Kim no podía creer lo que veía: Bruno, su Bruno, estaba junto a una mujer que nunca había visto, y no solo eso, la besó delante de sus padres. ¿Quién era ella y qué hacía con él? Furiosa, se acercó a Bruno y lo encaró. —¿Me puedes explicar quién es ella? —le preguntó mirando a Valentina de arriba abajo con absoluto desprecio. ¿De donde había salido esa mujer? ¿cuándo lo conoció? —Kim, no sabía que vendrías —pronunció sorprendido—. ¿Cuándo saliste del hospital?—Respóndeme lo que te he preguntado. ¿Quién es ella y por qué la tienes pegada a ti como chicle? —insistió alzando la voz. —Kim, no grites. Ven, hablemos en la casa de huéspedes —propuso Bruno separándose de Valentina y sujetando a Kim del brazo, no quería que armara un escándalo en plena fiesta. Al menos en el patio solo estaban ellos. Pero Kim no quería ir a ningún lado, solo quería que le respondiera su pregunta. —Te estás acostando con ella ¿verdad? ¿Desde cuándo? ¿dónde la conociste? ¿fue por ella que me rechazaste?
Valentina intentó agarrarse del pasamanos, pero él empujón que le dio Kim fue tan fuerte que fue incapaz de evitar la caída. Rodó escaleras abajo hasta el final, quedando inconsciente al instante. Nadie fue testigo de lo que hizo Kim, tampoco escucharon los gritos de Valentina mientras caía porque la música estaba alta, y pasaron casi cinco minutos antes de que un mesonero la encontrara tirada en el suelo, inconsciente y sangrando. Era solo un muchacho y se impresionó tanto que se quedó congelado mirándola sin hacer nada. —¡Valentina! —gritó Bruno cuando la vio, había estado buscándola, y también a Brooke. ¿Estaba muerta? Nervioso, llevó sus dedos a su muñeca para buscarle el pulso y liberó un profundo suspiro cuando descubrió que seguía con vida, aunque no estaba seguro de por cuánto tiempo porque se veía muy mal. Aquella escena le recordó lo que pasó con su esposa y rogó que ella no sufriera el mismo destino, porque no iba a poder soportarlo. Temblando, llamó a urgencias y se que
Capítulo 21. Una decisión difícil Valentina fue dada de alta una semana después de volver en sí, aún no recuperaba la memoria y tenía una pierna enyesada, pero se encontraba bien de salud y no tenía que permanecer en el hospital. Seguía siendo extraño para ella que Bruno estuviera a su alrededor, pero en cierta forma, le hacía sentir segura. Era un hombre muy atento y cariñoso, se preocupaba mucho por ella y, lo mejor, se había ocupado de su bebé. Estaba muy emocionada de conocer a su pequeño, porque no podía recordarlo y para ella sería como la primera vez. Bruno le había contado todo lo que había sucedido las últimas semanas, desde que nació James hasta el día del accidente. Ella se sorprendió mucho con lo de Zack, jamás pensó que sería capaz de hacer algo tan atroz como secuestrar a su hijo, pero comprendió que no lo conocía realmente. Bruno insistió con que estaría mejor en su casa y Valentina terminó aceptando porque confiaba en él de un modo inexplicable. Quizás su ment
Kim tenía que se asegurarse de que Bruno la aceptara de regreso para vigilar de cerca a Valentina, si recordaba que la había empujado, estaría pérdida. Ella no debió sobrevivir a aquella caída, todo habría sido más fácil si hubiera muerto. Pero un segundo accidente iba a ser muy sospechoso, debía pensar en otra manera de deshacerse de Valentina. Otra razón para regresar era Brooke, necesitaba estar cerca de ella para manejarla a su antojo, ya lo había hecho una vez, podía hacerlo de nuevo. Su sobrina había salido del baño cuando entró a la habitación, pero no se emocionó al verla como había hecho el día de su fiesta y Kim debía averiguar por qué. —Yo me ocupo de ella, gracias —le dijo a la niñera, quien se marchó sin ninguna objeción. —Hola, muñequita. ¿No estás feliz de verme? Te he extrañado mucho —le dijo con fingida ternura. —Sí, tía, solo estoy un poco cansada, jugué mucho con papá en el patio. —¿En serio? Me alegro mucho, mi amor. Es bueno que pase tiempo contigo, aunque s
Quince días más tarde, Valentina había dominado el uso de las muletas y se movilizaba muy bien por su cuenta, aunque era un poco cansado y el yeso le causaba comezón. Estar con Bruno también se había hecho más sencillo, incluso, le gustaba pasar tiempo con él. Y aunque la atracción era obvia, aún no había sucedido nada entre ellos; él le estaba dando tiempo de recordar, como ella le había pedido. Esa mañana, Valentina se despertó con una sensación de mareo y náuseas, parecía que iba a enfermarse. James se removía inquieto en la cuna porque tenía hambre y, cuando ella intentó levantarse, todo dio vueltas y perdió la conciencia. Diez minutos después, el llanto de James era tan fuerte que se escuchaba en toda la planta baja. Bruno aún no se marchaba al trabajo y oyó al bebé llorar. Fue a ver qué pasaba y encontró a Valentina desmayada en la cama. —Val, amor, ¿me escuchas? —le preguntó dándole golpecitos en la cara, pero no lograba que reaccionara. Bruno corrió a la cocina y le pidió a
Para Bruno, fue un completo alivio que Kim no fuera responsable, hasta se sintió mal por haberlo pensado, lo que seguía siendo un misterio era por qué Susanne tendría interés en que Valentina muriera. La policía la había interrogado, pero ella seguía asegurando que era inocente. A pesar de haber descubierto la verdad, Valentina decidió quedarse en aquella casa en lugar de volver con Bruno, pensaba que era lo mejor para todos. Él y Brooke podían ir a verla cuando quisieran, por ella encantada, le había tomado mucho cariño a la niña y también a Bruno. Él quería que volvieran, pero respetó su decisión porque no quería presionarla. La más feliz con aquella decisión era Kim, aún no lograba alejarla por completo de Bruno, pero al menos ya no estaba viviendo bajo el mismo techo y para ella esa era una victoria. Con suerte, su plan B funcionaría y al fin la insulza de Valentina y su mocoso saldrían de la vida de Bruno para siempre. —Intento no perder la fe de que recupere la memoria, pe
Tal y como Valentina había dicho aquella vez, Zack logró librarse de la acusación de secuestro que ella había denunciado y había conseguido solicitar la prueba de ADN que demostraría su paternidad. Su siguiente paso sería solicitar la custodia de James, en eso Bruno estaba claro. En cuánto Valentina recibió la notificación, él llamó a sus abogados y concretaron una reunión para esa misma tarde, necesitaban prepararse para lo que venía. A Valentina le sentó muy mal la noticia, sabía de lo que era capaz el padre de Zack y temía que le quitaran a su hijo, pero por muchas influencias que tuviera, sería difícil que un juez le otorgara la custodia completa al padre, a menos que tuvieran pruebas de maltrato y no era el caso.Los abogados llegaron a la casa luego de la hora de la comida y estuvieron con ellos por casi dos horas, querían tener toda la información suficiente para preparar una estrategia, además, investigarían por su cuenta a Zack, que según contó Valentina, tenía antecedentes
El plan de Kim de utilizar a Brooke se vio frustrado cuando Bruno decidió llevarla a casa de sus padres por una temporada.—No entiendo por qué no puedes dejármela a mí —le reprochó Kim intentando que no se la llevara. —Porque mis padres quieren pasar tiempo con ella, saldrán pronto de viaje a Europa y no volverán hasta el próximo año —le explicó mientras guardaba la ropa de su hija en la maleta—. Antes me dijiste que nos habías dedicado los últimos tres años, no tienes que hacerlo más, puedes hacer lo que quieras. Eres joven, Kim, es hora de que busques tu propio camino. —¿Me estás echando de la casa? —Lo miró perpleja. —No, puedes quedarte si quieres, solo digo que no tienes que hacerlo. Kim se desesperó en aquel momento, no sabía qué hacer, Bruno se estaba alejando cada vez más de ella y necesitaba encontrar la manera de traerlo de vuelta. Todo era culpa de Valentina, sino hubiera aparecido en su vida, ellos estarían juntos y felices. ¿Qué podía hacer? Debía pensar en algo, per