Sentía que me están hablando en un idioma totalmente desconocido para mí, ya que, aunque podía comprender lo que decía, no entendía como habían llegado a una conclusión sin tomar en cuenta mi decisión.Su padre, quien había identificado como mi aliado para impedir dicho matrimonio, suspira derrotado y asiente con resignación. Es evidente que no está de acuerdo en la decisión de su hijo, pero, también está claro que eso no va a detener a mi jefe.— Entonces, nos detendremos por hoy. Han sido horas bastante complicadas, por lo que, es mejor que tomemos un descanso antes de retomar este tema. — dice el mayor de los Cappelletti con firmeza— No hay algo que hablar al respecto, es una decisión que he tomado y abordaré de la manera adecuada. Solo les pido que respeten mi decisión y como manejo mi familia. — dice mi jefe con el
Abro mis ojos ante la sorpresa. No pensé que sería capaz de venir a visitarme, cuando dejé claro que no estaba interesada en complacerlo en un matrimonio que está destinado al fracaso. Pero, parece que no dejé mi mensaje tan claro como creí. Ya que, él está aquí y con su hijo.— Señor Cappelletti.— Taddeo hizo todo un drama porque no te encontró en casa. Aunque le di unas nalgadas por sus berrinches y pataletas, no tuve otra opción que traerlo. Todo con el fin de que le diga que no está interesada en ser parte de su vida. — dice mi jefe y Mary abre tanto sus ojos cuando me observa, que parece que están por salirse de su lugar.— Mary, ¿podrías dejarnos a solas? — pregunto y ella me observa con tristeza.Es evidente que quería quedarse a saber más de esto, pero, lo mejor es que nadie sepa lo que sucede. Menos,
El hombre que jamás pensé que vería en mi pequeño apartamento, se mueve como si lo conociera a la perfección. Aunque, no me sorprende eso, mi jefe siempre se mueve perfectamente incluso en lugares que nunca ha visitado o situaciones en las que nunca ha estado. Así de increíble es mi jefe. Un hombre que se adapta tan bien a las circunstancias que incluso encontró el delantal que hace un año no veía. ‘Encuentra todo, ojalá encuentre el camino hacia mi corazón y se quede por siempre ahí’ dice mi mente y yo niego ante ello. — Si no vas a quedarte en la cama, entonces siéntate. No es agradable que alguien herido esté de pie — dice mi jefe y el pequeño muy parecido a él, niega señalando el mueble. Lentamente, caminó hacia el mueble lleno de basura, ropa sucias y limpia. Incluso, puedo ver restos de comida en el mueble y yo cubro mis ojos al comprender que por jugar muchas horas, olvidé mi alrededor y por ello, he estado viviendo en el basurero que ahora mi jefe y su hijo recogen. — No —
Siempre he notado que mi jefe es un lobo salvaje que no se detiene hasta obtener lo que quiere. Siempre ha sido así en los negocios y era algo que admiraba, porque no soltaba lo que deseaba hasta que fuera suyo.Determinación, es como lo llamo. Se propone una meta y no la suelta hasta que la tiene en sus manos. Eso es algo que admiro mucho y ahora, me asusta, porque su meta soy yo y no sé si pueda sobrevivir a su determinación.— Señor Cappelletti — susurro con voz entrecortada.— ¿Sí?— ¿Le gusta trabajar conmigo? ¿Cumplo con mis responsabilidades como su subordinada? — pregunto curiosa.— Sorprendentemente, eres muy organizada y bastante buena en tu trabajo. Algo que hace contraste en como eres estando en tu hogar. — dice mi jefe y yo asiento.Comienzo a asentir ante su respuesta, porque quienes conocen como soy yo, saben que soy como dos caras de una misma moneda. Una donde cada cara es tan distinta a la otra, que parece una persona distinta.Por lo que, suspiro profundo para decir
Mi jefe asiente como si procesara lo que le he dicho, pero, no se mueve, no se aleja, ni se acerca más. Solo se queda asintiendo como un muñeco que lo único que mueve es su cabeza para asentir.Era extraño, porque mi jefe no es de los que tolera groserías y mucho menos, se queda en lugares donde no es bien recibido, pero, aquí esta. Sin decirme que lo lamentaré por ser osada con él, pero, diciéndome que no está contento con su mirada.— Yo…— Vete. — dice Taddeo causando que gire para saber a qué se refiere.— Estás loco si aceptaré eso. — dice mi jefe y yo observo aturdida a los dos hombres que no hablan pero se miran fijamente como si estuvieran en una guerra de miradas.— ¿Alguien puede decirme que está sucediendo? — pregunto confundida.— Quiere que me vaya— Bueno, eso es lo que le he estado pidiendo. — digo con obviedad.— Pero, quiere quedarse aquí. — dice mi jefe y yo lo observo aturdida.— ¿Quién? — pregunto y los dos me miran como si fuera tonta.Y no los culpo. Dije eso sin
Narra KendrickTaddeo me observa cruzándose de brazos. Esta molesto y lo peor es que no entiendo porque esto es mi culpa. Pero, Taddeo no se mueve de la entrada del baño y no deja de mirarme con enojo.— Como veo las cosas, necesita su espacio. — digo al comprender lo que ha dicho de su ovulo.— No me iré. — dice Taddeo con firmeza.Están los dos molestos y parece que la culpa es mía, lo que no entiendo, es por qué. Solo me sorprendí cuando Taddeo dijo esa oración tan larga sin titubear, acortar esta o usar un tono de voz frío. Lógicamente, no le presté atención a lo que dijo y fue eso, al parecer, lo que desencadenó todo este caos.— No puedes culparme por algo que le dijiste. — digo mirando fijamente a Taddeo y este golpea el piso con su pie, mostrando su frustración.Es claro que la idea de negociar con ella mi propuesta, no será posible esta noche. Por lo que, miro a mi alrededor comprendiendo que Taddeo no puede quedarse aquí. Por ello, miro al pequeño y camino hacia él, cuando
Mis padres se marchan, porque ya el manipulador Taddeo, ha dejado de llorar porque ahora se está duchando para volver a salir. Aunque es pasada la medianoche, él se está bañando sin que lo manden y todo por mi secretaria.— Si qué haces milagros, Shantelle. Uno de ellos es controlar a un pequeño tan manipulador y el otro, que mi padre doblegue tanto solo para que estes en nuestra familia. — susurro completamente agotado.La cámara muestra como Taddeo se viste emocionado mientras yo intento trabajar, pero, para mi desgracia, si deseo seguir trabajando, necesito la ayuda de mi secretaria.‘Esto ya está empezando a ser molesto’ me digo mentalmente.No me agrada depender de una mujer y aunque no había pensado en eso ya que uno de sus deberes es saber cosas que no recuerdo, no es agradable que sea tan importante para Taddeo.Sobre todo, porque es lo que necesitaba para ma
Taddeo se desespera mucho y yo lo tomo del brazo para que me observe y no a Shantelle. Aunque me preocupa Shantelle, más me preocupa que si ha sido atacada, el atacante siga aquí, por lo que, me preocupa la seguridad de Taddeo.— ¡Shantelle! — grita alguien desde la puerta.— Es usted — susurramos los dos al vernos.— ¿Qué le hizo a ella?— La encontramos así. Manténgase con ella y Taddeo, quizás el atacante este aquí. — digo y la mujer asiente.Rápidamente, miro a mi alrededor, buscando a la persona que la pudo haber atacado. Pero, no hay alguien, entro a su habitación y veo sangre, por lo que, después de mirar el baño, siendo el único lugar para esconderse, corro hacia Shantelle, mientras su amiga grita.La preocupación me invade al pensar que el atacante este con ellos. Por lo que, corro hacia ellos preocup