Narra KendrickTaddeo me observa cruzándose de brazos. Esta molesto y lo peor es que no entiendo porque esto es mi culpa. Pero, Taddeo no se mueve de la entrada del baño y no deja de mirarme con enojo.— Como veo las cosas, necesita su espacio. — digo al comprender lo que ha dicho de su ovulo.— No me iré. — dice Taddeo con firmeza.Están los dos molestos y parece que la culpa es mía, lo que no entiendo, es por qué. Solo me sorprendí cuando Taddeo dijo esa oración tan larga sin titubear, acortar esta o usar un tono de voz frío. Lógicamente, no le presté atención a lo que dijo y fue eso, al parecer, lo que desencadenó todo este caos.— No puedes culparme por algo que le dijiste. — digo mirando fijamente a Taddeo y este golpea el piso con su pie, mostrando su frustración.Es claro que la idea de negociar con ella mi propuesta, no será posible esta noche. Por lo que, miro a mi alrededor comprendiendo que Taddeo no puede quedarse aquí. Por ello, miro al pequeño y camino hacia él, cuando
Mis padres se marchan, porque ya el manipulador Taddeo, ha dejado de llorar porque ahora se está duchando para volver a salir. Aunque es pasada la medianoche, él se está bañando sin que lo manden y todo por mi secretaria.— Si qué haces milagros, Shantelle. Uno de ellos es controlar a un pequeño tan manipulador y el otro, que mi padre doblegue tanto solo para que estes en nuestra familia. — susurro completamente agotado.La cámara muestra como Taddeo se viste emocionado mientras yo intento trabajar, pero, para mi desgracia, si deseo seguir trabajando, necesito la ayuda de mi secretaria.‘Esto ya está empezando a ser molesto’ me digo mentalmente.No me agrada depender de una mujer y aunque no había pensado en eso ya que uno de sus deberes es saber cosas que no recuerdo, no es agradable que sea tan importante para Taddeo.Sobre todo, porque es lo que necesitaba para ma
Taddeo se desespera mucho y yo lo tomo del brazo para que me observe y no a Shantelle. Aunque me preocupa Shantelle, más me preocupa que si ha sido atacada, el atacante siga aquí, por lo que, me preocupa la seguridad de Taddeo.— ¡Shantelle! — grita alguien desde la puerta.— Es usted — susurramos los dos al vernos.— ¿Qué le hizo a ella?— La encontramos así. Manténgase con ella y Taddeo, quizás el atacante este aquí. — digo y la mujer asiente.Rápidamente, miro a mi alrededor, buscando a la persona que la pudo haber atacado. Pero, no hay alguien, entro a su habitación y veo sangre, por lo que, después de mirar el baño, siendo el único lugar para esconderse, corro hacia Shantelle, mientras su amiga grita.La preocupación me invade al pensar que el atacante este con ellos. Por lo que, corro hacia ellos preocup
Taddeo le da muchos besos a la mujer que escasamente está consciente de lo que él le hace, porque se queja mucho del dolor, incluso, deben cambiar varias veces las sábanas porque tiene una hemorragia y por ello, al cambiarla por tercera vez, se la llevan con todo listo.— Mi mamá… — dice Taddeo mientras mis padre llegan.— Estará bien. Todo va a salir bien, recuerda orar, solo así madre se sentirá mejor. — digo y Taddeo asiente llorando.— Creo que esto de tenerla cerca no es buena idea. No llevan tres días juntos y ya ha estado dos veces en un hospital. No quiero esa angustia para mi nieto. Lo mejor es que se vayan para el extranjero, lejos de esa mujer — se escucha decir la voz de mi padre.El dueño de la voz, gira y de inmediato, choca con nuestras miradas. Era mi padre, realmente estaba diciendo eso mi padre y lo peor es que Taddeo lo ha escuchado y l&oac
Lentamente abro los ojos, al sentir una insistente voz de un pequeño que peina mi cabello una y otra vez. No necesito adivinar sobre quien se trata porque en mi vida, solo tengo la presencia de ese pequeño que vi en una noche lluviosa.— ¿Cuándo despertará? — pregunta Taddeo por quinta vez, desde que lo escucho.— Si sigues molestando, pronto y no sé si eso ayude a su cirugía tan riesgosa.— Doctores malos… Kendrick tacaño — dice el pequeño dejándome de peinar.— ¡Oye!— No grites, molesto.— Se dice: No grites, es molesto. — dice mi jefe corrigiéndolo.— Lo sé.— Si lo sabes y sé que lo sabes, ¿Por qué sigues cortando palabras con los demás menos con ella?— Es mamá — dice el pequeño.‘Y sigue llamánd
Los hombres que no parecen padre e hijo, discuten con miradas, palabras y gestos, mientras yo intento pensar en la mejor manera de rechazar su oferta, porque realmente sería una pesadilla verlos discutir todo el tiempo.Es claro que tenía una idea equivocada de mi jefe, aunque, debería decir que en el trabajo actúa de una forma muy distinta, quizás porque no está su hijo presente. Pero, eso no quita el hecho de que es muy infantil de su parte, un nivel que no estoy deseosa de ver todos los días.Por eso, después de haber sido tratada y sintiendo menos dolor, me quedo sentada rato cerca de la ventana donde suspiro profundo, mientras el pequeño que no se aleja de mí, dibuja en un cuaderno especial para eso.— ¡Hija! — grita alguien abriendo la puerta abruptamente.— Madre… — susurro al ver la angustia en ella.De inmediato, corre hacia donde estoy y comie
No sé por dónde empezar todo el caos, pero, si sé que Taddeo no debería estar en la conversación, así que, miro a mi jefe esperando que se lo lleve. Pero, él no se mueve, solo esta como si nada.— Señor Cappelletti, me gustaría hablar con mi madre un momento.— Puedo estar aquí si lo desea.— No. — digo de inmediato.— Shantelle, no seas grosera. Así no te eduque. — dice mi madre con evidente molestia.— Ella está molesta conmigo, no he sido un buen hombre al decirle que quiero estar con ella. Básicamente, fracasé en mi propuesta de matrimonio y es eso lo que la tiene molesta.— Bueno, algo entonces sucedió para que este así, pero, asumo que lo arreglaran. Ahora, quiero que me cuenten todo de mi nieto. — dice mi madre y yo siento que estoy muriendo de una nueva forma.No me agrad
Las horas pasan y mi madre no deja de contarme lo perfecta que sería mi vida si acepto ser la esposa de mi jefe. Por lo que, la conversación se concentra solo en como ella habla sin detenerse y yo escucho, y sufro en silencio.— ¡Las bebidas! — dice un pequeño con dos vasos en sus manos.La emoción lo invade y por ello, me entrega con emoción mi bebida, para después entregar la de mi madre. Con su llegada, mi madre solo habla del pequeño que es su nieto y Taddeo, sonríe complacido por ser el centro de la conversación.— Ya se ha hecho tarde, debo marcharme. — dice mi madre levantándose.— Espera un momento, ¿eso es todo lo que vas a decirme, madre?— Sí, ¿Qué más quiere que te diga? — pregunta mi madre como si no fuera algo importante mi condición.— Madre, necesito ser cuidada.&mdash