Mi corazón duele al saber que la ausencia de su madre debe estar marcándolo. Eso puedo comprobarlo al recordar cómo se aferraba mi cuerpo cada vez que alguien intentaba alejarme de él.
Con todo lo que he visto, puedo entender que es un niño bastante inteligente. No sé realmente qué edad tiene, pero he notado de que es capaz de realizar pensamientos bastantes complejos.Por lo que, debe comprender que cruzar la carretera sin mirar a ambos lados no es prudente. Aunque como me dijo su padre, él no había salido de esta mansión. Es un niño bastante inteligente para entender las normas de la sociedad.Seguramente, antes de salir, su guardaespaldas o niñera, le informó sobre las normas que debía seguir en la calle. Por lo que. El que él corriera, tuvo que haber tenido alguna causa Lo suficientemente fuerte para que él olvidara todas las normas que debía seguTermino de desayunar y las chicas se llevan los platos, mientras Taddeo presiona un botón de donde sale el control remoto, donde presiona algo y las cortinas se cierran un poco, para después, presionar otro botón y con esto, sale un televisor, de una pared donde solo había un espejo.— ¿Cómo puedes hacer algo así? — pregunto aturdida.— Es una casa inteligente, madre — dice Taddeo y yo asiento comprendiendo.‘Parece que todo en esta casa es inteligente.’ Me digo mentalmenteEl pequeño no me habla más y para mi desgracia, coloca un canal de finanzas que no comprendo, pero, parece que a él le divierte, porque se burla o niega como si el presentador, estuviera hablando con él.Al estar todo en calma, sin propuestas de matrimonio extrañas o atenciones excesivas, relajo mi cuerpo después de caminar un poco por la habitación. Sin em
Me detengo al ver a las tres personas reunidas. Por sus expresiones, se notaba que era algo serio y no es para menos, hace pocas horas, el pequeño de la familia desapareció, pensaron que lo habían secuestrado y después de eso, el accidente.‘Tienen mucho en que pensar y más si su hijo en vez de tomar medidas por eso, ha decidido casarse.’ Me digo mentalmente.Por lo que, me quedo varios pasos atrás esperando que terminen de hablar. Pero, al poco tiempo, soy vista por mi jefe, quien me hace una señal de asentimiento para que me acerque.— No estoy de acuerdo con que te cases. Es una mujer extraña. No sabemos si es buena para Taddeo y sabes que él es la prioridad aquí. — dice su padre y mi jefe lo ignora.— ¿Te duele algo? Quizás has venido aquí porque después de rescatar a la prioridad de la casa de un resfriado y después salvarlo de una muerte segura, tu cuerpo está pasándote factura, ¿no es así? — pregunta mi jefe, mirando hacia su padre.Este maldice, pero, no dice algo al respecto.
Sentía que me están hablando en un idioma totalmente desconocido para mí, ya que, aunque podía comprender lo que decía, no entendía como habían llegado a una conclusión sin tomar en cuenta mi decisión.Su padre, quien había identificado como mi aliado para impedir dicho matrimonio, suspira derrotado y asiente con resignación. Es evidente que no está de acuerdo en la decisión de su hijo, pero, también está claro que eso no va a detener a mi jefe.— Entonces, nos detendremos por hoy. Han sido horas bastante complicadas, por lo que, es mejor que tomemos un descanso antes de retomar este tema. — dice el mayor de los Cappelletti con firmeza— No hay algo que hablar al respecto, es una decisión que he tomado y abordaré de la manera adecuada. Solo les pido que respeten mi decisión y como manejo mi familia. — dice mi jefe con el
Abro mis ojos ante la sorpresa. No pensé que sería capaz de venir a visitarme, cuando dejé claro que no estaba interesada en complacerlo en un matrimonio que está destinado al fracaso. Pero, parece que no dejé mi mensaje tan claro como creí. Ya que, él está aquí y con su hijo.— Señor Cappelletti.— Taddeo hizo todo un drama porque no te encontró en casa. Aunque le di unas nalgadas por sus berrinches y pataletas, no tuve otra opción que traerlo. Todo con el fin de que le diga que no está interesada en ser parte de su vida. — dice mi jefe y Mary abre tanto sus ojos cuando me observa, que parece que están por salirse de su lugar.— Mary, ¿podrías dejarnos a solas? — pregunto y ella me observa con tristeza.Es evidente que quería quedarse a saber más de esto, pero, lo mejor es que nadie sepa lo que sucede. Menos,
El hombre que jamás pensé que vería en mi pequeño apartamento, se mueve como si lo conociera a la perfección. Aunque, no me sorprende eso, mi jefe siempre se mueve perfectamente incluso en lugares que nunca ha visitado o situaciones en las que nunca ha estado. Así de increíble es mi jefe. Un hombre que se adapta tan bien a las circunstancias que incluso encontró el delantal que hace un año no veía. ‘Encuentra todo, ojalá encuentre el camino hacia mi corazón y se quede por siempre ahí’ dice mi mente y yo niego ante ello. — Si no vas a quedarte en la cama, entonces siéntate. No es agradable que alguien herido esté de pie — dice mi jefe y el pequeño muy parecido a él, niega señalando el mueble. Lentamente, caminó hacia el mueble lleno de basura, ropa sucias y limpia. Incluso, puedo ver restos de comida en el mueble y yo cubro mis ojos al comprender que por jugar muchas horas, olvidé mi alrededor y por ello, he estado viviendo en el basurero que ahora mi jefe y su hijo recogen. — No —
Siempre he notado que mi jefe es un lobo salvaje que no se detiene hasta obtener lo que quiere. Siempre ha sido así en los negocios y era algo que admiraba, porque no soltaba lo que deseaba hasta que fuera suyo.Determinación, es como lo llamo. Se propone una meta y no la suelta hasta que la tiene en sus manos. Eso es algo que admiro mucho y ahora, me asusta, porque su meta soy yo y no sé si pueda sobrevivir a su determinación.— Señor Cappelletti — susurro con voz entrecortada.— ¿Sí?— ¿Le gusta trabajar conmigo? ¿Cumplo con mis responsabilidades como su subordinada? — pregunto curiosa.— Sorprendentemente, eres muy organizada y bastante buena en tu trabajo. Algo que hace contraste en como eres estando en tu hogar. — dice mi jefe y yo asiento.Comienzo a asentir ante su respuesta, porque quienes conocen como soy yo, saben que soy como dos caras de una misma moneda. Una donde cada cara es tan distinta a la otra, que parece una persona distinta.Por lo que, suspiro profundo para decir
Mi jefe asiente como si procesara lo que le he dicho, pero, no se mueve, no se aleja, ni se acerca más. Solo se queda asintiendo como un muñeco que lo único que mueve es su cabeza para asentir.Era extraño, porque mi jefe no es de los que tolera groserías y mucho menos, se queda en lugares donde no es bien recibido, pero, aquí esta. Sin decirme que lo lamentaré por ser osada con él, pero, diciéndome que no está contento con su mirada.— Yo…— Vete. — dice Taddeo causando que gire para saber a qué se refiere.— Estás loco si aceptaré eso. — dice mi jefe y yo observo aturdida a los dos hombres que no hablan pero se miran fijamente como si estuvieran en una guerra de miradas.— ¿Alguien puede decirme que está sucediendo? — pregunto confundida.— Quiere que me vaya— Bueno, eso es lo que le he estado pidiendo. — digo con obviedad.— Pero, quiere quedarse aquí. — dice mi jefe y yo lo observo aturdida.— ¿Quién? — pregunto y los dos me miran como si fuera tonta.Y no los culpo. Dije eso sin
Narra KendrickTaddeo me observa cruzándose de brazos. Esta molesto y lo peor es que no entiendo porque esto es mi culpa. Pero, Taddeo no se mueve de la entrada del baño y no deja de mirarme con enojo.— Como veo las cosas, necesita su espacio. — digo al comprender lo que ha dicho de su ovulo.— No me iré. — dice Taddeo con firmeza.Están los dos molestos y parece que la culpa es mía, lo que no entiendo, es por qué. Solo me sorprendí cuando Taddeo dijo esa oración tan larga sin titubear, acortar esta o usar un tono de voz frío. Lógicamente, no le presté atención a lo que dijo y fue eso, al parecer, lo que desencadenó todo este caos.— No puedes culparme por algo que le dijiste. — digo mirando fijamente a Taddeo y este golpea el piso con su pie, mostrando su frustración.Es claro que la idea de negociar con ella mi propuesta, no será posible esta noche. Por lo que, miro a mi alrededor comprendiendo que Taddeo no puede quedarse aquí. Por ello, miro al pequeño y camino hacia él, cuando