Decidieron aprovechar el tiempo para conocer más de cada uno, ahora que también tienen que convencer a Martina que son novios y no solo eso, sino que su relación es a prueba de madres entrometidas y exnovias con complejo de colonizador.

— Háblame de tus padres, necesito saber a qué me enfrento—. dijo Victoria mientras degustaba la comida que pidieron a un restaurante italiano.

Adrián piensa mientras mastica, si tuviera que describir a sus padres en una palabra diría “resignación”, un matrimonio resignado por más de treinta años. Entonces resumió la historia desde el principio.

— Mis padres se conocen prácticamente desde que nacieron, mis abuelos eran amigos y después socios de negocios, Martina Sanclemente y Aristóteles Altamirano se casaron a los veintidós años y veinticuatro años cuando mi padre regresó de sus estudios en Londres, creo que más guiados por la obligación que por el amor, casi nunca hablan de eso así que no creo que hayan disfrutado de un noviazgo normal. Al año de cas