El plan de Kim de utilizar a Brooke se vio frustrado cuando Bruno decidió llevarla a casa de sus padres por una temporada.—No entiendo por qué no puedes dejármela a mí —le reprochó Kim intentando que no se la llevara. —Porque mis padres quieren pasar tiempo con ella, saldrán pronto de viaje a Europa y no volverán hasta el próximo año —le explicó mientras guardaba la ropa de su hija en la maleta—. Antes me dijiste que nos habías dedicado los últimos tres años, no tienes que hacerlo más, puedes hacer lo que quieras. Eres joven, Kim, es hora de que busques tu propio camino. —¿Me estás echando de la casa? —Lo miró perpleja. —No, puedes quedarte si quieres, solo digo que no tienes que hacerlo. Kim se desesperó en aquel momento, no sabía qué hacer, Bruno se estaba alejando cada vez más de ella y necesitaba encontrar la manera de traerlo de vuelta. Todo era culpa de Valentina, sino hubiera aparecido en su vida, ellos estarían juntos y felices. ¿Qué podía hacer? Debía pensar en algo, per
Bruno y Valentina se quedaron en la cama un buen rato después de hacer el amor, disfrutando de la compañía y de miradas silenciosas que transmitían más de lo que las palabras podían.La felicidad no es una línea recta, es curva, se mide por momentos, en esos instantes perfectos que hacen que los imperfectos no signifiquen nada. Y en ese instante, estando solos, abrazados piel con piel, eran felices. Se hubieran quedado toda la noche y hasta el amanecer en aquella habitación, envueltos en una burbuja mágica donde los problemas no existían, pero debían volver a la realidad, aunque sintiéndose muy diferentes que antes de esa cita. Se vistieron y se marcharon del hotel antes que la limusina se convirtiera en calabaza. En el camino, no dejaban de hacerse mimos, parecían un par de adolescentes que recién habían descubierto el amor. Bruno quería recuperar el tiempo perdido y Valentina solo quería vivir plenamente, sin miedos ni dudas. Cuando llegaron a la casa, se encontraron a James bi
Kim quiso ver el mundo arder cuando Bruno se mudó con Valentina, ella no lo merecía y no estaba dispuesta a renunciar a él. Su plan estaba casi listo, solo faltaban detalles para que fuera perfecto. No cometería errores esta vez, lo había pensado todo muy bien y era imposible que fallara. En dos días, Bruno serían solo suyo para siempre, estaba muy segura de ello. Para Valentina, el momento que más temía había llegado, el juicio por la custodia de su hijo estaba pautada para iniciar en menos de un mes y no tenía idea en qué terminaría todo. La posibilidad de que Zack se quedara con James la hacía estremecer. Él no lo quería, solo lo estaba usando para llegar a ella, pero no tenía forma de probarlo y, en un juicio, tener pruebas era algo fundamental. Los abogados no sabían cuál sería el alegato de los abogados de Zack y por eso debían estudiar todas las posibilidades. Valentina tenía mucho a su favor, el problema era que no todos los jueces impartían verdadera justicia. Investigaron
Todo estaba listo para poner en marcha el plan que Kim consideraba perfecto, Bruno no le había dejado otra opción, solo así estarían juntos para siempre. Antes de llamar, revisó cada paso de su plan por una última vez para asegurarse de no cometer errores. Cuando estuvo conforme, marcó su número y personificó el papel que sabía que funcionaría con Bruno, era tan predecible que no era difícil hacerle morder el anzuelo. A Bruno le tomó casi cuarenta minutos llegar a la dirección que le había dado Kim, era de una casa rural en las afueras de la ciudad que aparentaba ser un lugar para desconectarse del mundo. Detuvo el auto y caminó hacia la entrada, tocó la puerta llamando a Kim y en pocos minutos le abrió con la cara empapada en llanto, los ojos rojos y la nariz constipada. —¡Viniste! ¡Estás aquí! —expresó cambiando su expresión triste por una sonrisa y se lanzó a sus brazos, aferrándose a él sin querer soltarlo.—¿Estás bien? —Ahora que estás aquí, sí. Pensé que podía superarte, pe
Habían pasado dos días desde que Bruno desapareció, Valentina había acudido a la policía para reportarlo y la respuesta que le dieron fue que debían esperar 48 horas antes de iniciar una búsqueda como persona desaparecida. En su desesperación, llamó a Zack y le preguntó por Bruno, pero él no pudo ser porque lo habían recluido tres días antes en el hospital por un accidente de auto que había tenido, por eso no la había llamado para decirle su decisión, pero en ese momento lo menos que le preocupaba a ella era el juicio. Como ya había pasado el tiempo establecido por la ley, la policía inició la búsqueda de Bruno, el último lugar donde había estado fue en la empresa, desde ahí, no había ninguna pista que indicara a dónde pudo ir o con quién estaba. Era como buscar una aguja en un pajar, necesitaban al menos un indicio de quién tenía interés en llevarse a Bruno. Si se tratara de secuestradores, ya habrían llamado pidiendo rescate, lo que dejaba a la policía con dos hipótesis: o estaba
La noticia del secuestro de Bruno pronto se hizo pública, apareciendo en todos los noticiarios locales y en los principales los periódicos de la ciudad y del país, aquello era un escándalo porque la principal sospechosa era su cuñada, Kim. Que Brooke se enterara fue inevitable, los padres de Bruno no pudieron hacer otra cosa más que explicarle a su nieta lo que pasaba antes de que lo supiera por alguien más. Para la niña fue muy difícil entenderlo, ¿por qué su tía se llevaría a su papá? ¿por qué lo alejaría de su lado? —Sé que es muy confuso para ti, mi amor, pero tu tía no está actuando como ella misma, está enferma y necesita ayuda. Confiemos en que pronto los encuentren y que tu papi pueda volver a tu lado —le dijo su abuela conteniendo las ganas de llorar. Estaba muy preocupada por su hijo, temía que Kim le hubiera hecho daño. Habían pasado tres meses desde la desaparición de Bruno y la policía se encontraba en un callejón sin salida. Kim planeó todo muy bien, borró sus huellas
Kim se volvió más obsesiva desde que Bruno intentó escaparse, lo mantuvo sedado durante días y le puso una intravenosa para suministrarle suero fisiológico, así lo mantendría hidratado. Estaba enojada con él por haberla engañado, pero no lo suficiente para dejarlo morir. Después de casi cinco días, decidió bajarle los sedantes, no se había esforzado tanto para mantenerlo dormido.—Espero que esto te enseñe a no volver a intentar engañarme —le dijo cuando despertó. Pero Bruno estaba tan desorientado que no entendió de lo que hablaba; se sentía cansado y aturdido, le tomó un momento recordar dónde estaba y lo que pasaba. —Kim, tienes que dejarme ir, no puedes retenerme aquí, no conseguirás nada con esto —le dijo Bruno deseando escapar de aquel encierro. —No me importa, quiero que estemos juntos, que seas solo mío. No te dejaré ir nunca, Bruno —sentenció decidida. Estaba muy trastornada, si Bruno no era suyo, no sería de nadie. —¿Y que harás? ¿me vas a mantener atado a esta cama para
Capítulo 33. ¿Despedida?Con las pruebas en manos, Valentina subió a la oficina de Will y le presentó la documentación de registro de los diseños que había realizado para la empresa, podía ser una principiante, pero contaba con la experiencia suficiente para saber lo importante que era registrar sus trabajos. Y, por su puesto, Ana no contaba con eso. Había enviado los primeros diseños de Valentina a una empresa textil más pequeña que ya había iniciado la producción del producto, la empresa los había registrado como propios, pero en una fecha posterior a la de Valentina. En cuanto Will tuvo toda la información, mandó a llamarlas a ambas a su oficina. Ana entró con actitud victoriosa pensando que había ganado, mientras que Valentina sentía que el corazón se le saldría del pecho. —He comprobado que los diseños que presentó la señorita Collins son suyos, fueron registrados en una fecha anterior a los de la empresa Pretty Ladies.—No puede ser, debió falsificar los registros —intervi