Connor lleva rato observando divertido la manera inconsciente de comportarse de Adrián frente a Victoria, si bien ahora que estaban en el trabajo era muy profesional y correcto en sus expresiones, la cosa era otra cuando alguien trata de simpatizar con ella, sobre todo el personal no asiático que trabaja en la empresa ya que son mucho más atrevidos a la hora de acercarse. Solo hay que ver cómo su rostro se endurece y una mirada penetrante y afilada que atraviesa a la persona, que es inocente de que su cuerpo ha sido partido en dos.

“Para estar fingiendo me parece que destilas mucho veneno amigo mío” Connor sonrió y guardó sus pensamientos, no quería inquietar a su escurridizo amigo que siempre ha evadido las flechas de cupido. Pero no se aguantó las ganas de jugar un poco con él y corroborar lo que su intuición le decía.

— Adrián, me gusta cómo trabaja Victoria, me parece que es muy competente, tú crees que cuando deje de trabajar para ti acepte venir a trabajar conmigo.

Como lo había