Bonnie Desde que tengo uso de razón mi padre siempre repetía “no seas como Briana”, me sentaba con la espalda curva “te pareces a Briana”, me dejaba el cabello en ondas “¿Acaso estás intentando ser como Briana?” Me trataba todo el tiempo como una copia de alguien. Me exigía ser original. Pasaba todo el tiempo repitiendo el nombre de ella. La persona que me había quitado la atención de mi madre desde el inicio y ahora estaba en boca de mi padre todo el tiempo. La discordia entre las dos estaba creada. Me buscaba para ir junto a mamá, la evitaba. Me hablaba en la escuela, hacía que todos se burlaran de ella. Salía bien en sus notas, la hacía tener disturbios para que eso afectara en su rendimiento estudiantil. Cada vez que yo tenía un logro era la primera en venir a felicitarme, pero de nuevo escuchaba a mi padre “no debes ser igual a Briana, debes superarla”. Quería hacerlo sentir orgulloso de mí. Que fuera mi nombre el que saliera de su boca, que la atención me la llevara yo
Narrador omnisciente Con el pasar de los días, en una ciudad donde las emociones andan a flor de piel, todos se mantienen sumergidos en sus trabajos, en el romanticismo y en sus planes o en recuperación como es el caso de Damien, quien ya comienza a volver a su rutina habitual. Parece que el clima avisara lo que se avecina o puede simplemente ser el torrencial de emociones que rondan por el aire llevando a muchos de ellos a cuestionarse muchas cosas. Siete días han pasado desde el regreso de Damien. Siete días en los que se ha permitido un descanso, una calma por tener a quien quiere a su lado. Nada lo perturba además de buscar al benefactor que sigue entre ellos, sabiendo que debe mantener el perfil bajo que ha tenido siempre, no le conviene salir como lo que quiere, aún. Ha sido una piedra en el zapato de muchos y no puede salir para ser cazado como sabe que lo harán.Por ello solo prepara el enfrentamiento entre las tres bestias que solo quieren ese encuentro para terminar de u
Narrador Omnisciente.La noche cae, Damien sale con Briana a una tienda de las que sabe su hermana es aficionada. Lo recuerda desde que tenía que acompañarla para llevar joyas con esa piedra que solo resalta los ojos de ambos al brillar de la misma forma. Escoge entre el centenar de joyas con esa pedrería que ponen frente a él. No le lleva tiempo ya que conoce el gusto de su melliza por los pendientes, así que se inclina por estos. Mientras Damien toma los que llevará, pide otra clase de piedras en las que los diamantes rojos son los protagonistas. Esa es la piedra con la que define lo que hará y nunca le ha gustado ser de cosas mediocres. Briana por su lado ve en la vitrina los dos collares que sabe quedarían perfectos para su pareja y cuñada así que opta por comprarlos. Ambos inmersos en sus asuntos aún en el mismo salón, dándose miradas a cada nada. Es su manera de cerciorarse que tienen la tranquilidad que no quieren perder. No quieren separarse por más que sea unos metros. To
Narrador Omnisciente.Horas después, cuando todos se disponen a ir a sus dormitorios. Nadie se da cuenta de la persona que evade la seguridad, se desliza en la oscuridad sin hacer un solo ruido hasta llegar al balcón que sabe a quién pertenece. Solo el perro que reconoce su olor se pone en alerta. Escala fácilmente, aunque no haya soportes. Pero su decisión de entrar puede más que las probabilidades. Alcanza el balcón en donde se balancea hasta poner una pierna que aferra para poder subir del todo. Abre con mucho cuidado la ventana deslizable para introducirse al dormitorio, donde el cañón de un arma lo recibe .Da media vuelta para observar la figura femenina que sostiene la pistola, firme y sin titubear, con una mirada implacable que amenaza su cordura. —Boss. —Comandante Evans. —sonríe por fin al corroborar de quien se trata. —Tenía entendido que los criminales son quienes entran de manera fortuita a las casas, no la autoridad. Bennett le arrebata el arma, pero al acercarse es
Zarya Libertad, palabra tan poco cuestionada solo por lo que promete, nunca nadie se ha dignado en hacer la pregunta ¿Por qué se ansía tanto si no se aprovecha? Pueda que sea solo un reflejo de lo que en verdad deseamos resulte fácil, pero nada puede estar perfecto todo el tiempo, no hay una regla de la vida que especifique que se deba mantener el control de la vida como deseamos que permanezca.En todo caso es como dice mi abuelo. Nikolay siempre repitió que la vida solo es un programa lleno de risas, lágrimas y lamentos en diferentes episodios. Lo único que queda por hacer es disfrutar las risas, secar las lágrimas y callarse los lamentos por mucho que estos se nieguen al encierro. Estar entrenada para ganar una batalla no quiere decir que resuelve la vida solo con el tronar de los dedos. Tengo dilemas, tengo problemas que me ahogan si no canalizo todas las emociones que se están empezando a hacer parte de mí. Claro que quiero la victoria, nadie está dispuesto a dejarse engañar p
Zarya.Entramos a una especie de templo antiguo. Con una arquitectura digna de admiración por el tallado y construcción con detalles únicos.—¿Que es aquí? —indago viendo a todos lados. —La cripta familiar de los Evans. —me cuenta Adam, habla con un sujeto antes de regresar a mí. —Está aquí. —Entonces no hay que perder tiempo. —No le gusta que lo interrumpan. —me detiene. —Lo van a arrestar, eso es prioridad. —pelea solo con gestos de infante caprichoso, para luego empezar a caminar. Nos dirige por un extremo del sitio que da a un lugar, menos espacioso en el cual puedo verlo a varios metros. Bennett se encuentra parado viendo un punto fijo con los lentes puestos. No mueve un solo músculo, pero puedo ver su mandíbula apretada y sus hombros tensos. Me acerco lentamente, sabiendo que puede sentir mi presencia. Siempre lo hace. Miro a donde supongo están puestos sus ojos descubriendo lo que me hace pasar saliva. Mallory Foster. La tumba de su madre. Observo el ramo de tulipanes
Briana Meto todo en la maleta que pongo en el piso para salir del todo de esta casa. Bajo con dificultad por las escaleras, pero no hay vuelta atrás. Quiero estar con Damien, es la única persona a quien deseo acompañar así sea al infierno mismo. Bonnie viene llegando muy feliz. He descubierto que no solo es atracción lo que tiene por Aarón y en verdad me alegro que haya encontrado a alguien que entienda su forma de ser. Son igual de caóticos y no se ven mal cada vez que están juntos. —¿Otra vez te vas? —pregunta cuando mira mi maleta, esta vez no hay burla ni hastío en su voz. Más bien, como si no le gustara quedarse sola. Aunque su orgullo es grande. —Dije que solo era por un tiempo. Ya todo está como debe estar y no voy a quedarme a molestar. —digo, esperando a mi nana.—Bueno... eh... Me quedaré con todo lo que dejes. —un atisbo de sonrisa aparece en mi rostro, pero lo escondo con el desinterés fingido que quiere mostrar. —Igual, ya estoy acostumbrada a que la casa sea solo mía
Damien Mi corazón desbocado no me permite escuchar nada más que sus latidos excesivamente bruscos. El aire lo siento espeso y una neblina se instala en mi cabeza.El auto no se detiene del todo cuando me lanzo de este con un arma en la mano. La casa del ministro está solitaria y mi razonamiento se va a la mierd@ con ganas de querer ver donde se encuentra Briana. La oscuridad cubre todo el sitio, no hay rastros de nada, ni un solo...Mis pasos se detienen con los cuerpos ensangrentados que hay en el piso. El aire se me escapa de golpe al reconocer la maleta que está al final de las escaleras. Todos están puestos en filas, llenando el mármol con el charco de color rojo que tiene cubierto casi todo el piso. —Damien. —me habla Zarya, pero suelto el arma para ver el rostro de todos. Camino entre estos hasta ver a dos mujeres rubias boca abajo a lado de la mujer que vi varias veces con Briana. —No. —respirar me duele. No sé cómo reaccionar y camino rápido para llegar a ellas. —¡Explos