Gwen y Joshua son demasiado imprudentes. Has estado inconsciente durante casi un mes, pero igual te dieron una noticia tan miserable apenas te despertaste, e incluso te llevaron al cementerio bajo la lluvia. ¡Realmente me pregunto si tienen algo de cerebro!”.

Anne suspiró con calma antes de mirar a Luna con consideración. "¿Cómo estás ahora mismo? ¿Te sientes mejor? Lo sé… has perdido un hijo. No podrás recuperarte del dolor tan pronto, pero…”.

Anne respiró hondo.

“Luna, aún si perdiste dos hijos, tienes otros dos esperándote. Tienes que animarte, recuperarte y vivir para ellos. Si no puedes recuperarte, ¿cómo esperas que Nigel y Nellie... hagan lo mismo?’’